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por Paola Testori Coggi, Directora General de Salud y Consumidores de la Comisión Europea

por Paola Testori Coggi, Directora General de Salud y Consumidores de la Comisión Europea

El 20 de febrero de 2013, la Comisión Europea aprobó su Paquete de inversión social para el crecimiento y la cohesión. Como se ponía de relieve en el documento de trabajo sobre la inversión en salud que acompaña al paquete de medidas de la Comisión, la salud es parte integrante de la estrategia Europa 2020.

El documento de trabajo recomienda la reforma de los sistemas de salud, con el doble objetivo de dar acceso a una asistencia sanitaria de calidad y lograr una utilización más eficiente de los recursos públicos. Dicha recomendación se inscribe en la línea abierta por el Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento 2013 pdf, donde se reconocía la contribución de la salud a la recuperación del empleo y se propugnaba la reforma de los sistemas sanitarios para garantizar su rentabilidad y la sostenibilidad.

Partiendo de la base de que la salud es un valor en sí misma y que representa un tipo de gasto favorable al crecimiento, el documento de trabajo de la Comisión se ocupa de los tres grandes temas que se esbozan a continuación.

Invertir en sistemas de salud sostenibles

Los sistemas de salud de Europa son un elemento esencial de nuestro alto nivel de protección social y constituyen la piedra angular de la economía social de mercado europea. Las restricciones que impone la crisis económica, unidas a unos cambios demográficos de carácter más estructural y a la naturaleza de las enfermedades que afectan a la población europea, acrecientan la necesidad de reformar y modernizar dichos sistemas. Sin embargo, los responsables políticos deben evitar la tentación de los falsos ahorros a corto plazo. La UE puede prestar apoyo a los Estados miembros respaldando estas reformas, por ejemplo a través de la mejora de la rentabilidad mediante la innovación o del desarrollo de herramientas más perfeccionadas para evaluar el rendimiento de los sistemas sanitarios. La mejora de la eficacia puede lograrse con medidas muy diversas, como reducir las consultas a especialistas y las hospitalizaciones que no sean necesarias, reforzar la atención primaria, fomentar el uso de medicamentos equivalentes menos caros (genéricos) o evaluar la rentabilidad de las tecnologías sanitarias como base para la toma de decisiones.

La salud como inversión en capital humano

La salud puede impulsar el crecimiento económico al hacer posible que las personas se mantengan activas más tiempo y en mejores condiciones. El estado de salud de la población afecta a la participación en el mercado de trabajo y a la productividad. Invertir en la salud de la población también contribuye a limitar los costes relacionados con el tratamiento futuro de enfermedades prevenibles e implica invertir en la eficiencia del personal sanitario.

La política de salud pública debe centrarse en la prevención de enfermedades y la promoción de la salud, al objeto de reducir las cargas humanas y económicas que se derivan de las enfermedades crónicas. La Asociación Europea para la Innovación sobre un Envejecimiento Activo y Saludable está elaborando ejemplos interesantes de actuaciones para fomentar una vida más saludable, activa e independiente entre las personas que envejecen.

Invertir para reducir las desigualdades en materia de salud

Los resultados en el campo de la salud varían considerablemente dentro de cada Estado miembro y a nivel de la UE. Las desigualdades en materia de salud son aún mayores en el caso de determinados grupos vulnerables, como minorías étnicas y grupos de migrantes. Invertir para reducir las desigualdades en materia de salud contribuye a la cohesión social y rompe el círculo vicioso entre mala salud, pobreza y exclusión. Además de representar un derroche de potencial humano, las desigualdades sanitarias también pueden provocar pérdidas económicas de enorme magnitud. El acceso universal a los servicios de asistencia sanitaria contribuye a reducir la pobreza y combatir la exclusión social. Para abordar los factores sociales determinantes de la salud, es necesaria una acción intersectorial: “La salud en todas las políticas”.

El principal mensaje del documento de la Comisión es que el gasto rentable, las reformas estructurales y la innovación en los sistemas sanitarios pueden mejorar la eficacia y garantizar mejores resultados en el campo de la salud.

La inversión en salud, una prioridad del paquete de medidas de inversión social

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