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Sobre el significado de «pedología» y «edafología»

Aunque J. Martínez de Sousa considere que «pedología» y «edafología» son sinónimos, la utilización de estos términos por los especialistas establece una diferencia clara en su significación. Así, la pedología estudia la descripción, génesis y clasificación de los suelos mientras que la edafología es la ciencia que trata del suelo únicamente en tanto que medio vital para los seres vivos. En este sentido, la pedología es una especialización de la geología del cuaternario que trata del suelo, mientras que la edafología constituye una especialización de la ecología que trata del estudio de las relaciones y las interacciones de los organismos animales y vegetales, extremadamente variados y numerosos, que se desarrollan en el suelo (organismos llamados «endógenos») o sobre el suelo.

En ecología, es habitual la utilización del adjetivo «edáfico» en expresiones como «clímax edáfico» (fase final de la sucesión primaria, es decir, la comunidad de vegetales que se encuentran sobre un suelo en equilibrio con las condiciones climáticas) o «edafotopo» (el cual, junto al climatopo y, en los medios acuáticos, el hidrotopo, constituye un biotopo).

Aunque la pedología sea una ciencia geológica, es importante precisar que la pedología se diferencia de la geología clásica en su concepción de lo que es el suelo. Mientras que, para la geología, el suelo no es más que el mero resultado de los procesos de transformación y degradación de las rocas, la pedología entiende los suelos como objetos naturales definibles por ellos mismos cuya aparición y evolución sólo han sido posibles gracias a intercambios de energía con el entorno.

Hay que mencionar que existen importantes diferencias culturales en la utilización de pedología para designar la ciencia del suelo así como del adjetivo edáfico para caracterizar las características ecológicas del suelo. Su uso, corriente en los países de tradición francófona, es prácticamente desconocido en los de tradición anglófona, dónde el término «ciencia del suelo» es el único comúnmente utilizado, tanto a nivel especializado como de divulgación. Por ejemplo, el diccionario Webster nos dice que pedología es sinónimo de ciencia del suelo mientras que la entrada edafología nos remite, sin más, a pedología.

Estas diferencias culturales tienen una raíz histórica, con algunas curiosas implicaciones filológicas. Así, la incorporación de la palabra pedología al francés, desde donde pasó al español, es relativamente reciente y no proviene directamente del griego sino del ruso (pedologiya). La pedología es una ciencia joven. Nació a finales del siglo XIX en Rusia, con los trabajos de V. Dokutchaev, y se desarrolló inicialmente en ese país desde donde pasó a los países de Europa Central. La pedología ha conocido un desarrollo particular en Francia, donde fue introducida entre las dos guerras mundiales por emigrados rusos y, después de 1945, en países en desarrollo de influencia francófona, especialmente en África. Impulsados por su importancia para el conocimiento del medio natural que su utilización racional requiere, los estudios pedológicos se han generalizado en todos los países del mundo, sin que ello haya comportado, necesariamente, la utilización del término pedología para definirlos.

Parece que hay que buscar en las grandes extensiones llanas de Ucrania y Rusia cubiertas de estepa o de grandes bosques de abedules y coníferas, donde Dokutchaev desarrolló sus trabajos, el hecho de que la palabra griega pedon (pedon, plano) haya servido de origen a la palabra que designa esta ciencia, pero esto nos alejaría demasiado del tema que nos ocupa aquí.

France-Line Domergue y Montserrat Filella
Universidad de Ginebra
montserrat.filella@cabe.unige.ch

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