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por Martin Seychell, director adjunto de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea

por Martin Seychell, director adjunto de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea

¿Cómo puede contribuir la Comisión a conseguir sistemas sanitarios más eficaces, adaptables y accesibles? Es un reto complejo: los Estados miembros tienen sus propios sistemas nacionales de salud y sus propias redes de recursos, instituciones y personas que trabajan en el ámbito sanitario. ¿Cómo puede así la UE aportar un valor añadido?

Como se indica en su Comunicación sobre los sistemas sanitarios de 2004, la Comisión promueve la cooperación a nivel de la UE con el fin de reforzar la eficacia, aumentar la accesibilidad y mejorar la adaptabilidad de los sistemas sanitarios nacionales de la UE.  

Para reforzar la eficacia, por ejemplo, la UE fomenta la evaluación del rendimiento de los sistemas sanitarios, la seguridad de los pacientes y la integración de la asistencia. Para mejorar la adaptabilidad, promueve la cooperación en la evaluación de las tecnologías sanitarias (ETS) y la sanidad electrónica.   Y para aumentar la accesibilidad, la UE fomenta la incorporación de personal sanitario idóneo, el acceso a los medicamentos innovadores y la aplicación óptima de la Directiva de 2011 sobre asistencia sanitaria transfronteriza.

El triple objetivo de eficacia, accesibilidad y adaptabilidad es, asimismo, el factor determinante para plantearse reformas de los sistemas sanitarios en el marco del Semestre Europeo, es decir, el ciclo anual de la UE de coordinación de las políticas macroeconómicas y presupuestarias y de las reformas , estructurales, durante el cual la UE presenta recomendaciones específicas por país y evalúa los avances en el programa de reformas.

El «proceso del semestre europeo» ha puesto de relieve los siguientes elementos para las reformas de los sistemas sanitarios: proporcionar servicios eficaces de asistencia sanitaria primaria y facilitar el acceso a ellos, velar por una buena relación coste-eficacia de los medicamentos, mejorar la integración de la atención, evaluar la eficacia relativa de las tecnologías sanitarias y fomentar la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.

En junio de 2016, el Consejo formuló recomendaciones específicas por país a los Estados miembros. A pesar de la racionalización general y de la reducción de las recomendaciones, el número de las relativas a las reformas de los sistemas sanitarios aumentó de 11 en 2015 a 13 en 2016. En general, en 2016, las recomendaciones relacionadas con la salud se centraron en la necesidad de mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de los sistemas sanitarios, pero a este desafío presupuestario se le suelen unir otros, como la eficacia, la calidad y/o la accesibilidad a la asistencia sanitaria. El acceso a una atención sanitaria de calidad se indica explícitamente como un objetivo político en seis de las recomendaciones por país de este año. Además, muchas de las recomendaciones exigen reformas concretas y específicas para optimizar el sector hospitalario y reforzar la atención primaria.

El principio de acceso a la asistencia sanitaria, que refleja la necesidad de proporcionar un acceso oportuno a una atención sanitaria asequible y de calidad para todos, también se ha incluido en el pilar europeo de los derechos sociales. Se invita a todas las partes interesadaos a contribuir en la conformación del pilar europeo de derechos sociales mediante la participación en la consulta realizada por la Comisión, que permanecerá abierta hasta el 31 de diciembre de 2016.  

Ahora más que nunca, es importante destacar la contribución de la salud a la prosperidad económica y a la cohesión social.

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