por Martin Seychell, director general adjunto de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea

La afluencia continua de refugiados a Europa es un reto sin precedentes para muchos Estados miembros y requiere la solidaridad de toda la Unión Europea. 

El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha declarado que la crisis de los refugiados es la prioridad inmediata de actuación de la Unión Europea. La asistencia sanitaria debe seguir formando parte de la respuesta global y las necesidades sanitarias de los refugiados, especialmente los más vulnerables, deben atenderse.

 La Comisión ha movilizado recursos y está preparada para apoyar a los sistemas de recepción y sanidad de los Estados miembros especialmente presionados a la hora de ofrecer servicios, sanitarios inclusive, a los inmigrantes.

La Comisión garantiza una estrecha cooperación entre los comisarios que se ocupan de estos temas, las agencias de la UE y las principales ONG y organizaciones internacionales. A través del Comité de Seguridad Sanitaria, la DG de Salud y Seguridad Alimentaria colabora con los Estados miembros de tránsito o de destino que sufren una fuerte presión migratoria.

Entre otras cosas, hemos preparado una lista de control para evaluar la salud de los inmigrantes en los puntos críticos y zonas de recepción y así poder reconstruir los historiales clínicos personales y ofrecer asistencia a los que la necesiten.

 Es muy importante aclarar que estas medidas se están tomando para proteger la salud de los refugiados y no a raíz de los temores infundados de que puedan propagar enfermedades infecciosas, abusar de los sistemas sanitarios o suponer una carga para la sanidad. Es su salud la que está en riesgo, no la de los ciudadanos de la UE.

La DG de Salud y Seguridad Alimentaria reforzará el apoyo a las medidas relacionadas con la salud de los inmigrantes cofinanciando proyectos dentro del Programa de Salud. Los avances logrados hasta ahora se describen en el reciente estado de la cuestión de la Agenda Europea de Migración que acaba de publicar la Comisión.

Según ha afirmado Jean-Claude Juncker, "las palabras nobles deben ir seguidas de actuaciones concretas".

Y no solo ahora, sino en los próximos meses. Para atender las necesidades sanitarias de estas gentes tenemos que mirar al futuro, más allá de la respuesta a corto plazo. Este futuro puede ser más brillante para millones de personas si seguimos afrontando el problema con convicción y compasión.