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18/07/2014

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Industria y Emprendimiento

Crecimiento verde

Oportunidades de crecimiento y empleo sostenibles

Ahora más que nunca, Europa necesita nuevas fuentes de crecimiento. A medida que la población mundial siga aumentando cada año en más de 70 millones de personas, el consumo de bienes y la demanda de energía y materias primas se incrementará de forma exponencial. De ahí que sea necesaria una transición a una economía más sostenible, eficiente en el uso de los recursos y con bajas emisiones de carbono. Debemos asegurarnos de que las políticas de industria, clima, energía, medio ambiente y otros ámbitos pertinentes sen coherentes y establezcan las condiciones adecuadas para la innovación y la inversión.

Tenemos que aprovechar plenamente las oportunidades comerciales que traerá consigo la transición hacia una economía sostenible. El mercado mundial para la protección del medio ambiente representa también una gran oportunidad para las empresas europeas. Hoy en día se calcula que el valor del mercado mundial de bienes y servicios medioambientales asciende aproximadamente a 1 billón de euros al año y se espera que su valor se duplique, o triplique incluso, de aquí a 2020. En un mundo en el que los recursos son cada vez más limitados, es evidente que su uso eficiente puede suponer una ventaja competitiva tanto para las empresas como para los países. Resulta alentador comprobar que en Europa ya se ha logrado disociar el crecimiento económico del impacto medioambiental y que se sigue avanzando en esa dirección. Según los cálculos, los posibles ahorros y beneficios mundiales derivados de aprovechar al máximo el potencial productivo de los recursos pueden cifrarse en billones de euros.

«Se puede hacer mucho para lograr que la manera de consumir y producir en Europa sea más sostenible. Puede hacerse sin costes adicionales para las empresas y los consumidores europeos y reportar beneficios, ya sea a través del ahorro de energía y recursos naturales o del aprovechamiento de las nuevas oportunidades que ofrece una economía "verde".»

Para poder seguir ganándonos la vida dignamente y viviendo en vecindarios limpios necesitamos contar con empresas económicamente viables que desarrollen y mejoren los productos, procesos y sistemas. Europa ya produce algunas de las tecnologías y servicios medioambientales punteros en el mundo y acapara en torno a un tercio del mercado mundial. Nuestras principales industrias medioambientales —dedicadas a la gestión y el control de la contaminación, la recogida y el tratamiento de residuos, las energías renovables y el reciclado— dan empleo a más de 3 millones de personas en Europa.

Debemos actuar en dos ámbitos clave: la eficiencia (es decir, la optimización de los procesos) y la circularidad. Esto implica utilizar un sistema industrial integrado que detecte las oportunidades comerciales que brinda el aprovechamiento de los recursos infrautilizados, ya sean materiales, energía, agua, capacidad, saber hacer, activos, etc. La innovación en la eficiencia de los procesos, el diseño de los productos y la optimización de la cadena de valor puede arrojar pingües beneficios.

La eficiencia de los procesos puede garantizar el desarrollo de soluciones a más largo plazo para limitar el uso de combustibles fósiles en los procesos industriales, reducir radicalmente los recursos empleados en la fabricación de productos y eliminar sustancialmente los residuos industriales.

Para fabricar cualquier producto se requieren materiales y energía. Estimular la oferta y la demanda de productos más eficientes desde el punto de vista de los recursos empleados tiene sentido, tanto comercial como medioambiental. La Directiva sobre diseño ecológico de la Comisión puede suponer un ahorro de hasta 90.000 millones de euros al año y 1 millón de puestos de trabajo. Si bien hasta ahora la energía ha sido el recurso que más atención ha captado, la Directiva contempla todos los aspectos medioambientales desde la perspectiva del ciclo de vida.

Los productos acabados se hacen, a menudo, a partir de las aportaciones de múltiples empresas o subcontratistas, y la incompatibilidad entre sus respectivas especificaciones puede generar bastantes residuos. Por tanto, hay un gran potencial en la optimización de la cadena de valor, ya que facilita la colaboración y la creación de sinergias entre los sectores o empresas que la componen.

El crecimiento verde y la creación de productos eficientes en el uso de los recursos también puede ofrecer a las empresas de la UE oportunidades de negocio en todo el mundo. La visita que hice a China en 2013, bajo el lema «Misión en favor del crecimiento verde», puso de relieve hasta qué punto las empresas chinas están interesadas en el saber hacer de las empresas de la UE expertas en productos y servicios respetuosos con el medio ambiente.

Actualmente, la Comisión Europea está recogiendo la opinión de los interesados a través de una consulta pública sobre las medidas de apoyo más eficaces para ayudar a las pequeñas y medianas empresas (PYME) a ser más eficientes en el uso de los recursos.

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Última actualización: 18/07/2014 |  Comienzo