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por Ursula O'Dwyer, consejera de política de promoción de la salud, Ministerio de Sanidad de Irlanda

por Ursula O'Dwyer, consejera de política de promoción de la salud, Ministerio de Sanidad de Irlanda

Las conclusiones del Consejo del 20 de junio sobre alimentación y actividad física han sido acogidas con satisfacción y demuestran que estamos tomándonos cada vez más en serio un problema cuya gravedad va en aumento: más de la mitad de los europeos adultos tienen sobrepeso o sufren de obesidad, los niños se están aproximando peligrosamente a sus padres y un número elevado de ancianos sufre de malnutrición.

Unos estilos de vida poco saludables tienen indiscutiblemente grandes repercusiones en la vida de los ciudadanos, en los presupuestos sanitarios nacionales y en la competitividad europea. No cabe duda de que el problema no solo merece toda nuestra atención, sino nuestro compromiso absoluto en intervenir.

Por eso tenemos motivos para celebrar que las mencionadas conclusiones coincidan con el plan de acción contra la obesidad infantil, acordado por los representantes de los Estados miembros, y apoyen sus medidas voluntarias para detener el aumento de la obesidad infantil antes de 2020.

En ambos documentos se invita a los Estados miembros y a la Comisión a fomentar los buenos hábitos alimentarios desde una edad temprana, promover entornos saludables, hacer que la opción más sana sea la más fácil y limitar la exposición de los niños a la publicidad de alimentos con elevado contenido de grasas saturadas, azúcares añadidos y sal. También animan a incrementar la participación de las familias, fomentar la actividad física y aumentar las iniciativas eficaces para mejorar la dieta y el ejercicio y prevenir la malnutrición de los mayores.

Ya se están tomando otras medidas: se prevé, en colaboración con la OMS, un mecanismo de control del plan de acción contra la obesidad infantil, una acción conjunta respaldada por el Programa de Salud de la UE apoyará el intercambio de buenas prácticas y la creación de instrumentos de 2015 en adelante, y la actividad de la Asociación para la Innovación sobre Envejecimiento Activo y Saludable está teniendo difusión.

Al poner en marcha todas estas medidas es como si nos hubiéramos apuntado a un gimnasio. Pero nadie se pone en forma solo con pagar la cotización: hay que ir al gimnasio. Ahora tenemos que poner en práctica nuestras buenas intenciones y solicitar mayores esfuerzos de todas las partes interesadas. Como diría un entrenador personal: "¡Vamos! ¡Tú puedes!" El objetivo merece la pena.

Ahora somos miembros de un gimnasio ultramoderno: ¡hay que poner en marcha esas máquinas!

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