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por Martin Seychell, director general adjunto de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea

por Martin Seychell, director general adjunto de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea

La carga que representan las enfermedades crónicas es sorprendente: el 86% del total de muertes, o 4 millones de euros anuales, tienen que ver con estas enfermedades en Europa.

Las enfermedades crónicas se desarrollan lentamente, duran mucho tiempo y con frecuencia son incurables. Causan un gran sufrimiento humano y suponen una carga enorme para la sanidad. Actualmente el gasto que generan representa entre el 70% y el 80% del total del gasto sanitario en la UE (unos 700.000 millones de euros). Además, no solo impiden trabajar a muchas personas sino que afectan a casi la cuarta parte (23,5%) de las que trabajan. El absentismo resultante cuesta anualmente a la UE un 2,5% del PIB.

Pero aunque el diagnóstico es desolador, el pronóstico no debe serlo. Muchas enfermedades crónicas, como las cardiovasculares y la diabetes de tipo 2, podrían evitarse con una vida sana, y otras, como la esclerosis múltiple o la demencia, pueden tratarse de manera que los pacientes se sientan mejor y puedan permanecer más tiempo activos. En resumen, podemos reducir la carga en gran medida si colaboramos para mejorar la prevención y la gestión.

Pero, ¿cómo podemos hacerlo? ¿Con qué criterios? Para presentar ideas y abrir debates sobre este tema, la Comisión Europea invita a los Estados miembros, las organizaciones internacionales y los interesados a la Conferencia sobre Enfermedades Crónicas que se celebrará el 21 de abril en Bruselas.

La finalidad de la Conferencia es fomentar la cooperación, pero será también el momento de presentar la plataforma de política de salud de la UE, que será una poderosa herramienta de comunicación y colaboración entre la Comisión Europea y los interesados nacionales y europeos en el ámbito de la salud, y también entre los propios interesados.

La plataforma permitirá a todos ellos, y por ende a los que se ocupan de enfermedades crónicas, comunicar su trabajo online y debatirlo directamente, intercambiar buenas prácticas, redactar documentos conjuntos, promocionar eventos y acceder a una biblioteca especializada.

El reto es enorme, pero también lo son las posibilidades. Así pues, pongámonos manos a la obra. A ver si, juntos,encontramos soluciones eficaces.