Andrzej Rys, director de Sistemas y Productos Sanitarios, Dirección General de Salud

En su Comunicación de 2010 sobre la salud mundial, la Comisión señalaba el alcance del concepto (la mejora de la salud en todo el mundo, la reducción de las desigualdades y la protección frente a las amenazas sanitarias globales) y lo analizaba desde diversos puntos de vista como el desarrollo, el comercio, la seguridad, los derechos humanos y la gobernanza. ¿Qué papel desempeñan en este modelo las políticas y los instrumentos de la UE?

La UE aboga firmemente por la gobernanza mundial y el multilateralismo y considera que la OMS debe asumir el liderazgo global en los temas sanitarios. La Comisión y la OMS cooperan en un amplio abanico de cuestiones: de hecho, la UE es el tercer proveedor de fondos de la OMS y desempeña un papel clave en sus órganos de gobierno.

La UE también contribuye a la gobernanza sanitaria mundial mediante otras políticas internacionales que inciden sobre la salud como, por ejemplo, las relacionadas con el comercio, la investigación y el desarrollo. Dentro de la Comisión, la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria mantiene diálogos con otros servicios de la institución sobre cuestiones sanitarias de impacto o dimensiones mundiales.

Las negociaciones de acuerdos de comercio internacional son seguidas de cerca por la comunidad sanitaria mundial, preocupada por el posible impacto negativo de la convergencia de las normas y por la capacidad de los gobiernos para regular los mercados en beneficio de la salud pública. Para evitar los efectos negativos, hay que buscar en todo momento una visión de conjunto y detectar los vínculos cuya existencia puede no estar clara a primera vista, como ocurre a veces al examinar determinadas cuestiones comerciales y de salud pública.

La UE también trabaja para mejorar la gobernanza de la salud mundial, mediante estrategias internacionales desarrolladas por la Comisión y muchos de los Estados miembros para lograr la coherencia entre las políticas interiores y exteriores.

Estas iniciativas se llevan a cabo en colaboración con muchos agentes (la OMS y otras organizaciones internacionales, los demás servicios de la Comisión, los Estados miembros, las ONG, los responsables políticos, la industria y otras partes interesadas), ya que la protección y mejora de la salud a nivel mundial requiere un enfoque global.  Al igual que los seres humanos, los países, las regiones y los continentes están interconectados y no son inmunes a los riesgos para la salud como el ébola, la resistencia a los antimicrobianos y el VIH/sida. Para hacer frente a estas y otras amenazas son imprescindibles la cooperación y la buena voluntad de todos.