Enviar a un amigo
RSS
google +
Versión impresa

Por Tonio Borg, comisario europeo de Salud

Por Tonio Borg, comisario europeo de Salud

A lo largo de todo el verano, la Comisión Europea ha colaborado estrechamente con los Estados miembros de la UE en el marco del Comité de Seguridad Sanitaria a fin de mantenerlos informados sobre los últimos acontecimientos y coordinar las actuaciones en materia de prevención y preparación ante el Ébola. Los trabajos del Comité de Seguridad Sanitaria han versado sobre aspectos como las evacuaciones médicas, las estructuras hospitalarias de la UE, el asesoramiento a los viajeros, la definición de casos, la cooperación entre los laboratorios y el tratamiento.

La Dirección General de Salud y Consumidores de la Comisión lleva ya nueve meses supervisando de cerca la situación, en colaboración con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud. Desde el mes de marzo, en el que se registraron los primeros brotes, la Comisión ha invertido más de 11,9 millones de euros en la ayuda a los países afectados y el despliegue de dos laboratorios móviles europeos para prestar asistencia y realizar pruebas in situ. 

Además, la Comisión colabora con los Estados miembros, la OMS y otras organizaciones para asistir a los países afectados. La aportación de la UE se encuentra bajo la coordinación la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO). Miles de voluntarios, muchos de ellos de la UE, arriesgan sus vidas para salvar las de otras personas, en un ejercicio de extraordinaria dedicación y colaboración estrecha con el personal y las autoridades locales.

A pesar de la gravedad de la crisis, que subrayé en mis declaraciones del 8 de agosto, el riesgo de que el Ébola se propague a Europa se considera muy bajo, en particular si los viajeros y los trabajadores sanitarios que regresan reciben una información adecuada. El Ébola no se transmite a través del aire, sino exclusivamente por contacto directo con la sangre u otros fluidos corporales de las personas o los animales infectados, vivos o muertos. Eso significa que el contagio se puede evitar tomando las precauciones oportunas. 

Dicho esto, la Comisión Europea permanece atenta y en disposición de propiciar la colaboración de los Estados miembros para proteger a los ciudadanos de la UE en cualquier eventualidad, de conformidad con la Decisión 1082/2013/UE sobre las amenazas transfronterizas graves para la salud.