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El equipo de MMB gana el Gran Desafío polaco de desarrollo de tecnología de energía eólica

  • 16 Mar 2022
Aneta Ruzik, directora del programa Grand Challenge – Energy de Polonia, habla con Panorama sobre la organización del concurso, que ganó el equipo de la empresa MMB de Gdansk, dirigido por el profesor Zbigniew Krzemiński, por presentar el mejor prototipo de parque eólico del país. Grand Challenge – Energy fue un concurso abierto para innovadores, inventores, investigadores y estudiantes, centrado en las energías renovables. El reto consistía en diseñar y presentar un nuevo dispositivo que transforme el viento en energía eléctrica y, a su vez, la almacene de la forma más eficiente. El objetivo del concurso es abordar los retos socioeconómicos relacionados con la transición hacia la neutralidad climática, mediante la búsqueda de soluciones locales y fáciles de aplicar para reducir la contaminación atmosférica y las emisiones de gases de efecto invernadero. La tecnología desarrollada en el marco del concurso tenía el potencial para proporcionar un medio para acceder a la electricidad sin conexión a la red y, sobre todo, contribuir al ahorro de los hogares. El ganador recibió un premio de 1 millón de eslotis (PLN) procedente de los fondos de la política de cohesión, en concreto, del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
El equipo de MMB gana el Gran Desafío polaco de desarrollo de tecnología de energía eólica

¿Puede explicar en qué consiste la iniciativa y cómo se le ocurrió esta idea? 

Grand Challenge Energy es una fórmula sin precedentes que se basa en los concursos del tipo de Grandes Desafíos puestos en marcha en 2004 por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada para la Defensa (DARPA) de los Estados Unidos. El Centro Nacional de Investigación y Desarrollo (NCBR, por sus siglas en inglés) de Polonia, previa consulta con expertos científicos, creó un desafío de investigación en 2019 como respuesta tecnológica a un problema social y energético importante.

Invitamos a un amplio grupo de participantes a resolver este desafío, entre los que se encontraban innovadores, estudiantes y clubes de estudiantes, inventores, emprendedores y aficionados. A diferencia de otros programas del NCBR financiados con fondos europeos que se organizan en el marco de una subvención, los destinatarios de Grand Challenge Energy son personas particulares. Gracias a la fórmula abierta, las formalidades mínimas y los costes relativamente bajos de la resolución del desafío, todos los inventores tuvieron la oportunidad de participar. 

La ejecución del desafío se guio por el objetivo de estimular la creación y el desarrollo de tecnologías revolucionarias en el ámbito de las instalaciones eficaces a pequeña escala que utilizan la energía eólica y, opcionalmente, el almacenamiento de energía. 

Se estableció un problema de investigación específico para los participantes de Grand Challenge Energy. La tarea consistía en convertir la energía eólica en electricidad de la manera más eficiente posible, utilizando el almacenamiento de energía opcional. Las tecnologías desarrolladas en el marco del concurso tienen la oportunidad de ser demostradas en diversos lugares; no solo en los hogares, sino también, por ejemplo, en edificios públicos, centros de agroturismo, refugios de montaña, pasajes subterráneos y túneles ferroviarios. De esa forma, el proyecto ayuda a promover la energía procedente de fuentes de energía renovables en muchos aspectos de nuestra vida. 

¿Cuáles fueron los mayores retos a los que se enfrentó al organizar este concurso?

El mayor reto fue establecer las bases de la competición tecnológica, que es mucho más difícil que, por ejemplo, organizar una competición deportiva. Esto se debe a la necesidad de seleccionar adecuadamente los criterios y parámetros cuantificables que permitan una evaluación objetiva de la amplia gama de tecnologías que proponen los participantes. 

Otro reto fue la preparación de los sistemas artificiales de medición del viento para los cincuenta y un molinos de viento que competían en las semifinales. A pesar de estas dificultades, hemos demostrado que organizar un concurso de tecnología es realmente factible. 

El equipo ganador presentó el mejor prototipo de parque eólico del país. ¿Qué tiene de especial esta nueva tecnología? ¿Puede ser una solución real para el futuro?

El ganador fue el equipo de la empresa MMB de Gdansk, dirigido por el profesor Zbigniew Krzemiński, que está formado por especialistas que trabajan a diario en el diseño de sistemas electrónicos, electrónica de potencia y dispositivos de propulsión. Su bagaje profesional dio sus frutos durante la participación en el concurso.

El molino de viento que se desarrolló junto con el sistema se basa principalmente en unos amplios conocimientos técnicos en el campo del diseño, el dimensionamiento y el cálculo del balance energético y de la eficiencia mediante la conversión de la energía eólica en electricidad. 

El parque eólico que creó el equipo está equipado con una turbina de gran potencia. Cada etapa de la conversión de energía está configurada de manera que se garantice una alta eficiencia. Utiliza algoritmos para el control óptimo de la turbina en condiciones estables que tienen en cuenta el almacenamiento de energía. El dispositivo funciona sin ninguna limitación de potencia en caso de vientos fuertes y aprovecha al máximo la energía eólica a baja y alta velocidad. Durante la final, el molino ganador generó hasta 1,7 kWh de energía, mientras que el subcampeón generó menos de 1 kWh, por lo que la victoria no fue casualidad. 

El concurso recibió ayuda financiera de la Unión Europea. ¿Cómo conoció los fondos europeos y las iniciativas cofinanciadas por la Unión?

Sí, los fondos de la Unión Europea (UE) fueron la base para llevar a cabo este concurso e hicieron posible la financiación del premio. Estamos muy contentos de que la UE apoye la financiación de este tipo de iniciativas, gracias a las cuales podemos aumentar el potencial de innovación y crear un entorno para el desarrollo de nuevas tecnologías. El NCBR supervisa de forma permanente las oportunidades de financiación de trabajos de investigación y desarrollo que implican la utilización de fondos europeos. 

¿Tiene en mente otros proyectos de este tipo para el futuro? ¿O tal vez una segunda edición del Gran Desafío? 

No cabe duda de que organizaremos más concursos en diversos ámbitos, tanto en el campo de la tecnología como en el de la creación de soluciones o conceptos en los ámbitos de las tecnologías de la información, la agricultura, la seguridad o el Pacto Verde Europeo, entre otros. La fórmula del Gran Desafío es una forma eficaz de adquirir nuevas tecnologías por un desembolso económico relativamente pequeño y, además, permite la participación de un amplio abanico de partes interesadas, ya que cualquiera que tenga una idea para una solución puede participar en el concurso. Este tipo de concurso es también muy divertido y es un gran impulsor comercial, por lo que queremos que continúe. 

Más información:

Grand Challenge – Energy (sitio web en polaco).