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¿Le/s? saluda atentamente

El título de esta nota alude a un problema que parece dividir a los hablantes de la lengua española, a saber, qué complemento pronominal ha de utilizarse en la despedida epistolar susodicha.

Hay quien considera que el verbo «saludar», como verbo transitivo que es, debe regir los pronombres «le» o «lo» para el masculino singular, «los» para el masculino plural, «la» para el femenino singular y «las» para el femenino plural: «le/lo; la; los; las saluda atentamente».

A otros, nuestro personal sentido lingüístico nos dice que el complemento es «le» y «les» para singular y plural respectivamente. Esta opinión sería errónea si se da por sentado que «saludar» es un verbo puramente transitivo, algo, a mi parecer, discutible.

«Saludar» se comporta aquí como los llamados verbos «transitivos internos», por ejemplo: «escribir, preguntar, responder», etc., es decir, verbos cuyo significado contiene los rasgos semánticos de un sustantivo, concreto o general, que, de especificarse en el discurso, sería objeto directo1: «saludar» es en nuestro ejemplo «enviar 'saludos'»; cuando se «escribe», se sobreentiende siempre un objeto del tipo «carta», «libro», etc., y «preguntar» o «responder» pueden desarrollarse mediante una paráfrasis como «hacer 'una pregunta'» o «dar 'una respuesta'», al igual que «saludar». Por este motivo, estos verbos pueden aparecer en la frase sin objeto directo explícito, comportándose entonces como los verbos intransitivos: la respuesta a «¿has escrito/preguntado/respondido a María/a tus amigos?» debe ser «le o les» + el verbo correspondiente, y la utilización de «la, lo, los o las» en su lugar es una muestra de loísmo o laísmo.

Pues bien, opino que esto es lo que sucede en la fórmula «le/les saluda atentamente»: el verbo «saludar» se comporta en el discurso como intransitivo por contener en su lexema los rasgos semánticos del sustantivo «saludos».

No hay que olvidar que la transitividad o la intransitividad de un verbo son, como ya dejó claro Alarcos en sus Estudios de gramática funcional, un modo de comportamiento en el discurso y no un rasgo inherente de cada unidad léxica verbal.

Es como si estuviéramos ante dos acepciones de «saludar»: la de «saludar» en presencia de la persona o personas saludadas (primera acepción del drae: «dirigir al otro, al encontrarlo o despedirse de él, palabras corteses, interesándose por su salud o deseándosela, diciendo 'adiós', 'hola', etc.») y la de saludar en el sentido de «enviar saludos» (el sentido de la frase del título de esta nota -quinta acepción del drae-), que condicionan el comportamiento sintáctico de dicho verbo.

Sé que algunos o muchos hablantes no «sienten» lingüísticamente que «saludar» muestre un comportamiento sintáctico diferente en estas dos acepciones; para ellos el complemento pronominal de «saluda atentamente» ha de ser el pronombre personal acusativo: «le/lo, la, los, las». Por ello, tómese esta nota como lo que es: simple expresión de un sentimiento lingüístico individual. Mayores generalizaciones requerirían un estudio dialectológico para el que me faltan datos y conocimientos.

José Luis Martín Yuste
jose.martin@ec.europa.eu











1. No obstante, el «saludar» de nuestro ejemplo se diferencia de esos verbos por no tener la posibilidad de aparecer acompañado de un objeto directo explícito: «le respondió 'una barbaridad'», «le escribió 'una carta'».













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