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Soluciones

Clima y residuos

Los cambios en los patrones de consumo de materiales y la gestión adecuada de los residuos no solo ahorran dinero, sino que también tienen implicaciones significativas en la mejora del rendimiento ambiental y la reducción del cambio climático.

¡Que desperdicio!

Imagínate que vuelves del supermercado y tiras un tercio de la compra directamente a la basura. Esa es aproximadamente la proporción de alimentos que se pierde o desperdicia cada año en el mundo.

La Comisión Europea trabaja para transmitir el mensaje sobre la compra inteligente, el significado de las fechas en el etiquetado de los alimentos y el aprovechamiento de las sobras. En octubre de 2017 se adoptaron directrices de la UE para facilitar, cuando sea seguro hacerlo, que los excedentes alimentarios se donen a los bancos de alimentos o se utilicen en la alimentación animal.

¡Trabajemos todos juntos para reducir los 90 millones de toneladas de alimentos que se desperdician cada año en la UE!

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¿Lo sabías?

El aceite de cocina, las peladuras de las frutas y los restos de las verduras se pueden transformar en combustible para automóviles.

Actúa con inteligencia frente a los residuos

La próxima vez que tires algo a la basura, piénsalo primero. Como promedio, cada una de las 500 millones de personas que viven en la UE tira cerca de media tonelada de basura por año.

A pesar de que la cantidad de residuos que se recicla aumenta, una gran parte termina en los vertederos. Cuando los residuos se pudren, liberan a la atmósfera enormes cantidades de metano, un potente gas con efecto invernadero que contribuye al cambio climático.

En la actualidad, una mejor gestión de los residuos significa que se recupera más energía, y la legislación de la UE relativa a los vertederos ha supuesto una gran diferencia.

Evitar los residuos es cada vez más importante porque la población mundial aumenta y estamos consumiendo el suministro finito de recursos naturales.

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Piénsalo dos veces antes de cambiar de dispositivo

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) conforman la categoría que más crece en la UE. Los RAEE se componen de plásticos y metales, entre ellos se encuentran algunos nocivos, como el mercurio, y otros valiosos, como el oro, utilizado en las placas de los circuitos.

Para proteger el reciclado y el medio ambiente, la UE ha establecido objetivos en el reciclado de los productos electrónicos para lograr ahorrar recursos y restringir los materiales peligrosos que incluyen.

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