Por Paola Testori Coggi, Directora General de Salud y Consumidores

La firma por los ministros de Sanidad —reunidos en el Consejo— del Acuerdo de adquisición conjunta de contramedidas médicas el 20 de junio en Luxemburgo supone un nuevo hito en nuestra labor de proteger a los ciudadanos europeos de las amenazas transfronterizas para la salud, como las enfermedades transmisibles. El Acuerdo de adquisición conjunta define el marco de compras comunes y hace posible que los países adquieran vacunas y otras contramedidas médicas en grupo, en lugar de hacerlo por separado.

Gracias a la fuerza de los signatarios unidos, la adquisición conjunta permite a los Estados miembros garantizar la disponibilidad de vacunas y medicamentos en cantidades suficientes y a precios justos ante la eventualidad de una amenaza sanitaria transfronteriza.

Este mecanismo beneficiará a todos los países de la UE y en particular a los que tuvieron dificultades para adquirir vacunas desarrolladas para la pandemia de H1N1 en 2009. De hecho, fueron esta pandemia y las conclusiones que de ella se extrajeron las que incitaron a la Comisión Europea a tomar medidas en este campo.

Con todo, el Acuerdo va más allá de las vacunas para pandemias. Los Estados miembros podrían aprovechar su ampliación para abarcar la adquisición de contramedidas médicas para otras enfermedades infecciosas, como el VIH/SIDA, la hepatitis B o el virus del papiloma humano.

La firma del Acuerdo es estrictamente voluntaria. Hasta la fecha 14 países de la UE se han comprometido con esta innovadora medida y otros 8 han aceptado suscribir una declaración de intenciones con vistas a firmar el Acuerdo en el futuro.  Felicito a todos los Estados que han firmado el Acuerdo y hago un llamamiento a aquellos que aún no han prestado su apoyo a esta importante iniciativa para que aprovechen las oportunidades que ofrece y lo firmen tan pronto como sea posible, en aras de la protección de sus ciudadanos y de la población europea.