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La política de cohesión de la UE —la política de invertir en las regiones europeas para mejorar el nivel de vida— siempre ha sido la expresión más visible de la solidaridad y la interdependencia europeas. Desde su fundación en 1958, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha tenido un papel destacado en el fomento de la cohesión en la UE.
En el transcurso del último presupuesto a largo plazo de la UE, el Grupo BEI financió inversiones por valor de unos 630 000 millones EUR entre 2014 y 2020 en las regiones de cohesión, un volumen considerable que equivale aproximadamente al 16 % del producto interior bruto (PIB) de estas regiones.
Según un estudio publicado en julio, los préstamos concedidos por el Grupo BEI en apoyo de la política de cohesión de la UE contribuyeron a contener las consecuencias económicas de la pandemia y ahora podrían ayudar a contrarrestar algunos de los efectos a corto plazo de la guerra de Ucrania. Los beneficios a largo plazo de estas inversiones pueden ir incluso más allá: para 2040, se espera que las inversiones financiadas entre 2014 y 2020 aumenten el PIB de la UE en un 4,7 % por encima del valor de referencia, y conduzcan a la creación de 3,2 millones de puestos de trabajo adicionales.
El Grupo BEI apoya la política de cohesión de la UE concediendo préstamos y servicios de asesoramiento a entidades tanto del sector privado como del sector público y creando y gestionando fondos de deuda, de capital o de garantía por cuenta de autoridades públicas nacionales y regionales.
El pasado mes de octubre, el BEI adoptó un enfoque de la cohesión más amplio, más audaz y más articulado aumentando su apoyo a las regiones rezagadas de Europa y garantizando al mismo tiempo que la mitad de todos sus préstamos se destinen a la acción por el clima y la sostenibilidad ambiental.