COLABORACIONESDas Kind nicht mit dem Bade ausschüttenHace unos días tropecé con esta expresión, recurrente en los textos parlamentarios y que tantos quebraderos de cabeza puede provocar en los sesudos traductores. Dado mi marcado carácter heterótrofo, que comparto, supongo, con el común de los mortales, decidí inmediatamente consultar las traducciones de esa imagen alemana en textos anteriores, comprobando que las alternativas no eran muy numerosas: «no tirar las frutas frescas con las pochas» o «no actuar con exceso de celo». Ninguna de las fórmulas me parecía excesivamente convincente, así que seguí investigando hasta descubrir un artículo periodístico en que se describía un debate parlamentario europeo (no podía ser de otra forma), donde se indicaba, tal cual, «no tirar el niño con el agua del baño»1. Cabe suponer que el periodista hispano se limitó a reproducir la fórmula que facilitaron los servicios de interpretación de la Cámara. Ya que la búsqueda documental no resultaba muy prometedora, resolví convertirme en autótrofo por necesidad («In der Not frißt der Teufel Fliegen») y, meditando sobre el significado de la locución, advertí que esta tiene un claro sentido negativo, pues se indica qué es lo que no se debe hacer y se recomienda actuar diferenciadamente. La locución no es sino una sensata advertencia, pues no siempre conviene meter todo en el mismo saco y tirar el saco al vertedero. Dándole vueltas al asunto recordé los Evangelios y la parábola del trigo y la cizaña, tan presente en nuestra tradición cristiana y que tan bien se ajustaría al sentido de la expresión alemana:
Evidentemente ese es el sentido de la sentencia alemana: se trata de reflexionar, de diferenciar y de actuar focalizadamente. En la parábola bíblica, a pesar de su antigüedad, se recomienda exactamente lo mismo que en la locución alemana que nos ocupa. No es aconsejable tirar el niño con el agua del baño, igual que no lo es «arrancar el trigo con la cizaña». La primera traducción literal se entiende en castellano, pero no está, desde mi punto de vista, tan enraizada en nuestro sentir. Recomiendo, por consiguiente, traducir con esta expresión bíblica ese llamamiento alemán a la prudencia y la reflexión: «no arrancar el trigo con la cizaña». José Luis Gómez y Patiño
|
|||