Impulsar el crecimiento y la cohesión en las regiones fronterizas de la UE

La Unión Europea (UE) tiene cuarenta regiones fronterizas terrestres internas, que suponen el 40 % del territorio de la Unión y casi el 30 % de la población de la UE. Sin embargo, las regiones fronterizas obtienen peores resultados económicos que otras regiones de un mismo Estado miembro. El acceso a los servicios públicos, como los hospitales y las universidades, suele ser menor en las regiones fronterizas. Al estar situadas entre dos sistemas administrativos y jurídicos diferentes, las personas, las empresas y las autoridades públicas de las regiones fronterizas se enfrentan a dificultades específicas. Hacen falta medidas que vayan más allá de la financiación europea, ya que estas dificultades continuas no pueden resolverse únicamente a través de la financiación y las inversiones. A fin de hacer frente a estas dificultades y proponer una serie de nuevas acciones concretas, la Comisión adoptó, el 20 de septiembre de 2017, su Comunicación «Impulsar el crecimiento y la cohesión en las regiones fronterizas de la UE».

Esta Comunicación destaca de qué forma la UE y sus Estados miembros pueden reducir la complejidad, la duración y los costes de la interacción transfronteriza y promover la puesta en común de servicios a lo largo de las fronteras interiores. En ella se analiza lo que es necesario mejorar para garantizar que los ciudadanos de las fronteras puedan beneficiarse plenamente de las oportunidades que se presentan a ambos lados de la frontera. Asimismo, tiene por objeto contribuir al proceso de reflexión que se inició con el Libro Blanco sobre el futuro de Europa proponiendo medidas y formulando recomendaciones que facilitan la cooperación entre las regiones situadas en las fronteras terrestres internas, contribuyen a reducir los obstáculos y ayudan a los ciudadanos y las empresas fronterizos a aprovechar plenamente el potencial de estas regiones.

En la Comunicación se propone un conjunto de acciones para mejorar la situación de competencia y cohesión de las regiones fronterizas, especialmente atendiendo a algunas de las barreras jurídicas y administrativas que actualmente impiden mejorar la cooperación y la interacción. La creación de un «Centro de Cuestiones Fronterizas» dentro de la Comisión facilitará la aplicación de estas medidas. Dicho grupo, formado por expertos de la Comisión en cuestiones transfronterizas, ofrecerá asesoramiento a las autoridades nacionales y regionales para que puedan hacer frente a los obstáculos jurídicos y administrativos de las fronteras.

Los efectos positivos de la reducción de los obstáculos transfronterizos contribuirán al desarrollo socioeconómico y a la integración de las regiones fronterizas. La Comisión desempeña un papel fundamental en este proceso mediante la propuesta de actos legislativos o mecanismos de financiación, o el apoyo a los Estados miembros y las regiones para que comprendan mejor los retos y desarrollen disposiciones operativas, especialmente fomentando la puesta en común de información y exponiendo las prácticas eficaces en sus regiones fronterizas.

La Comunicación va acompañada de un documento de trabajo en el que se describen conceptos clave y el proceso de elaboración, que comenzó en 2015 con la iniciativa «Revisión transfronteriza». Además, facilita información adicional sobre las dificultades jurídicas y administrativas a las que se enfrentan las regiones fronterizas de la UE, así como sus repercusiones sociales, y respalda las acciones propuestas por la Comisión en la Comunicación con un análisis más profundo y ejemplos concretos.

Los días 20 y 21 de septiembre se celebró en Bruselas un evento de lanzamiento que marcará la adopción de esta Comunicación. Otros tres eventos similares se organizarán fuera de Bruselas entre octubre de 2017 y febrero de 2018 en Mérida (España), Copenhague (Dinamarca) y Bratislava (Eslovaquia).