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Adiós, E171: la UE prohíbe el dióxido de titanio como aditivo alimentario

La Comisión Europea acaba de prohibir el dióxido de titanio/Ti02 (también conocido como E171) como aditivo alimentario. Esta decisión es el resultado del sólido sistema establecido para garantizar la seguridad de los alimentos que consumimos. Sabine Juelicher, directora de Seguridad de los Alimentos y los Piensos e Innovación, habla sobre la prohibición y la labor de la DG SANTE en el ámbito de los aditivos alimentarios.

fecha:  18/01/2022

¿Por qué se ha utilizado dióxido de titanio en los productos alimenticios y por qué se ha prohibido ahora?

El dióxido de titanio es el óxido de titanio de origen natural, utilizado principalmente como colorante en una amplia gama de aplicaciones. Se utiliza desde hace décadas para dar color blanco a muchos alimentos, desde productos de panadería y cremas para untar hasta sopas, caldos, salsas, aliños para ensaladas y complementos alimenticios.    

Examinar la seguridad de todos los alimentos y productos de consumo es algo que hace la UE, e incluso repite si aparecen nuevas pruebas, por lo que se ha examinado periódicamente la seguridad del dióxido de titanio utilizado como aditivo alimentario (E171).     

En marzo de 2020, la Comisión pidió a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que actualizara su dictamen de 2016 sobre el dióxido de titanio (E171). Aunque en 2016 la EFSA no indicó ningún problema de seguridad, sí detectó algunas lagunas e incertidumbres en los datos, especialmente en relación con el tamaño de las partículas. Este parámetro puede influir en las propiedades toxicológicas del E171.  

Si bien el nuevo dictamen de la EFSA, publicado el 6 de mayo de 2021, no concluye que el E171 constituya un riesgo cierto para la salud, tampoco excluye esta posibilidad. En particular, la EFSA no excluye los problemas de genotoxicidad, lo que significa que existe la posibilidad de que el uso del dióxido de titanio como aditivo alimentario pueda causar daños al ADN o al cromosoma. En la UE, el hecho de que no pueda confirmarse la inocuidad de un aditivo alimentario es suficiente para justificar su prohibición.  

    

¿También se va a prohibir el dióxido de titanio en los productos no alimentarios?  

El nuevo dictamen de la EFSA ha evaluado el dióxido de titanio cuando se utiliza como aditivo alimentario en los alimentos.

El dióxido de titanio seguirá estando autorizado para su uso en medicamentos hasta que se encuentren otras alternativas seguras. Se trata de evitar que se produzca una escasez de medicamentos que afecte negativamente a la salud pública o a la salud y el bienestar de los animales. Este enfoque está respaldado por el análisis de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) sobre el uso del dióxido de titanio en medicamentos, publicado el 8 de octubre de 2021. La Comisión, junto con la EMA, volverá a evaluar la situación en el futuro.  

Se ha instado a la industria farmacéutica a que acelere la investigación y el desarrollo de alternativas tanto en productos nuevos como en productos ya autorizados, y a que presente los cambios necesarios en los términos de las autorizaciones de comercialización en cuestión.  

El dióxido de titanio como producto químico común también se utiliza ampliamente en otros productos, como pinturas, papel, plásticos, tintas de impresión o productos cosméticos, y se está estudiando la posible pertinencia del nuevo dictamen de la EFSA para otros sectores.

    

¿Cómo se evalúa la inocuidad de los aditivos alimentarios?  

La EFSA evalúa científicamente la inocuidad de los aditivos alimentarios. Los nuevos aditivos alimentarios se evalúan sobre la base de un expediente con datos pertinentes, que suele facilitar un solicitante (normalmente el productor o un posible usuario del aditivo alimentario).    

Los aditivos alimentarios se encuentran en observación continua y la Comisión puede solicitar una nueva evaluación de la inocuidad siempre que sea necesario, sobre la base de la nueva información científica disponible.    

En la evaluación de la seguridad, la EFSA determina el nivel por debajo del cual se considera segura la ingesta de la sustancia, el denominado valor de ingesta diaria admisible (IDA) y otros factores de importancia para la seguridad. En caso necesario, la Comisión, basándose en la evaluación de la EFSA, propone modificar la legislación para garantizar el uso seguro de los aditivos alimentarios.

  

¿Por qué se utilizan aditivos alimentarios?    

Los aditivos alimentarios se añaden a los alimentos con fines tecnológicos, como antioxidantes y edulcorantes, y muchos alimentos transformados no existirían tal como los conocemos en la actualidad sin aditivos alimentarios.    

La legislación de la UE es muy estricta, y los aditivos alimentarios solo pueden utilizarse si se cumplen varias condiciones: que exista una necesidad tecnológica razonable, que el uso no induzca a error al consumidor y que existan ventajas y beneficios para el consumidor, como la conservación de la calidad nutricional de los alimentos.

Los aditivos pueden ayudar a prolongar la vida útil de los productos, lo que reduce el desperdicio de alimentos, y desempeñan un papel crucial a la hora de contribuir a la fabricación, la transformación, la preparación, el tratamiento, el envasado, el transporte o el almacenamiento de alimentos.  

Para ayudar a los consumidores a elegir mejor y para ofrecer plena transparencia, la UE exige que los aditivos se etiqueten de conformidad con las normas establecidas en el Reglamento (UE) n.º 1169/2011.  

Pero sabemos que no todo el mundo se toma tiempo para leer la letra pequeña. Y no tienen por qué hacerlo, pueden confiar en que los productos alimenticios vendidos en la UE cumplen los requisitos de seguridad más elevados.

Si desea obtener más información sobre la reciente prohibición del dióxido de titanio en los productos alimenticios, consulte: Re-evaluación (europa.eu). Para cualquier otra información sobre aditivos alimentarios, consulte: Aditivos.(europa.eu)