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COLABORACIONES


CFC, HCFC y otros compuestos de mal vivir

Los productos que se conocen con el nombre de CFC y HCFC son una fuente importante de problemas. Después de usarse durante muchos años en refrigeradores y aparatos de aire acondicionado, se descubrió que eran dañinos para la capa de ozono, por lo que acabaron siendo prohibidos por el Protocolo de Montreal de 1987. Pero no es este el único problema que plantean, pues, como mínimo en español, existe también el problema del nombre.

Digamos entre paréntesis que el nombre de las sustancias químicas es un dolor de cabeza recurrente para quienes tienen una mínima cultura química, población declaradamente minoritaria y, posiblemente, en vías de extinción. Al final del presente escrito se incluye una tabla con algunos de los errores de traducción más corrientes convenientemente corregidos.

CFC es la sigla de chlorofluorocarbon, como HCFC lo es de hydrochlorofluorocarbon. Estos términos designan un grupo de sustancias compuestas de (hidrógeno -sólo en HCFC-), cloro, flúor y carbono.

Las traducciones más habituales en español son cuatro: (hidro)clorofluorocarbono, (hidro)clorofluorcarbono, compuesto (hidro)clorofluorocarbonado e (hidro)clorofluorocarburo.

«(Hidro)clorofluorocarbono» es la preferida por los periódicos y, en general, por las personas con un conocimiento relativamente superficial de química. La principal explicación de su uso es, a nuestro entender, la similitud con el original inglés. A diferencia de otras malas traducciones del inglés, realizadas «mocosuena», como las recogidas en la tabla que cierra este escrito, esta traducción ha tenido durante muchos años una importante presencia en titulares de publicaciones periódicas y hasta en documentos oficiales traducidos por personas de rigor científico un poco descuidado, por lo que está fresca en la mente de muchos hablantes de español.

«(Hidro)clorofluorcarbono» es la preferida de algunas personas con conocimientos de química, que defienden que el nombre es, de hecho, una aposición de los nombres de las partes del compuesto. Es decir, puesto que las sustancias están compuestas de cloro, flúor y carbono, se llamarán clorofluorcarbonos. Este argumento es llevado hasta el extremo de hablar de *«los clorofluorcarbonO», marcando con el singular que no se trata de una formulación química. Olvidan los defensores de esta tesis que tal razonamiento, aplicado al inglés, nos daría chlorinefluorinecarbon, lo que no es el caso. Más bien parece un intento de salvar los muebles: decimos «carbono», pero no porque no sepamos inglés, sino porque enumeramos los componentes. En realidad, para expresar correctamente esta idea (indicar la composición sin hacer referencia a la estructura) tenemos la tercera forma: se trata de compuestos carbonados (con átomos de carbono) que llevan también átomos de hidrógeno, cloro y flúor (indicados como prefijos), lo que da «compuestos (hidro)clorofluorocarbonados».

La forma preferible, como ya ha adivinado el lector, es «(hidro)clorofluorocarburo», que indica correctamente tanto la composición como la estructura. Los CFC y HCFC son compuestos derivados de los hidrocarburos (hydrocarbon en inglés) por sustitución de todos o algunos de sus átomos de hidrógeno con átomos de cloro y de flúor. Su nombre, lógicamente, debe reflejar esta sustitución. Los nombres de los compuestos orgánicos con átomos de cloro o de flúor incluyen el prefijo «cloro» o «fluoro». Luego clorofluorocarburo e hidroclorofluorocarburo son las mejores posibilidades. Quizá con un ejemplo pueda entenderse mejor cómo esta denominación genérica es la que más se ajusta al nombre específico de cada sustancia: sabiendo que el metano y el etano son hidrocarburos, el término genérico que recubre tanto el clorodifluorometano como el clorodifluoroetano (que son HCFC) será hidroclorofluorocarburo.

Quisiéramos acabar esta contribución con una nota de desencanto y otra de esperanza. Es descorazonador que la tercera edición del «Vocabulario científico y técnico», de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, opte por la segunda traducción mencionada. Pero autores de prestigio y reconocida valía, como el Dr. Fernando A. Navarro, en su Diccionario crítico de dudas inglés español de medicina, se inclinan decididamente por la cuarta, con el beneplácito de la Real Academia Española. En efecto, es reconfortante saber que, como nos anunció Fernando Pardos, de la Docta Casa, «la postura de la Academia», a través de su Comisión de Vocabulario Científico, «es absolutamente favorable a "clorofluorocarburos"».

Josep Bonet
josep.bonet-heras@ec.europa.eu

Carlos Plaza
carlos.plaza-olivares@ec.europa.eu

Miguel Ángel Turrión
miguel.turrion@ec.europa.eu

 

 

Anexo: Algunos errores corrientes en la traducción de términos químicos EN ð ES

Nombre inglés Nombre español incorrecto Nombre español correcto
Fluorine/chlorine/bromine/iodine Fluorina/clorina/bromina/iodina Flúor/cloro/bromo/iodo
Sulphur (sulfur) Sulfuro Azufre
Sulphide (sulfide)   Sulfuro
-ide*   -uro
Silicon (silicium) Silicona Silicio
Silicone   Silicona
Silica Sílica Sílice
Carbon Carbón Carbono
Hydrocarbon   Hidrocarburo
Hydrochloric (acid) Hidroclórico (ácido) Clorhídrico (ácido)

* Obsérvese que carbide se traduce por carburo, pero que hidrocarburo es la traducción de hydrocarbon.

 

 

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