por la Dra. Martina Pötschke-Langer, jefa de la Unidad de Prevención del Cáncer del Centro Colaborador de la OMS para el Control del Tabaco en el Centro Alemán de Investigación Oncológica (DKFZ)
El pasado 20 de mayo la nueva Directiva sobre los productos del tabaco pasó a ser aplicable en los Estados miembros de la UE. Es un logro importante para la salud pública en la UE y, muy especialmente, quiere disuadir de fumar a los jóvenes.
La Directiva introduce cambios importantes en los productos del tabaco que se venden en la UE. No se permiten los cigarrillos con sabores, como los mentolados o afrutados, que resultan tan atractivos para los jóvenes. Los paquetes de cigarrillos llevarán advertencias sanitarias combinadas de gran tamaño que recordarán a los consumidores los riesgos que supone fumar. Las tabacaleras no podrán comercializar sus productos con términos engañosos como "ecológico" o "natural". La Directiva también aborda el comercio ilegal de productos del tabaco. Las nuevas disposiciones sobre cigarrillos electrónicos garantizarán que estos productos estén ya regulados en la UE y cumplan unas normas específicas de seguridad y calidad.
Los dos últimos años han sido intensos para los que trabajamos en el control del tabaco.
La Comisión Europea ha adoptado nueve actos jurídicos (ocho de ejecución y uno delegado) que contienen las normas técnicas necesarias para aplicar la Directiva, referidas principalmente a los métodos para determinar los aromas en los productos del tabaco, la apariencia de las nuevas advertencias sanitarias y las normas aplicables a los cigarrillos electrónicos recargables.
El Parlamento Europeo y el Consejo han defendido la Directiva en tres causas interpuestas por las tabacaleras y un Estado miembro. El 4 de mayo el Tribunal de Justicia la declaró válida en todos sus puntos, confirmando así que es conforme al mercado interior y garantizando que no se pierdan sus beneficios para la salud pública.
Los Estados miembros también han hecho un gran esfuerzo para transponer la Directiva. Muchos han introducido en sus legislaciones medidas complementarias o más estrictas sobre el tabaco, como el empaquetado neutro o paquete genérico, las restricciones de la publicidad o las normas sobre ambientes sin humo.
Para quienes trabajamos en el control del tabaco, la lucha por una Directiva basada en datos reales y orientada a la salud fue una labor ardua, especialmente cuando tuvimos que enfrentarnos a la presión ingente de las tabacaleras y sus aliados. Esta difícil tarea continuó en los Estados miembros y nosotros les ayudamos a transponer la Directiva.
La aplicación de la Directiva en toda la UE es un gran paso adelante para garantizar la salud de todos nuestros ciudadanos. La prevalencia del tabaquismo ya está bajando en la UE. La Directiva debe consolidar esta tendencia y lograr que cada vez menos jóvenes adquieran este mortífero vicio.
