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Estadísticas sobre pobreza de ingresos

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Datos de mayo de 2019.

Fecha prevista para la actualización del artículo: octubre de 2020.

Datos destacados

En la UE, la tasa de riesgo de pobreza (después de las transferencias sociales) disminuyó en 2017 al 16,9 % (-0,4 pp).

En 2017, gracias a las transferencias sociales el 8,7 % de la población de la UE superó el umbral de la pobreza.

El 20 % de la población con la renta disponible más alta en la UE en 2017 recibió unos ingresos 5,1 veces superiores al 20 % con la renta disponible más baja.

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Tasa de riesgo de pobreza, 2017

Este artículo analiza estadísticas recientes sobre pobreza monetaria y desigualdades en los ingresos en la Unión Europea (UE). Las comparaciones de niveles de vida entre los países se basan a menudo en el producto interior bruto (PIB) per cápita, que representa, en términos monetarios, la riqueza de un país en comparación con otro. No obstante, este indicador principal dice muy poco acerca de la distribución de la renta dentro de un país y no aporta información respecto a factores no monetarios que pueden desempeñar un papel importante a la hora de determinar la calidad de vida que disfruta la población. Por una parte, las desigualdades en la distribución de la renta pueden incentivar a las personas a mejorar su situación a través del trabajo, la innovación o la adquisición de nuevas capacidades. Por otra, estas desigualdades en la renta se vinculan, a menudo, con la delincuencia, la pobreza y la exclusión social.

Artículo completo

Tasa y umbral de riesgo de pobreza

Se ha observado una ligera tendencia al alza de la tasa de riesgo de pobreza (después de las transferencias sociales) en la EU-28, que empezó por el 16,5 % en 2010. Mientras que en el período entre 2011 y 2013 solo hubo una ligera variación de 0,5 puntos porcentuales (pp), el salto experimentado en 2014 produjo los mayores niveles en este período durante tres años consecutivos (17,2 % o 17,3 %). En 2017, año al que corresponden los últimos datos disponibles, se observó una disminución, hasta el16,9 % (- 0,4 pp).

Gráfico 1: Tasa y umbral de riesgo de pobreza, 2017
Fuente: Eurostat (ilc_li01) y (ilc_li02)


La tasa para la EU-28, calculada como media ponderada de los resultados nacionales, enmascara variaciones considerables entre los Estados miembros de la UE (véase el gráfico 1). En nueve Estados miembros, concretamente, Rumanía (23,6 %), Bulgaria (23,4 %), Lituania (22,9 %), Letonia (22,1 %), España (21,6 %), Estonia (21,0 %), Italia (20,3 %), Grecia (20,2 %) y Croacia (20,0 %), al menos una quinta parte de la población se consideraba en riesgo de pobreza; este fue también el caso en Serbia (25,7 %), Macedonia del Norte y Turquía (ambos 22,2 %). Entre los Estados miembros de la UE las proporciones más bajas de personas en riesgo de pobreza se observaron en Chequia (9,1 %) y Finlandia (11,5 %), mientras que Islandia (8,8 %, datos de 2016) registró una proporción aún más baja de población en riesgo de pobreza.

El umbral del riesgo de pobreza (que también se muestra en el gráfico 1) se sitúa en el 60 % de la mediana nacional de la renta disponible equivalente. En comparaciones espaciales, se expresa, a menudo, en paridades del poder adquisitivo (PPA) para tener en cuenta las diferencias entre países en el coste de la vida. Los valores de ingresos para este umbral variaron considerablemente entre los Estados miembros de la UE en 2017, de 3 182 PPA en Rumanía a 14 006 PPA en Austria, con el umbral de Luxemburgo (17 604 PPA) claramente por encima de este rango. El umbral de pobreza también fue relativamente bajo en Serbia (3 087 PPA), Macedonia del Norte (3 179 PPA) y Turquía (3 987 PPA), y relativamente elevado en Islandia (13 316 PPA, datos de 2016), Noruega (15 740 PPA) y Suiza (16 225 PPA).

Gráfico 2: Tasa de riesgo de pobreza después de las transferencias sociales, 2017
(% de población mayor de 16 años)
Fuente: Eurostat (ilc_li02)


Los distintos grupos de la sociedad son más o menos vulnerables a la pobreza monetaria
En 2017, la diferencia en la EU-28 en cuanto a la tasa de riesgo de pobreza (después de las transferencias sociales) entre los dos sexos fue pequeña, siendo las últimas tasas equivalentes a 15,5 % para los hombres en comparación con una cifra superior (17,1 %) para las mujeres (véase el gráfico 2). Las mayores diferencias de género en 2017 se observaron en Estonia (6,0 pp), Letonia (5,8 pp), Lituania (5,0 pp), Chequia (4,0 pp), Bulgaria (3,8 pp) y Eslovenia (3,2 pp). Irlanda, Croacia, Chipre, Bélgica, el Reino Unido, Italia, Malta, Austria y Alemania también registraron unas tasas de riesgo de pobreza para las mujeres que fueron al menos 2,0 pp más elevadas que para los hombres, así como en el caso de Suiza y Noruega. Por el contrario, en Dinamarca, la tasa de riesgo de pobreza fue 1 pp más elevada para los hombres que para las mujeres; este fue también el caso de Macedonia del Norte (1 pp).


Tabla 1: Tasa de riesgo de pobreza después de las transferencias sociales, por situación profesional más frecuente, 2017
(% de población mayor de 18 años)
Fuente: Eurostat (ilc_li04)


Las diferencias en las tasas de riesgo de pobreza eran mayores si la población se clasificaba por su actividad profesional
El grupo de los desempleados resultó particularmente vulnerable (véase la tabla 1): casi la mitad (47,8 %) del total de desempleados en la EU-28 estuvieron en riesgo de pobreza en 2017; el nivel más alto, con diferencia, se detectó en Alemania (70,6 %); otros diez Estados miembros de la UE (Lituania, Bulgaria, Malta, Letonia, Luxemburgo, el Reino Unido, Rumanía, Hungría, Suecia y Estonia) informaron de que al menos la mitad de los desempleados estuvieron en riesgo de pobreza en 2017.

Aproximadamente uno de cada siete (14,2 %) jubilados en la UE-28 estuvo en riesgo de pobreza en 2017. Se registraron tasas que superaban el doble de la media de la EU-28 en Estonia (46,1 %), Letonia (43,7 %), Lituania (36,7 %) y Bulgaria (32,4 %).

Las personas con trabajo estuvieron mucho menos expuestos al riesgo de pobreza (una media del 9,4 % en toda la EU-28 en 2017). Se registraron tasas relativamente elevadas de trabajadores ocupados en riesgo de pobreza en Rumanía (17,4 %) y, en menor medida, en Luxemburgo (13,7 %) y España (13,1 %), mientras que Grecia, Italia, Portugal y Hungría comunicaron que más de uno de cada diez trabajadores de su mano de obra respectiva estaba en riesgo de pobreza en 2017.


Gráfico 3: Porcentaje de riesgo de pobreza por tipo de hogar: hogares sin menores dependientes, 2017
(% de la población especificada)
Fuente: Eurostat (ilc_li03)


Las tasas de riesgo de pobreza no se distribuyen de manera uniforme entre los hogares con distinta composición de adultos y menores dependientes
Entre los hogares sin menores dependientes (véase el gráfico 3), las personas que vivían solas eran más propensas a estar en riesgo de pobreza, una situación a la que se enfrentaron el 26,0 % de los hogares unipersonales de la EU-28 en 2017. Por el contrario, la tasa de riesgo de pobreza en los hogares con dos o más adultos fue inferior a la mitad de este porcentaje, del 11,1 %. Si se tienen en cuenta específicamente los hogares de dos adultos en los que al menos una persona tenía 65 años o más, la tasa de riesgo de pobreza fue la misma, del 11,1 %.

La mayoría de Estados miembros de la UE registraron una evolución similar: los hogares unipersonales tuvieron las tasas más altas de riesgo de pobreza en los hogares sin menores dependientes en todos los Estados miembros de la UE excepto en Malta, donde los hogares con dos adultos en los que al menos una persona tenía 65 años o más registraron una tasa más elevada (25,8 % frente a 25,5 % para los hogares unipersonales); en Macedonia del Norte se observó una situación similar, salvo que los hogares unipersonales registraron la tasa más baja (7,1 %) entre los tres tipos analizados.

En trece de veintiocho Estados miembros de la UE, la tasa de riesgo de pobreza de los hogares con dos adultos y al menos una persona de 65 años o más fue inferior a la tasa de la categoría general de todos los hogares con dos o más adultos, especialmente en Grecia, donde la diferencia fue de 6,6 pp. En el otro extremo, en Malta la tasa de riesgo de pobreza de los hogares con dos adultos y al menos una persona de 65 años o más fue de 13,5 pp superior a la de todos los hogares con dos o más adultos. Este patrón también se observó en Suiza (8,5 pp).


Gráfico 4: Tasa de riesgo de pobreza por tipo de hogar: hogares con menores dependientes, 2017
(% de la población especificada)
Fuente: Eurostat (ilc_li03)


Por lo que respecta a los hogares con menores dependientes, la mayor tasa de riesgo de pobreza en la EU-28 se registró para las personas sin pareja con menores dependientes, más de una tercera parte (35,3 %)
Si se comparan los porcentajes en los hogares con dos adultos (véase el gráfico 4), aquellos con un solo menor dependiente (12,6 %), presentaron una tasa ligeramente superior a la mitad de la registrada para los hogares con tres o más menores dependientes (26,9 %). Entre los tres tipos de hogares que se muestran en el gráfico 4, todos los Estados miembros de la UE, excepto Hungría, comunicaron que los hogares formados por «dos adultos y un solo menor dependiente» fueron los menos propensos a estar en riesgo de pobreza; en Hungría, el riesgo de pobreza más bajo se registró entre los hogares formados por dos adultos con al menos tres menores dependientes (14,2 %). En la mayoría de los Estados miembros de la UE se registró una tasa de riesgo de pobreza superior en el caso de las personas sin pareja con menores dependientes, aunque hubo varias excepciones en las que la tasa fue superior en el caso de los hogares formados por dos adultos con al menos tres menores dependientes: en especial en el caso de Rumanía (61,9 % frente a 31,2 %) y Bulgaria (65,0 % frente a 35,7 %), y en menor medida en Portugal (diferencia de 8,3 pp) y España (diferencia de 3,3 pp); esta situación se produjo también en Suiza (diferencia de 4,3 pp) y en los tres países candidatos en relación con los que se dispone de datos.

Gráfico 5: Tasa de riesgo de pobreza antes y después de las transferencias sociales, 2017
(% de la población total)
Fuente: Eurostat (ilc_li02) y (ilc_li10)


Las medidas de protección social pueden utilizarse como medio para reducir la pobreza y la exclusión social
Esto puede lograrse, por ejemplo, mediante la distribución de las prestaciones. Una manera de evaluar el éxito de las medidas de protección social es comparar los indicadores de riesgo de pobreza antes y después de las transferencias sociales (véase el gráfico 5). En 2017 las transferencias sociales redujeron la tasa de riesgo de pobreza de la población de la EU-28 de un 25,6 % antes de las transferencias a un 16,9 % después de las transferencias, lo que situó a un 8,7 % de la población por encima del umbral de la pobreza; sin las transferencias sociales, estas personas estarían en riesgo de pobreza.

Al comparar las tasas de riesgo de pobreza antes y después de las transferencias sociales, el impacto de las prestaciones sociales fue bajo (situaron como mucho al 6,0 % de las personas por encima del umbral de la pobreza) en Bulgaria (5,8 %), Portugal (5,3 %), Eslovaquia (5,1 %), Italia (4,9 %), Rumanía (4,7 %) y Grecia (3,8 %), así como en Serbia (5,9 %), Macedonia del Norte (3,7 %) y Turquía (2,1 %).

Analizando el impacto en términos relativos, al menos la mitad de las personas que estaban en situación de riesgo de pobreza en Finlandia, Irlanda y Dinamarca se situaron por encima del umbral de la pobreza gracias a las transferencias sociales, como fue también el caso en Islandia y Noruega.

Desigualdades en la renta

Los gobiernos, los responsables políticos y la sociedad en general no pueden luchar contra la pobreza y la exclusión social sin analizar las desigualdades en la sociedad, ya sean de carácter económico o social. Los datos sobre desigualdades económicas son especialmente importantes para estimar la pobreza relativa, ya que la distribución de recursos económicos puede tener una incidencia directa en el alcance y la gravedad de la pobreza.

Gráfico 6: Desigualdades en la distribución de la renta, 2017
(ratio de distribución de la renta por quintiles)
Fuente: Eurostat (ilc_di11)


En 2017 se constataron grandes desigualdades en la distribución de la renta: una media de la población ponderada de las distintas cifras nacionales de cada uno de los Estados miembros de la UE (véase el gráfico 6), muestra que el 20 % de la población a la cabeza de la clasificación (con la mayor renta disponible equivalente) recibió 5,1 veces más que el 20 % clasificado al final (con el menor nivel de renta disponible equivalente). Esta proporción varió considerablemente entre los Estados miembros de la UE, desde un 3,4 en Eslovenia y Chequia, a más del 6,0 en Grecia, Letonia, Rumanía y España y más del 7,0 en Lituania, con un máximo del 8,2 en Bulgaria. Entre los países no miembros de la UE que figuran en el gráfico 6, Islandia (3,3; datos de 2016) y Noruega (3,9) también comunicaron tasas de desigualdad en la distribución de la renta particularmente bajas, mientras que en Turquía (8,7) y Serbia (9,4) las tasas fueron más elevadas que en cualquiera de los Estados miembros de la UE.

Hay un interés político en las desigualdades que perciben muchos grupos distintos de la sociedad. Un grupo que despierta especial interés es el de las personas mayores, en parte como reflejo de la proporción cada vez mayor de la población de la UE de 65 años o más. Los sistemas de pensiones pueden desempeñar un papel importante en la lucha contra la pobreza entre las personas de más edad. A este respecto, es interesante comparar los ingresos de las personas mayores con los del resto de la población.


Gráfico 7: Mediana relativa en la distribución de la renta, 2017
Fuente: Eurostat (ilc_pnp2)


En 2017, en la EU-28 en su conjunto, la renta mediana de las personas de 65 años o más fue equivalente al 92 % de la renta mediana de la población de menos de 65 años
En cuatro Estados miembros de la UE (Luxemburgo, Francia, Grecia e Italia), la renta mediana de las personas mayores fue superior a la renta mediana de las personas menores de 65 años (véase el gráfico 7), este fue también el caso de Macedonia del Norte (1,12), Serbia (1,03) y Turquía (1,01). En España, Hungría, Austria Rumanía, Polonia y Portugal, la renta mediana de las personas mayores fue de entre el 90 % y el 100 % de la registrada para las personas menores de 65 años; este fue también el caso de Islandia (datos de 2015) y Noruega. En Bélgica, Suecia, Dinamarca, Chequia, Bulgaria, Malta, Lituania, Letonia y Estonia se registraron tasas inferiores al 80 %. Las tasas relativamente bajas pueden reflejar, en líneas generales, los derechos de pensión.


Gráfico 8: Mediana relativa de la brecha de riesgo de pobreza, 2017
(en %)
Fuente: Eurostat (ilc_li11)

La intensidad de la pobreza, que sirve para cuantificar el grado de pobreza que sufren las personas, puede medirse con la mediana relativa de la brecha respecto del riesgo de pobreza. La renta mediana de las personas en riesgo de pobreza en la EU-28 se situó, de media, un 24,1 % por debajo del umbral de pobreza en 2017 (véase el gráfico 8); este umbral se fija en el 60 % de la renta mediana disponible equivalente nacional de todas las personas. Entre los Estados miembros de la UE, la renta mediana de las personas en riesgo de pobreza más baja respecto al umbral de la pobreza se registró en Rumanía (34,5 %); también se registraron diferencias superiores al 25,0 % en Letonia, Eslovaquia, Croacia, Portugal, Lituania, Italia, Grecia, Bulgaria y España. La brecha fue incluso mayor en Serbia (38,8 %) y en Macedonia del Norte (37,3 %). La brecha de riesgo de pobreza más reducida entre los Estados miembros de la UE se observó en Finlandia (13,7 %), seguida de Chipre (15,1 %). La brecha en Islandia también fue particularmente baja, con un 15,3 % (datos de 2016).


Fuente de los datos de las tablas y los gráficos

Fuentes de datos

En 2003 se pusieron en marcha las estadísticas de la UE sobre la renta y las condiciones de vida (EU-SILC) gracias a un acuerdo voluntario entre Eurostat, seis Estados miembros (Austria, Bélgica, Dinamarca, Grecia, Irlanda y Luxemburgo) y Noruega. Se crearon las estadísticas EU-SILC a fin de obtener datos de base para los indicadores relativos a la renta y las condiciones de vida. La base jurídica para esta recopilación de datos es el Reglamento (CE) n.º 1177/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo.

La recopilación de estas estadísticas se inició oficialmente en 2004 en quince Estados miembros y en 2005 se amplió a los Estados miembros de la EU-25 restantes, así como a Islandia y Noruega. Bulgaria y Turquía se incorporaron a EU-SILC en 2006, Rumanía, en 2007, Suiza, en 2008, y Croacia introdujo la encuesta en 2010. Se dispone de datos sobre Macedonia del Norte a partir de 2010 y sobre Serbia, a partir de 2013. EU-SILC incluye una dimensión transversal y una dimensión longitudinal.

La renta disponible de los hogares se determinó sumando todos los ingresos monetarios recibidos de cualquier fuente por cada uno de los miembros del hogar (incluidas las rentas del trabajo, los rendimientos de las inversiones y las prestaciones sociales) y los ingresos percibidos a nivel de hogar, de los que se deducen los impuestos y las cotizaciones sociales abonadas. Con el fin de reflejar las diferencias en el tamaño y la composición de los hogares, este total se divide entre el número de «equivalentes adultos» utilizando un patrón de equivalencia, la denominada «escala de equivalencia de la OCDE modificada», que asigna un peso de 1,0 al primer adulto del hogar, un peso de 0,5 a cada uno de los restantes miembros del hogar mayores de 14 años y un peso de 0,3 a los miembros menores de 14 años. La cifra resultante es la denominada renta disponible equivalente, que se atribuye a cada uno de los miembros del hogar. A efectos de los indicadores de pobreza, la renta disponible equivalente se calcula a partir de la renta disponible total de cada hogar dividida entre el tamaño equivalente del hogar; por tanto, se considera que cada miembro del hogar tiene la misma renta equivalente.

El período de referencia de la renta es un periodo fijo de doce meses (como el año natural o el ejercicio fiscal anterior) para todos los países a excepción del Reino Unido, cuyo período de referencia de la renta es el año corriente de la encuesta, y de Irlanda, que lleva a cabo la encuesta de forma continua y recoge los datos sobre la renta durante los doce meses anteriores a la encuesta.

La tasa de riesgo de pobreza se define como el porcentaje de personas con una renta disponible equivalente inferior al umbral del riesgo de pobreza [expresado en paridades de poder adquisitivo (PPA)] y se ha situado en el 60 % de la mediana de la renta nacional disponible equivalente. En consonancia con las decisiones del Consejo Europeo, la tasa de riesgo de pobreza se mide en relación con la situación de cada Estado miembro de la UE y no aplicando un umbral común. Esta tasa puede calcularse antes o después de las transferencias sociales, de manera que la diferencia entre ambas cifras refleja la repercusión hipotética de las transferencias sociales nacionales en la reducción del riesgo de pobreza. Las pensiones de jubilación y supervivencia se contabilizan como renta antes de las transferencias, y no como transferencias sociales. Se dispone de diversos análisis de este indicador, por ejemplo: en relación con la edad, el género, la actividad profesional, el tipo de hogar o el nivel educativo alcanzado. Cabe señalar que el indicador no mide el patrimonio, sino que es una medida relativa de unos ingresos corrientes reducidos (en comparación con otras personas del mismo país), lo que no implica necesariamente un nivel de vida bajo. Los datos para la EU-28 y la zona del euro son medias ponderadas en función de la población de los datos de los Estados miembros.

Contexto

En el Consejo Europeo de Laeken de diciembre de 2001, los Jefes de Estado y de Gobierno respaldaron un primer conjunto de indicadores estadísticos comunes sobre la exclusión social y la pobreza que se perfeccionan continuamente en el marco del Subgrupo de Indicadores (SGI) del Comité de Protección Social (CPS). Estos indicadores son un elemento esencial en el método abierto de coordinación (MAC) para hacer un seguimiento de los avances realizados por los Estados miembros de la UE en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.

Las estadísticas EU-SILC son la fuente de referencia para las estadísticas de la UE sobre la renta y las condiciones de vida, y, en particular, para los indicadores sobre inclusión social. En el marco de la Estrategia Europa 2020, el Consejo Europeo adoptó, en junio de 2010, un objetivo fundamental por lo que se refiere a la inclusión social: que en 2020 haya en la UE al menos 20 millones de personas menos que en 2008 expuestas a los riesgos de pobreza o de exclusión social. EU-SILC es la fuente que se utiliza para supervisar los avances hacia este objetivo fundamental, que se mide mediante un indicador que combina la tasa de riesgo de pobreza, la tasa de privación material grave y la proporción de personas que viven en hogares con una intensidad laboral muy reducida (para más información, véase el artículo sobre personas en riesgo de pobreza o exclusión social).

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