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Archive:Cuentas nacionales y PIB

Datos recogidos en mayo 2015. Datos más recientes: Más información de Eurostat, Tablas principales y Base de datos. Fecha prevista para la actualización del artículo: marzo de 2017.
Gráfico 1: PIB a precios corrientes de mercado, 2004–2014
(miles de millones EUR)
Fuente: Eurostat (tec00001) y (nama_10_gdp)
Tabla 1: PIB a precios corrientes de mercado, 2003–2004 y 2012–2014
Fuente: Eurostat (nama_10_gdp), (nama_10_pc) y (tec00114)
Gráfico 2: PIB per cápita a precios corrientes de mercado, 2003 y 2013 (1)
(EU-28 = 100; en EPA por habitante)
Fuente: Eurostat (tec00114)
Gráfico 3: Crecimiento real del PIB, 2004–2014
(% de cambio con respecto al año anterior)
Fuente: Eurostat (nama_10_gdp)
Tabla 2: Crecimiento real del PIB, 2004–2014
(% de cambio con respecto al año anterior; media 2004–2014)
Fuente: Eurostat (nama_10_gdp)
Tabla 3: Valor añadido bruto a precios básicos, 2003 y 2013
(% del valor añadido bruto total)
Fuente: Eurostat (nama_nace10_c)
Gráfico 4: Valor añadido bruto, EU-28, 2004–2014
(2005 = 100)
Fuente: Eurostat (nama_10_a10)
Gráfico 5: Valor añadido bruto, EU-28, 2004–2014
(2005 = 100)
Fuente: Eurostat (nama_10_a10)
Gráfico 6: Productividad laboral, EU-28, 2004 y 2014
(1 000 EUR por persona empleada)
Fuente: Eurostat (nama_10_a10) y (nama_10_a10e)
Tabla 4: Productividad laboral real, 2004–2014
(2010 = 100)
Fuente: Eurostat (nama_10_lp_ulc)
Gráfico 7: Gasto en consumo y formación bruta de capital a precios constantes, EU-28, 2004–2014
(2005 = 100)
Fuente: Eurostat (nama_10_gdp)
Gráfico 8: Índice anual de variación
(real) de los componentes del gasto del PIB, EU-28, 2004–2014
(%)
Fuente: Eurostat (nama_10_gdp)
Gráfico 9: Componentes del gasto del PIB, EU-28, 2014
(% del PIB)
Fuente: Eurostat (nama_10_gdp) o (tec00009), (tec00010), (tec00011) y (tec00110)
Gráfico 10: Formación bruta de capital fijo, 2014
(% del PIB)
Fuente: Eurostat (nama_10_gdp)
Tabla 5: Inversión, 2003, 2008 y 2013
(% del PIB)
Fuente: Eurostat (tsdec210)
Gráfico 11: Distribución de la renta, 2014
(% del PIB)
Fuente: Eurostat (nama_10_gdp) o (tec00016), (tec00015) y (tec00013)
Gráfico 12: Distribución de la renta, EU-28, 2004–14
(2005 = 100)
Fuente: Eurostat (nama_10_gdp) o (tec00016), (tec00015) y (tec00013)
Tabla 6: Gasto en consumo de los hogares, 2004, 2009 y 2014
Fuente: Eurostat (nama_10_gdp) y (nama_10_pc)

Las cuentas nacionales son la fuente de multitud de indicadores económicos conocidos que se presentan en este artículo. El producto interior bruto (PIB) es la medida más utilizada para el conjunto de una economía, mientras que se utilizan ampliamente indicadores derivados, como el PIB per cápita, por ejemplo en euros o ajustado en función de las diferencias de los precios, para comparar los niveles de vida o hacer un seguimiento del proceso de convergencia en toda la Unión Europea (UE).

Por otra parte, el desarrollo de componentes específicos del PIB y de indicadores relacionados, como los relativos a la producción económica, las importaciones y las exportaciones, el consumo interior (privado y público) o las inversiones, así como los datos sobre la distribución de la renta y el ahorro, pueden ofrecer información valiosa sobre las principales fuerzas que impulsan a una economía y, por tanto, pueden constituir la base para concebir, seguir y evaluar políticas específicas de la UE.

Principales resultados estadísticos

Evolución del PIB

El crecimiento del PIB (a precios corrientes) de EU-28 se ralentizó sustancialmente en 2008 y se contrajo considerablemente en 2009 debido a la crisis financiera y económica mundial. El PIB de EU-28 experimentó una recuperación en 2010; esta evolución se mantuvo (aunque a un ritmo progresivamente más lento) en 2011–2013, antes de experimentar una aceleración del crecimiento de nuevo en 2014, cuando el PIB a precios corrientes aumentó en un 3,0 %. En 2014, el PIB de EU-28 alcanzó los 13,9 billones EUR (13 900 miles de millones EUR), aproximadamente un 6,2 % más que en los Estados Unidos (véase el gráfico 1).

La zona del euro (EA-19) supuso el 72,6 % del PIB de EU-28 en 2014, un descenso con respecto al 75,8 % en 2009. En 2014, la suma de las economías de los cinco mayores Estados miembros de la UE (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España) representó el 71,4 %. Las comparaciones entre países deben hacerse con precaución, ya que las fluctuaciones del tipo de cambio, en particular, pueden influir de forma significativa en la evolución de las cifras del PIB nominal al convertirse a una moneda común.

Para evaluar los niveles de vida, es más apropiado utilizar el PIB per cápita en estándar de poder adquisitivo (EPA), es decir, ajustado según el tamaño de una economía en términos de población y según las diferencias de los niveles de los precios entre países. La media del PIB per cápita en EU-28 en 2013 fue de 26 600 en EPA, ligeramente superior al valor máximo (25 900 en EPA) alcanzado en 2008 antes de que se sintieran los efectos de la crisis financiera y económica. La posición relativa de los distintos países puede expresarse efectuando una comparación con esta media, siendo el valor de EU-28 igual a 100. El máximo valor entre los Estados miembros de la UE correspondió a Luxemburgo, donde el PIB per cápita en EPA fue aproximadamente de 2,6 veces la media de EU-28 en 2013 (lo que se explica en parte por la importancia de los trabajadores transfronterizos procedentes de Bélgica, Francia y Alemania). Por otra parte, en 2013 el PIB per cápita en EPA fue inferior a la mitad de la media de EU-28 en Bulgaria.

Aunque las cifras correspondientes a los EPA deben utilizarse, en principio, para comparaciones entre países en un único año más que a lo largo del tiempo, la evolución de dichas cifras durante los últimos diez años sugiere que los niveles de vida experimentaron cierto nivel de convergencia, ya que los Estados miembros que ingresaron en la UE en 2004, 2007 o 2013 se acercaron a la media de la UE pese a algunos contratiempos experimentados durante la crisis financiera y económica. Al comparar la situación de 2013 con la de 2003, mientras que Luxemburgo, Alemania y Austria se alejaron aún más de la media de EU-28, otros Estados miembros de EU-15, en especial el Reino Unido, Irlanda, Francia y Bélgica, se acercaron a la media de EU-28 (véase el gráfico 2) durante el mismo período, mientras que Italia y España pasaron de un nivel superior o igual a la media de EU-28 a un nivel inferior. Partiendo de una posición inferior a la media de EU-28 en 2003, Lituania, Rumanía, Estonia, Eslovaquia, Letonia, Polonia y Bulgaria efectuaron el mayor acercamiento a dicha media hasta 2013, mientras que Grecia cayó más por debajo, al igual que Chipre y Eslovenia, aunque en una medida mucho menor.

La crisis financiera y económica mundial dio lugar a una grave recesión económica en la UE y los Estados Unidos en 2009 (véase el gráfico 3), seguida de una recuperación en 2010. La crisis venidera ya era evidente en 2008, cuando se produjo una reducción relativamente pequeña en el PIB real en los Estados Unidos y una caída de la tasa de aumento en EU-28. En 2009, el PIB real cayó un 4,4 % en EU-28, mientras que se contrajo un 2,8 % en los Estados Unidos. La recuperación en EU-28 hizo que el PIB en precios constantes aumentase un 2,1 % en 2010, seguido de otro aumento del 1,7 % en 2011. Posteriormente, el PIB se contrajo un 0,5 % en 2012 y no experimentó cambios en 2013, antes de volver a crecer en 2014 (1,3 %). En la zona del euro (EA-19), las tasas de crecimiento correspondientes de 2010 y 2011 fueron similares a las de EU-28, mientras que la contracción en 2012 fue más acusada (-0,8 %) y se mantuvo en 2013 (-0,4 %), antes de volver a experimentar un menor crecimiento (0,9 %) que en EU-28 en su conjunto en 2014. En los Estados Unidos, la recuperación fue algo más intensa que en EU-28 en 2010 y fue comparable en 2011. Mientras que la recuperación se estancó en EU-28 en 2012, en los Estados Unidos continuó, con un crecimiento por encima del 2,0 % durante el período 2012-2014.

En la UE, el crecimiento real del PIB varió considerablemente, tanto a lo largo del tiempo como entre Estados miembros. Después de una contracción en todos los Estados miembros de la UE, excepto Polonia, en 2009, el crecimiento económico se reanudó en veintidós Estados miembros en 2010 y continuó en 2011, cuando se registró un crecimiento real del PIB en veinticuatro Estados miembros de la UE. Sin embargo, en 2012 este avance se invirtió, ya que poco menos de la mitad (trece) de los Estados miembros de EU-28 registraron una expansión económica, mientras que en 2013 esta cifra se elevó a diecisiete y en 2014 a veintitrés (entre los veintisiete para los que se dispone de datos).

Las mayores tasas de crecimiento en 2014 se registraron en Irlanda (4,8  %), Hungría (3,6 %), Malta (3,5 %) y Polonia (3,4 %). En 2014, el crecimiento en España (1,4 %) se situó ligeramente por encima de la media de EU-28 (1,3 %) y supuso el primer crecimiento anual de la economía española desde 2008. Mientras el crecimiento del PIB en 2014 registrado por Portugal (0,9 %) y Grecia (0,8 %) fue inferior a la media de EU-28, en Portugal supuso el primer crecimiento anual desde 2010 y en Grecia, el primero desde 2007. Las economías chipriota, italiana y finlandesa se contrajeron por tercer año consecutivo en 2014, mientras que la serie de caídas consecutivas del PIB real de Croacia se amplió a seis años: en tres de estos cuatro Estados miembros, la contracción en 2014 fue relativamente pequeña, con la excepción de Chipre, donde el PIB cayó un 2,3 %.

Los efectos de la crisis económica y financiera redujeron el rendimiento global de las economías de los Estados miembros de la UE analizadas a lo largo de toda la última década. Las tasas medias de crecimiento anual de EU-28 y la zona del euro (EA-19) entre 2004 y 2014 fueron del 0,9 % y del 0,7 %, respectivamente. Medido así, el mayor crecimiento se registró en Polonia (crecimiento medio del 3,9 % anual) y Eslovaquia (3,8 % anual), seguidos por Rumanía (2,7 %), Bulgaria, Letonia y Malta (todos ellos un 2,5 %). Por el contrario, la evolución global del PIB real durante el período de 2004 a 2014 de Grecia, Italia y Portugal fue negativa.

Principales agregados del PIB

En cuanto al PIB desde la óptica de la producción, la tabla 3 proporciona una visión de conjunto de la importancia relativa de diez actividades en cuanto a su aportación al valor añadido bruto. Entre 2003 y 2013, la cuota del valor añadido de la industria en EU-28 cayó 1,2 puntos porcentuales, hasta el 19,1 %, manteniéndose justo por delante del sector de la distribución comercial, transporte y servicios de hostelería (19,0 %), que también registró una caída en su cuota con una bajada de 0,7 puntos porcentuales durante estos diez años. Por el contrario, la administración pública, la educación y la salud aumentaron su cuota en 1,0 puntos porcentuales, hasta alcanzar el 19,4 % en 2013, por lo que se desplazan desde la tercera posición para convertirse en la actividad más importante (en este nivel de detalle) en términos de valor añadido. A continuación, las actividades más importantes en 2013 fueron las inmobiliarias (un 11,2 %), seguidas de las actividades profesionales, científicas, técnicas, administrativas y servicios auxiliares (en adelante, servicios a las empresas) (un 10,4 %), la construcción (un 5,7 %), los servicios financieros y de seguros (un 5,5 %) y los servicios de información y comunicaciones (un 4,5 %). Las aportaciones menos importantes procedieron de los servicios de entretenimiento y otros servicios (un 3,6 %) y de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (un 1,7 %).

Los servicios aportaron el 73,6 % del valor añadido bruto total de EU-28 en 2013 frente al 71,5 % en 2003. La importancia relativa de los servicios fue especialmente elevada en Luxemburgo, Chipre, Malta, Grecia, Francia (datos de 2012), el Reino Unido, Bélgica y Dinamarca, donde supusieron más de tres cuartos del valor añadido total.

El cambio estructural se debe, al menos parcialmente, a fenómenos como el cambio tecnológico, la evolución de los precios relativos, la externalización y la mundialización, lo que, a menudo, provoca que las actividades de fabricación se transfieran a zonas con costes laborales más bajos, tanto dentro como fuera de la UE. Varias actividades se vieron afectadas especialmente por la crisis financiera y económica y sus consecuencias. La industria experimentó la contracción más pronunciada entre 2007 y 2009, con un descenso total del valor añadido en EU-28 de un 12,6 % (en volumen), y la producción industrial de EU-28 se redujo un 1,2 % adicional entre 2011 y 2013. La construcción experimentó la contracción más profunda y prolongada, con una disminución de la producción del 18,4 % entre 2007 y 2013. Al disminuir la producción cada año durante este período, el aumento del 0,7 % registrado en la construcción en 2014 fue el primer crecimiento anual en los últimos siete años. El valor añadido de los servicios a las empresas, así como del sector de la distribución comercial, transporte y servicios de hostelería, también experimentó caídas relativamente pronunciadas en 2009, del -7,1 % y del -6,0 %, respectivamente. El sector de la distribución comercial, transporte y servicios de hostelería registró dos contracciones más de menor envergadura de la producción en 2012 y 2013. Tras alcanzar una estabilidad relativa en 2009, la producción de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca cayó en 2010 un 3,1 % y de nuevo en 2012 un 4,2 %. Durante la crisis se experimentaron reducciones más pequeñas en el valor añadido de otras actividades, sobre todo en 2009, 2010 y 2013 para los servicios financieros y de seguros, y para las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento y otros servicios (véase el gráfico 4). Dos de las actividades que se presentan en los gráficos 4 y 5 no registraron una caída anual del valor añadido en ningún año durante la crisis: actividades inmobiliarias; administración pública, defensa, educación, actividades sanitarias y de servicios sociales.

En 2014, todas las actividades registraron un crecimiento en comparación con 2013. Las actividades con mayor crecimiento fueron la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (2,8 %), los servicios a las empresas (2,5 %) y el sector de la distribución comercial, transporte y servicios de hostelería (2,1 %), mientras que se registró un crecimiento de tan solo el 0,1 % en las actividades financieras y de seguros.

Productividad laboral

Un análisis de la productividad laboral por persona empleada de 2004 a 2014 muestra que esta ha aumentado (en precios corrientes) en todas las actividades, desde el 16,9 % del sector de la distribución comercial, transporte y servicios de hostelería hasta el 30,9 % de la industria, mientras que los servicios de información y comunicaciones (3,0 %) y los servicios a las empresas (8,4 %) se sitúan por debajo de esta franja (véase el gráfico 6).

Para eliminar los efectos de la inflación, la productividad laboral por persona también puede calcularse mediante cifras de producción a precios constantes. En la tabla 4 se muestran los datos sobre la evolución de la productividad medida por persona empleada o por hora trabajada. La productividad laboral por persona empleada aumentó, en términos reales, entre 2004 y 2014 en casi todos los Estados miembros de la UE y solo Grecia, Italia y Luxemburgo (de 2004 a 2012) registraron descensos. Croacia también registró una caída, que al menos en parte, podría estar relacionada con una interrupción en la serie. En el mismo período de 2004 a 2014, la productividad laboral por hora trabajada aumentó en todos los Estados miembros de la UE excepto Grecia e Italia. Dejando a un lado los Estados miembros con una interrupción en la serie, los mayores aumentos en las dos medidas de productividad laboral real mostradas en la tabla 4 se registraron en Bulgaria, Estonia, Lituania y Eslovaquia.

Consumo e inversión

Si se analiza la evolución de los componentes del PIB desde la óptica del gasto, se observa que el gasto en consumo final en EU-28 aumentó un 9,0 % en volumen entre 2004 y 2014 (véase el gráfico 7), pese a un ligero descenso en 2009 y 2012. El gasto en consumo final de las administraciones públicas ascendió a un ritmo algo superior, hasta un 13,0 %, entre 2004 y 2014. Durante el mismo período, la formación bruta de capital disminuyó un 1,8 %, debido, en gran parte, a las fuertes caídas en 2009, 2012 y 2013, mientras que el crecimiento de las exportaciones superó con creces el crecimiento de las importaciones en los últimos años.

Después de su caída en 2009, el gasto en consumo de los hogares y de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares se recuperó en 2010 (hasta un 0,8 % en volumen) y de nuevo en 2011 (0,3 %), antes de volver a caer en 2012 (-0,7 %) y 2013 (-0,1 %); en 2014 este gasto aumentó un 1,3 %, el aumento anual en términos reales más elevado desde 2007. En 2010, el ritmo de crecimiento del gasto de las administraciones públicas de EU-28 se desaceleró en términos de volumen y esta tasa de cambio permaneció a un nivel relativamente estable (dentro del rango del 0,3 % al -0,2 %) entre 2011 y 2013, antes de regresar a un crecimiento ligeramente más fuerte (1,0 %) en 2014. A pesar de un aumento en 2011 (2,0 %), la formación bruta de capital fijo de EU-28 no pudo recuperarse plenamente de su fuerte caída en 2009 (-11,9 %) y regresó a una tasa de variación negativa en 2012 y 2013; en 2014, la formación bruta de capital fijo aumentó un 2,3 % en términos reales, el mayor aumento desde 2007.

En términos de precios corrientes, el gasto en consumo de los hogares y de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares aportó un 56,9 % del PIB de EU-28 en 2014, mientras que la cuota del gasto de las administraciones públicas fue de un 20,9 % y la de la formación bruta de capital de un 19,3 % (véase el gráfico 9).

Entre los Estados miembros de la UE se produjo una gran variación en la intensidad de la inversión global, lo que puede reflejar, en parte, las distintas fases del desarrollo económico y la dinámica del crecimiento a lo largo de los últimos años (véase el gráfico 10). En 2014, la formación bruta de capital fijo como cuota del PIB fue de un 19,3 % en EU-28 y de un 19,5 % en la zona del euro (EA-19). Las cuotas más altas se registraron en Estonia (25,8 %), la República Checa (25,3 %), Bélgica, Suecia (ambos 23,1 %) y Letonia (23,0 %), y las más bajas en Chipre (10,8 %) y Grecia (11,6 %).

La gran mayoría de la inversión fue realizada por el sector privado, como puede observarse en la tabla 5: en 2013, las inversiones de empresas y hogares supusieron el 16,7 % del PIB de EU-28, mientras que la cifra equivalente relativa a la inversión del sector público fue del 3,0 %. En términos relativos, Estonia registró la inversión pública (5,5 % del PIB) y la inversión por el sector empresarial (17,8 %) más altas, mientras que la inversión de los hogares fue más alta en Finlandia (6,4 %). La inversión de los hogares (como porcentaje del PIB) en 2013 fue considerablemente inferior a la de 2003 en Irlanda, España y Chipre, mientras que fue notablemente superior en Rumanía (comparando 2012 con 2003). Una comparación similar muestra una caída relativamente importante de la inversión de las empresas en Estonia, Eslovenia y Eslovaquia.

Renta

El análisis del PIB en EU-28 desde la óptica de la renta muestra que la distribución entre los factores de producción de la renta resultante del proceso de producción se vio dominada por la remuneración de los empleados, que supuso un 47,9 % del PIB en 2014. La cuota del excedente de explotación bruto y de la renta mixta fue de un 40,2 % del PIB, mientras que la correspondiente a los impuestos sobre la producción y las importaciones menos las subvenciones fue de un 11,9 % (véase el gráfico 11). Rumanía registró la menor cuota de remuneración de los empleados en el PIB (31,3 %), seguida de Grecia (33,4 %), mientras que se registraron cuotas del 50,0 % o más en siete Estados miembros de la UE, alcanzando un máximo del 53,1 % en Dinamarca.

El gráfico 12 (que se basa en los precios corrientes) muestra que, en 2011 o 2012, los agregados de la renta se habían recuperado de las pérdidas experimentadas durante la crisis financiera y económica. En 2009 la remuneración de los empleados se redujo un 2,9 %, pero en 2014 fue un 8,5 % superior a su nivel correspondiente registrado en 2008. En cuanto al excedente de explotación bruto y la renta mixta, se produjo un estancamiento en 2008, seguido de una caída del 7,9 % en 2009; en 2011 este agregado de la renta volvió a un nivel por encima del anterior a la crisis (en 2008) y en 2014 fue de un 4,1 % por encima del nivel máximo. La caída de los impuestos sobre la producción y las importaciones, menos las subvenciones, ya había comenzado en 2008 (-3,1 %) y se aceleró en 2009 (-9,3 %); en 2011 estas pérdidas se recuperaron y en 2014 este agregado de la renta ascendía al 9,7 % por encima de su máximo anterior (2007).

Consumo de los hogares

El gasto en consumo de los hogares supuso al menos la mitad del PIB en la mayoría de los Estados miembros de la UE en 2014. Ese porcentaje fue mayor en Grecia (69,5 %), Chipre (68,7 %), Portugal (64,0 %) y Lituania (63,7 %). En cambio, el más bajo fue en Luxemburgo (29,6 %, datos de 2013), que tuvo, sin embargo, el mayor gasto en consumo medio de los hogares per cápita (24 600 EUR), véase la tabla 6. En 2014, el gasto en consumo medio de los hogares per cápita en Finlandia fue de 5 300 EUR más que diez años antes; los menores incrementos en el mismo período se registraron en Grecia, Irlanda y Hungría.

Fuentes y disponibilidad de datos

El Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regionales (SEC) establece la metodología de las cuentas nacionales en la UE. La versión actual, SEC 2010 (en inglés), fue adoptada en mayo de 2013 y se ha venido aplicando desde septiembre de 2014. Es completamente coherente con las directrices mundiales relativas a las cuentas nacionales, el SCN 2008 (en inglés).

PIB y componentes principales

Los principales agregados de las cuentas nacionales se compilan a partir de unidades institucionales, a saber, las instituciones financieras o sociedades no financieras, el sector de las administraciones públicas, los hogares y las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH).

Los datos de las cuentas nacionales incluyen la información sobre los componentes del PIB, el empleo, los agregados relativos al consumo final y el ahorro. Muchas de estas variables se calculan por años o trimestres.

El PIB es la medida más importante de las cuentas nacionales que resume la posición económica de un país (o región). Puede calcularse utilizando distintos enfoques: el enfoque de producción; el enfoque de gasto; y el enfoque de rentas.

El análisis de PIB per cápita elimina la influencia del tamaño absoluto de la población, lo que facilita la comparación entre distintos países. El PIB per cápita es el indicador económico general de los niveles de vida. Los datos del PIB expresados en monedas nacionales pueden convertirse en estándares de poder adquisitivo (EPA) utilizando paridades de poder adquisitivo (PPA), que reflejan el poder adquisitivo de cada moneda, en vez de utilizar los tipos de cambio del mercado; de esta manera se eliminan las diferencias en los niveles de los precios entre países. El índice de volumen del PIB per cápita en EPA se expresa en relación a la media de EU-28 (que es igual a 100). Si el índice de un país es mayor / menor que 100, el nivel del PIB per cápita de este país está por encima / por debajo de la media de EU-28; este índice está diseñado para realizar comparaciones entre países en lugar de comparaciones temporales.

El cálculo de la tasa anual de crecimiento del PIB a precios constantes, en otras palabras, el cambio del PIB en términos de volumen, pretende permitir comparar la dinámica de la evolución económica a lo largo del tiempo y entre economías de distintos tamaños, independientemente de los niveles de los precios.

Datos complementarios

La producción económica también puede analizarse por actividad: en el nivel más agregado de análisis hay diez rúbricas de la NACE Rev. 2: agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca; industria; construcción; sector de la distribución comercial, transporte y servicios de hostelería; servicios de información y comunicación; servicios financieros y de seguros; actividades inmobiliarias; actividades profesionales, científicas, técnicas, administrativas y servicios auxiliares; administración pública, defensa, educación, actividades sanitarias y de servicios sociales; actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, otros servicios y actividades de los hogares y de las organizaciones y organismos extraterritoriales. El análisis de la producción por actividad a lo largo del tiempo puede verse facilitado si se utiliza una medida de volumen: deflactando el valor de la producción para eliminar el impacto de los cambios en los precios; cada actividad se deflacta por separado para reflejar los cambios en los precios de sus productos asociados.

En el contexto de los análisis de competitividad se utiliza otro conjunto adicional de datos de las cuentas nacionales, a saber, indicadores relativos a la productividad del trabajo, como medidas relativas a la productividad del trabajo. Las medidas relativas a la productividad del trabajo expresadas en EPA son particularmente útiles para efectuar comparaciones entre países. El PIB por persona empleada tiene por objetivo ofrecer una idea general de la productividad de las economías nacionales. No obstante, ha de tenerse en cuenta que esta medida depende de la estructura del empleo total y, por ejemplo, puede verse reducida por un cambio de jornada completa a jornada parcial. El PIB por hora trabajada ofrece una imagen más clara de la productividad, ya que la incidencia del empleo a jornada parcial varía mucho entre países y actividades.

La información anual sobre el gasto de los hogares se obtiene a partir de las cuentas nacionales compiladas mediante un enfoque macroeconómico. Otra fuente para analizar el gasto de los hogares es la encuesta de presupuestos familiares (EPF): esta información se obtiene pidiendo a los hogares que lleven un diario de sus compras y ofrece muchos más detalles sobre los bienes y servicios y los tipos de análisis socioeconómicos disponibles. La EPF solo se lleva a cabo y se publica cada cinco años: el último año de referencia disponible actualmente es 2010.

Contexto

Las instituciones europeas, los gobiernos, los bancos centrales y otros organismos económicos y sociales de los sectores público y privado necesitan un conjunto de estadísticas comparables y fiables en las que basarse para tomar decisiones. Las cuentas nacionales pueden utilizarse para varios tipos de análisis y evaluación. El empleo de conceptos y definiciones aceptados a escala internacional permite analizar economías distintas, como la interdependencia entre las economías de los Estados miembros de la UE, o la comparación entre los Estados miembros de la UE y terceros Estados.

Ciclo económico y análisis de la política macroeconómica

Uno de los usos principales de las cuentas nacionales está relacionado con la necesidad de sustentar las decisiones en materia de política económica europea y la consecución de los objetivos de la Unión Económica y Monetaria (UEM) con estadísticas a corto plazo de alta calidad que permitan hacer un seguimiento de la evolución en el ámbito macroeconómico y obtener asesoramiento relativo a la política macroeconómica. Por ejemplo, uno de los usos más básicos y antiguos de las cuentas nacionales consiste en cuantificar la tasa de crecimiento de una economía, es decir, el crecimiento del PIB. Las cifras de las cuentas nacionales esenciales se utilizan en particular para desarrollar y supervisar las políticas macroeconómicas, mientras que los datos detallados de las cuentas nacionales sirven para desarrollar políticas industriales o sectoriales, en especial mediante el análisis de las tablas input-output.

Desde el inicio de la UEM en 1999, el Banco Central Europeo (BCE) es uno de los principales usuarios de las cuentas nacionales. Su estrategia para evaluar los riesgos para la estabilidad de los precios se basa en dos perspectivas analíticas, llamadas «los dos pilares»: el análisis económico y el análisis monetario. Por tanto, se evalúa una gran cantidad de indicadores monetarios y financieros en relación con otros datos pertinentes que permiten combinar el análisis monetario, financiero y económico, como los agregados clave de las cuentas nacionales. De esta forma es posible analizar los indicadores monetarios y financieros en el contexto del resto de la economía.

La Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros hace un seguimiento de los acontecimientos económicos y elabora dos informes económicos anuales fundamentales que ayudan a identificar problemas económicos: un estudio prospectivo anual y un ainforme sobre el mecanismo de alerta (en inglés). El primero analiza los avances que la UE ha realizado en cuanto a sus prioridades estratégicas a largo plazo y proporciona una evaluación de la evolución macroeconómica y de empleo en la que establece las prioridades para el año siguiente, mientras que el segundo identifica los Estados miembros de la UE que pueden estar experimentando desequilibrios, como una disminución de la competitividad o burbujas de activos. La Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros también elabora las previsiones macroeconómicas de la Comisión Europea dos veces al año, en primavera y en otoño. Estas previsiones incluyen a todos los Estados miembros de la UE a fin de obtener previsiones para la zona del euro y la UE, y también contienen previsiones relativas a los países candidatos y algunos terceros países.

Estas estadísticas también se utilizan desde hace tiempo para analizar las finanzas públicas a través de las cuentas nacionales. En el seno de la UE se desarrolló una aplicación específica en relación con los criterios de convergencia de la UEM, dos de los cuales se refieren directamente a las finanzas públicas. Dichos criterios se han definido en términos de cifras de las cuentas nacionales, a saber, el déficit de las administraciones públicas y la deuda de estas en relación con el PIB. Para obtener más información, véase el artículo sobre estadísticas de las finanzas públicas.

Políticas regionales, estructurales y sectoriales

Además del análisis del ciclo económico y de la política macroeconómica, hay otros usos de los datos de las cuentas nacionales y regionales europeas relacionados con la política, en particular en relación con asuntos regionales, estructurales y sectoriales.

La asignación del gasto para los fondos estructurales se basa en parte en las cuentas regionales. Por otra parte, las estadísticas regionales se utilizan para la evaluación ex-post de los resultados de la política regional y de cohesión.

Fomentar el crecimiento y el empleo es una prioridad estratégica de la UE y los Estados miembros, y forma parte de la Estrategia Europa 2020. Para apoyar estas prioridades estratégicas, se aplican políticas comunes en todos los sectores de la economía de la UE, mientras que los Estados miembros aplican sus propias reformas estructurales nacionales.

La Comisión Europea efectúa análisis económicos que ayudan a desarrollar la política agrícola común (PAC) por medio del análisis de la eficiencia de sus distintos mecanismos de apoyo y el desarrollo de una perspectiva a largo plazo. Ello supone, entre otras cosas, efectuar investigaciones, análisis y evaluaciones de impacto sobre temas relacionados con la agricultura y la economía rural en la UE y en terceros países, en parte utilizando las cuentas económicas para la agricultura.

Establecimiento de objetivos, evaluación comparativa y contribuciones

Las políticas de la UE establecen cada vez más objetivos a medio o largo plazo, de tipo vinculante o no. Para algunos de estos, se utiliza el PIB como denominador para una evaluación comparativa, por ejemplo estableciendo un objetivo de gasto en investigación y desarrollo del 3,00 % del PIB.

Las cuentas nacionales también se emplean para determinar los recursos de la UE con las normas básicas establecidas en una Decisión del Consejo. El importe global de recursos propios necesarios para financiar el presupuesto de la UE viene determinado por el gasto total menos otros ingresos, y el volumen máximo de los recursos propios está vinculado a la renta nacional bruta de la UE.

Además de usarse para establecer las contribuciones presupuestarias en la UE, los datos de las cuentas nacionales también se emplean para determinar las aportaciones a otros organismos internacionales, como las Naciones Unidas (ONU). Las contribuciones al presupuesto de las Naciones Unidas se basan en la renta nacional bruta y una serie de ajustes y límites.

Analistas y elaboradores de previsiones

Los analistas y los investigadores también utilizan ampliamente las cuentas nacionales para examinar la situación y la evolución de la economía. Los interlocutores sociales, como los representantes de empresas (por ejemplo, asociaciones profesionales) o los representantes de los trabajadores (como los sindicatos) también se interesan por las cuentas nacionales para analizar los fenómenos que afectan a las relaciones laborales. Los investigadores utilizan las cuentas nacionales, entre otras cosas, para analizar los ciclos económicos, también a largo plazo, y relacionarlos con fenómenos económicos, políticos o tecnológicos.

Véase también

Más información de Eurostat

Tablas principales

Cuentas nacionales anuales (t_nama)

Base de datos

Cuentas nacionales anuales (nama_10)

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Archivos de metadatos ESMS

Manuales de metodología

Otra información metodológica

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