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Estadísticas sobre distribución de la renta

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Datos recogidos en febrero de 2017. Datos más recientes: más información de Eurostat, Tablas principales y Base de datos. Fecha prevista para la actualización del artículo: octubre de 2018.
Gráfico 1: Tasa y umbral de riesgo de pobreza, 2015
Fuente: Eurostat (ilc_li01) y (ilc_li02)
Gráfico 2: Tasa de riesgo de pobreza después de las transferencias sociales, 2015
(%)
Fuente: Eurostat (ilc_li02)
Tabla 1: Tasa de riesgo de pobreza después de las transferencias sociales por situación profesional más frecuente, 2015
(%)
Fuente: Eurostat (ilc_li04)
Gráfico 3: Porcentaje de riesgo de pobreza por tipo de familia, los hogares sin menores a cargo, 2015
(% de la población especificada)
Fuente: Eurostat (ilc_li03)
Gráfico 4: Porcentaje de riesgo de pobreza por tipo de familia, los hogares con menores a cargo, 2015
(% de la población especificada)
Fuente: Eurostat (ilc_li03)
Gráfico 5: Tasa de riesgo de pobreza antes y después de las transferencias sociales, 2015
(%)
Fuente: Eurostat (ilc_li02) y (ilc_li10)
Gráfico 6: Desigualdades en la distribución de la renta, 2015
(distribución de los ingresos en quintiles)
Fuente: Eurostat (ilc_di11)
Gráfico 7: Mediana relativa en la distribución de la renta, 2015
(relación entre la renta disponible equivalente mediana de las personas de 65 años o más y la renta disponible equivalente mediana de las personas menores de 65 años)
Fuente: Eurostat (ilc_pnp2)
Gráfico 8: Mediana relativa de la brecha de riesgo de pobreza, 2015
(%)
Fuente: Eurostat (ilc_li11)

Este artículo analiza estadísticas recientes sobre pobreza monetaria y desigualdades en los ingresos en la Unión Europea (UE). Las comparaciones de niveles de vida entre los países se basan a menudo en el producto interior bruto (PIB) per cápita, que representa en términos monetarios la riqueza de un país en comparación con otro. No obstante, este indicador principal dice muy poco acerca de la distribución de la renta dentro de un país y no aporta información respecto a factores no monetarios que pueden desempeñar un papel importante a la hora de determinar la calidad de vida de una población concreta. Por una parte, las desigualdades en la distribución de la renta pueden incentivar a las personas para mejorar su situación a través del trabajo, la innovación o la adquisición de nuevas capacidades. Por otra, estas desigualdades en la renta se vinculan, a menudo, con la delincuencia, la pobreza y la exclusión social.

Principales resultados estadísticos

Tasa y umbral de riesgo de pobreza

La tasa de riesgo de pobreza (después de las transferencias sociales) en la EU-28 se mantuvieron prácticamente estables entre 2010 y 2013, pasando del 16,5 % al 16,7 %. Entre 2013 y 2014, la tasa de riesgo de pobreza aumentó en 0,5 puntos porcentuales y, a continuación aumentó ligeramente en 2015 (hasta 0,1 puntos porcentuales) hasta alcanzar el 17,3 %.

El porcentaje relativo a la EU-28, calculado como media ponderada de los resultados nacionales, enmascara variaciones considerables entre los Estados miembros de la UE (véase el gráfico 1). En ocho Estados miembros, a saber Rumanía (25,4 %), Letonia (22,5 %), Lituania (22,2 %), España (22,1 %), Bulgaria (22,0 %), Estonia (21,6 %), Grecia (21,4 %) y Croacia (20,0 %), una quinta parte de la población o más se considera en riesgo de pobreza; este fue también el caso en Serbia (25,4 %), Turquía (23,1 %, datos de 2013) y la Antigua República Yugoslava de Macedonia (21,5 %). Entre los Estados miembros las proporciones más bajas de personas en riesgo de pobreza se registraron en la República Checa (9,7 %) y los Países Bajos (11,6 %), mientras que Noruega (11,9 %) e Islandia (9,6 %) también registraron porcentajes relativamente bajos de población en riesgo de pobreza.

El umbral del riesgo de pobreza (que también se muestra en el gráfico 1) está fijado en el 60 % de la renta disponible equivalente mediana. Se expresa, a menudo, en paridades del poder adquisitivo (PPA) para tener en cuenta las diferencias entre países en el coste de la vida. Este umbral varió considerablemente entre los Estados miembros de la UE en 2015, desde 2,6 mil PPA en Rumanía hasta 13,2 mil PPA en Austria, con el umbral de Luxemburgo (17,6 mil PPA) por encima de este rango; el umbral de pobreza también fue relativamente bajo en la Antigua República Yugoslava de Macedonia (2,7 mil PPA), Serbia (3,0 mil PPA) y Turquía (3,2 mil PPA, datos de 2013) y relativamente elevado en Suiza (15,4 mil PPA, datos de 2014) y Noruega (17,0 mil PPA).

Distintos grupos de la sociedad son más o menos vulnerables a la pobreza monetaria. En 2015 se constató una diferencia relativamente pequeña entre hombres y mujeres en la tasa de riesgo de pobreza (después de las transferencias sociales) de la EU-28; los últimos tipos equivalían al 16,9 % para los hombres en comparación con una cifra ligeramente superior (17,7 %) para las mujeres (véase el gráfico 2). La mayor diferencia entre sexos en 2015 (5,1 puntos porcentuales) se registró en Letonia, mientras que Bulgaria, Estonia, Suecia, Eslovenia y la República Checa registraron también tasas de riesgo de pobreza para las mujeres superiores en 2,5 o más puntos porcentuales a las de los hombres, como fue el caso de Suiza (datos de 2014) y Noruega. Por el contrario, hubo seis Estados miembros de la UE donde la tasa de riesgo de pobreza fue ligeramente más alta entre los hombres que entre las mujeres, a saber, Hungría, Polonia, España, Dinamarca, los Países Bajos y Grecia, así como en el caso de Serbia.

Las diferencias en las tasas de pobreza fueron mayores cuando la población se clasificó por su actividad profesional (véase la tabla 1). El grupo de los desempleados resultó especialmente vulnerable: en 2015 casi la mitad (47,5 %) del total de desempleados en la EU-28 estaba en riesgo de pobreza; las tasas más altas se registraron, con diferencia, en Alemania (69,1 %), mientras que otros siete Estados miembros de la UE (los tres Estados Bálticos, Bulgaria, Hungría, Rumanía y Malta) informaron de que en 2015 al menos la mitad de los desempleados estaba en riesgo de pobreza.

Aproximadamente uno de cada ocho (13,2 %) jubilados en la EU-28 estuvo en riesgo de pobreza en 2015; en Lituania (27,6 %), Bulgaria (30,0 %), Letonia (36,7 %) y Estonia (40,1 %) se registraron unas tasas que superaban el doble de la media de la EU-28.

Las personas con trabajo tuvieron un riesgo mucho menor de pobreza (una media del 9,5 % en toda la EU-28 en 2015). Se registraron tasas relativamente elevadas de trabajadores ocupados en riesgo de pobreza en Rumanía (18,8 %) y, en menor medida, en Grecia (13,4 %) y España (13,1 %), mientras que Luxemburgo, Italia, Polonia y Portugal comunicaron que más de uno de cada diez miembros de las fuerzas de trabajo respectivas estaba en riesgo de pobreza en 2015.

Las tasas de riesgo de pobreza no se distribuyen de manera uniforme entre los hogares con distinta composición de adultos y menores dependientes. Entre los hogares sin menores dependientes (véase el gráfico 3), las personas que viven solas son más propensas a estar en riesgo de pobreza, una situación a la que se enfrentaron el 25,4 % de los hogares unipersonales en 2015. Por el contrario, la tasa de riesgo de pobreza en los hogares con dos o más adultos fue inferior a la mitad de este porcentaje, del 11,5 %. Teniendo en cuenta específicamente los hogares de dos adultos en los que al menos una persona tenía 65 años o más, la tasa de riesgo de pobreza fue ligeramente inferior, del 10,4 %.

La mayoría de Estados miembros de la UE registraron una evolución similar: los hogares unipersonales tuvieron las tasas más altas de riesgo de pobreza en los hogares sin menores dependientes en todos los Estados miembros excepto en Malta, donde los hogares con dos adultos en los que al menos una persona tenía 65 años o más registraron una tasa más elevada; en la Antigua República Yugoslava de Macedonia se observó una situación similar a la existente en Malta, con la salvedad de que los hogares unipersonales registraron la tasa más baja entre los tres tipos analizados. La tasa de riesgo de pobreza de los hogares con dos adultos, en los que al menos una persona tenía 65 años o más fue, en general, más baja que la correspondiente a la categoría más amplia de todos los hogares con dos o más adultos, aunque este no fue el caso de Chipre, Estonia, Austria, el Reino Unido, Bélgica, Letonia, Croacia, Bulgaria y Malta.

Por lo que respecta a los hogares con menores dependientes (véase el gráfico 4), la mayor tasa de riesgo de pobreza en la EU-28 se registró para las personas solteras con menores dependientes, cerca de una tercera parte (33,7 %). Si se comparan los porcentajes de los hogares con dos adultos, aquellos con un solo menor dependiente (12,9 %) presentaron una tasa de algo menos de la mitad de la registrada para las familias con tres o más menores dependientes (27,1 %). Entre los tres tipos de hogares que se muestran en el gráfico 4, todos los Estados miembros de la UE comunicaron que los hogares formados por dos adultos y un solo menor dependiente fueron los menos propensos a estar en riesgo de pobreza; obsérvese que en Islandia el menor riesgo de pobreza se registró entre los hogares compuestos por dos adultos con tres o más menores dependientes. La mayoría de los Estados miembros de la UE también informaron de que la tasa de riesgo de pobreza fue más elevada para las personas solteras con menores dependientes, aunque hubo varias excepciones en las que la tasa fue más alta para los hogares formados por dos adultos con tres o más menores dependientes, principalmente Bulgaria y Rumanía, y, en menor medida, España, Portugal, Eslovaquia, Italia, Polonia y Croacia; esta situación también se produjo en la Antigua República Yugoslava de Macedonia y Turquía (datos de 2013) y, en menor medida, en Suiza (datos de 2014) y Serbia.

Las medidas de protección social pueden utilizarse como medio para reducir la pobreza y la exclusión social. Esto puede lograrse, por ejemplo, mediante la distribución de las prestaciones. Una manera de evaluar el éxito de las medidas de protección social es comparar los indicadores de riesgo de pobreza antes y después de las transferencias sociales (véase el gráfico 5). En 2015 las transferencias sociales redujeron la tasa de riesgo de pobreza de la población de la EU-28 de un 26,0 % antes de las transferencias a un 17,3 % después de las transferencias, lo que hace que un 8,7 % de personas pasen a estar por encima del umbral de pobreza; sin las transferencias sociales, estas personas estarían en riesgo de pobreza. Si se comparan las tasas de riesgo de pobreza antes y después de las transferencias sociales, el impacto relativo de las prestaciones sociales fue bajo en Rumanía, Grecia, Letonia, Polonia e Italia, así como en Turquía (datos de 2013) y la Antigua República Yugoslava de Macedonia. En cambio, al menos la mitad de las personas que estaban en situación de riesgo de pobreza en Irlanda, Finlandia y Dinamarca pasaron a estar por encima del umbral de la pobreza gracias a las transferencias sociales, como fue también el caso en Noruega e Islandia.

Desigualdades en la renta

Los gobiernos, los responsables políticos y la sociedad en general no pueden luchar contra la pobreza y la exclusión social sin analizar previamente las desigualdades en la sociedad, ya sean de carácter económico o social. Los datos sobre desigualdades económicas son especialmente importantes para estimar la pobreza relativa, ya que la distribución de recursos económicos puede tener una incidencia directa en el alcance y la profundidad de la pobreza.

En 2015 se constataron grandes desigualdades en la distribución de la renta: una media ponderada en función de la población de las cifras nacionales de cada uno de los Estados miembros de la UE (véase el gráfico 6) muestra que el primer 20 % de la población (con la mayor renta disponible equivalente) recibió 5,2 veces más que el último 20 % (con el menor nivel de renta disponible equivalente). Esta proporción varió considerablemente entre los Estados miembros de la UE, desde el 3,5 en Eslovaquia y la República Checa, hasta el 6,0 o más en Portugal, Estonia, Letonia, Grecia, España, Bulgaria y Lituania, alcanzando su máximo en el 8,3 en Rumanía. Entre los países no miembros de la UE que figuran en el gráfico 6, Islandia (3,4) y Noruega (3,5) también comunicaron tasas de desigualdad en la distribución de la renta particularmente bajas, mientras que en Turquía (8,7, datos de 2013) y Serbia (9,0) estas tasas fueron más elevadas que en cualquiera de los Estados miembros de la UE.

Hay un interés político en las desigualdades que perciben muchos grupos distintos de la sociedad. Un grupo que despierta especial interés es el de las personas mayores, en parte como reflejo de la proporción cada vez mayor de la población de la UE de 65 años o más. Los sistemas de pensiones pueden desempeñar un papel importante en la lucha contra la pobreza entre las personas de edad avanzada. A este respecto, es interesante comparar los ingresos de las personas mayores con los del resto de la población.

En la EU-28 en su conjunto, en 2015 las personas mayores de 65 años tuvieron una renta mediana equivalente al 93 % de la renta mediana de la población de menos de 65 años (véase el gráfico 7). En seis Estados miembros de la UE (Luxemburgo, Grecia, Francia, España, Hungría y Rumanía), la renta mediana de las personas mayores fue igual o superior a la renta mediana de las personas menores de 65 años; este fue también el caso en la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Serbia y Turquía (datos de 2013). En Italia, Polonia, Austria, Portugal, Eslovaquia y Eslovenia, la renta mediana de las personas mayores fue al menos del 90 % de la registrada para las personas menores de 65 años; este fue también el caso de Noruega. En Bélgica, Suecia, Dinamarca, Malta, Lituania, Bulgaria, Letonia y Estonia se registraron tasas inferiores al 80 %; estas tasas relativamente bajas pueden reflejar en gran medida los derechos de pensión.

La gravedad de la pobreza, que sirve para cuantificar el grado de pobreza de los pobres, puede medirse con la mediana relativa de la brecha de riesgo de pobreza. La renta mediana en 2015 de las personas en riesgo de pobreza de la EU-28 se situó, de media, en un 24,8 % por debajo del umbral de pobreza (véase el gráfico 8), fijado en el 60 % de la renta nacional disponible equivalente mediana de todas las personas. Entre los Estados miembros de la UE, la mediana relativa de la brecha de riesgo de pobreza fue mayor en Rumanía (38,2 %) y España (33,8 %); también se registró una brecha superior al 25,0 % en Grecia, Bulgaria, Italia, Portugal, Eslovaquia, Croacia, Lituania y Letonia. Esta brecha fue relativamente amplia en Serbia (37,6 %) y la Antigua República Yugoslava de Macedonia (33,1 %) y superior al 25,0 % en Turquía (datos de 2013). La brecha de riesgo de pobreza más reducida de los Estados miembros se observó en Finlandia (13,2 %), seguida de Francia (15,7 %).

Fuentes y disponibilidad de datos

En 2003 se pusieron en marcha las estadísticas de la UE sobre la renta y las condiciones de vida (EU-SILC) gracias a un acuerdo voluntario entre Eurostat, seis Estados miembros (Austria, Bélgica, Dinamarca, Grecia, Irlanda y Luxemburgo) y Noruega. Las estadísticas EU-SILC se crearon a fin de obtener datos de base para los indicadores relativos a la renta y las condiciones de vida. La base jurídica para esta recopilación de datos es el Reglamento (CE) n.º  1177/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo. La recopilación de estas estadísticas se inició oficialmente en 2004 en quince Estados miembros y en 2005 se amplió a los Estados miembros de la EU-25 restantes, así como a Islandia y Noruega. Bulgaria y Turquía se incorporaron a las EU-SILC en 2006; Rumanía, en 2007; Suiza, en 2008 y Croacia introdujo la encuesta en 2010 [los datos de 2009 correspondientes a Croacia se basan en otra fuente de datos, concretamente en la Encuesta de presupuestos familiares (EPF)]. Se dispone de datos sobre la Antigua República Yugoslava de Macedonia a partir de 2010, y sobre Serbia, a partir de 2013. EU-SILC incluye una dimensión transversal y una dimensión longitudinal.

La renta disponible de los hogares se determina mediante la suma de todos los ingresos monetarios recibidos de cualquier fuente por cada uno de los miembros del hogar (incluidas las rentas del trabajo, los rendimientos de las inversiones y las prestaciones sociales) y de las rentas percibidas en el hogar, de la que se deducen los impuestos y las cotizaciones sociales abonadas. Con el fin de reflejar las diferencias en el tamaño y la composición de los hogares, este total se divide entre el número de «adultos equivalentes» utilizando un patrón de equivalencia, la denominada «escala modificada de equivalencia de la OCDE», que asigna un peso de 1,0 al primer adulto del hogar, un peso de 0,5 a los demás miembros del hogar mayores de 14 años y un peso de 0,3 a los miembros menores de 14 años. La cifra resultante es la denominada renta disponible equivalente, que se atribuye a cada uno de los miembros del hogar. A efectos de los indicadores de pobreza, la renta disponible equivalente se calcula a partir de la renta disponible total de cada hogar dividida entre el tamaño equivalente del hogar; por tanto, se considera que cada miembro del hogar tiene la misma renta equivalente.

El período de referencia de la renta es un período fijo de doce meses (como el año natural o el ejercicio fiscal anteriores) para todos los países a excepción del Reino Unido, cuyo período de referencia de la renta es el año de la encuesta, y de Irlanda, que lleva a cabo la encuesta de forma continua y recoge los datos sobre la renta durante los doce meses anteriores a esta.

La tasa de riesgo de pobreza se define como el porcentaje de personas con una renta disponible equivalente inferior al umbral del riesgo de pobreza (expresado en paridades de poder adquisitivo), y se ha situado en el 60 % de la renta disponible equivalente mediana del país. En consonancia con las decisiones del Consejo Europeo, la tasa de riesgo de pobreza se mide en relación con la situación de cada Estado miembro de la UE, y no aplicando un umbral común. Esta tasa puede calcularse antes o después de las transferencias sociales, de manera que la diferencia entre ambas cifras refleja la repercusión hipotética de las transferencias sociales nacionales en la reducción del riesgo de pobreza. Las pensiones de jubilación y supervivencia se contabilizan como renta antes de las transferencias, y no como transferencias sociales. Se dispone de diversos análisis de este indicador, por ejemplo en relación con la edad, el género, la actividad profesional, el tipo de hogar o el nivel educativo. Cabe señalar que el indicador no mide la riqueza, sino que es una medida relativa de ingresos corrientes reducidos (en comparación con otras personas del mismo país), lo que no implica necesariamente un nivel de vida bajo. La población agregada de la EU-28 es una media ponderada en función de población de los diversos datos nacionales.

Contexto

En el Consejo Europeo de Laeken de diciembre de 2001, los Jefes de Estado y de Gobierno respaldaron un primer conjunto de indicadores estadísticos comunes sobre la exclusión social y la pobreza que se perfeccionan continuamente en el marco del Subgrupo de Indicadores (SGI) del Comité de Protección Social (CPS). Estos indicadores son un elemento esencial en el método abierto de coordinación (MAC) para hacer un seguimiento de los avances realizados por los Estados miembros de la UE en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.

Las estadísticas EU-SILC son la fuente de referencia para las estadísticas de la UE sobre la renta y las condiciones de vida, y, en particular, para los indicadores sobre inclusión social. En el marco de la Estrategia Europa 2020, el Consejo Europeo adoptó, en junio de 2010, un objetivo fundamental por lo que se refiere a la inclusión social: que en 2020 haya en la UE como mínimo 20 millones de personas expuestas a los riesgos de pobreza o de exclusión social menos que en 2008. Las estadísticas EU-SILC son la fuente utilizada para supervisar los avances hacia este objetivo fundamental, que se miden mediante un indicador que combina la tasa de riesgo de pobreza, la tasa de privación material grave y la proporción de personas que viven en hogares con una intensidad laboral muy reducida (para obtener más información, véase el artículo relativo a las estadísticas sobre inclusión social).

Véase también

Más información de Eurostat

Publicaciones

Libros estadísticos

Comunicados de prensa

Statistics in focus

Tablas principales

Base de datos

Renta y condiciones de vida (ilc), véase:
Distribución de la renta y pobreza monetaria (ilc_ip)
Pobreza monetaria (ilc_li)
Pobreza monetaria de las personas mayores (ilc_pn)
Pobreza de las personas con empleo (ilc_iw)
Distribución de la renta (ilc_di)

Sección especializada

Metodología/Metadatos

Fuente de los datos de las tablas y los gráficos (MS Excel)

Otra información

  • Reglamento (CE) n.º 1177/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de junio de 2003, relativo a las estadísticas comunitarias sobre la renta y las condiciones de vida (EU-SILC)
  • Reglamento (CE) n.º 1553/2005 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 7 de septiembre de 2005, por el que se modifica el Reglamento (CE) n.º 1177/2003, relativo a las estadísticas comunitarias sobre la renta y las condiciones de vida (EU-SILC)
  • Reglamento (CE) n.º 1791/2006 del Consejo, de 20 de noviembre de 2006, por el que se adaptan determinados reglamentos y decisiones en los ámbitos de […] las estadísticas […] como consecuencia de la adhesión de Bulgaria y Rumanía

Enlaces externos