COLABORACIONESTraducción asistida y traductores autónomos: alternativas y avancesHoy por hoy, la idea preconcebida y tradicional del traductor de libros rodeado de diccionarios, papeles y máquina de escribir se acerca más a un estereotipo literario que a una realidad, ya que, con la revolución iniciada por el desarrollo de las tecnologías de la comunicación, también ha evolucionado la forma en que se comunican los seres humanos y, por consiguiente, los formatos en que se transmiten los contenidos. Además de los tradicionales documentos destinados a la impresión o a la edición, también se traducen programas informáticos, videojuegos, se subtitulan películas, páginas web, etc., por lo que la traducción y su vehículo (el formato del archivo mediante el cual se difunde) se han diversificado hasta límites insospechados. Recordemos que el traductor es un mediador: su labor permite la transmisión de conocimientos e ideas entre lenguas distintas. Por lo tanto, resulta lógico pensar que el traductor debe evolucionar en la forma en que lleva a cabo su trabajo de la misma forma en que evolucionan las herramientas que utilizan tanto él como sus clientes, y aquí podría aparecer el primer escollo. Tradicionalmente, la formación del traductor ha venido siendo (y es) eminentemente lingüística. La gran mayoría nos hemos considerado gentes «de letras» y, por lo tanto, hasta cierto punto ajenas a las cuestiones técnicas; pero tarde o temprano comprobamos (algunos con más agobio que otros) cómo debemos enfrentarnos a cuestiones aparentemente tan lejanas a nuestra área principal de conocimiento como expresiones del tipo «licencia Apache», «bifurcación», «computación en la nube» o «app»; los formatos de los documentos según su finalidad y soporte; los métodos de envío de archivos; el manejo avanzado y la actualización regular de sistemas de ofimática; la traducción asistida e incluso la gestión de proyectos o saber de cuántos bits es nuestro sistema operativo. La faceta técnica en la traducción y su dominio se está convirtiendo en una de las dos condiciones indispensables que marcan la competencia profesional del traductor moderno (la otra sería, claro está, sus aptitudes como traductor propiamente dichas); hasta tal punto esto es así que el nivel de competencia técnica se convierte a menudo en requisito obligado a la hora de encontrar clientes o simplemente en esa condición que debemos cuidar a título individual para no quedarnos atrás y aprovechar los avances técnicos para mejorar el rendimiento de nuestro trabajo. La situación y desarrollo de las herramientas de traducción asistida por ordenador (TAO) están en continuo movimiento. Por lo tanto, es responsabilidad del traductor no solo conocer el manejo de estos programas informáticos (al menos, los más importantes), sino también mantenerse al día sobre las actualizaciones y novedades. A veces esto puede resultar complicado, sobre todo cuando se trabaja por cuenta propia y sin el respaldo de una empresa de traducción que facilite el acceso a los sistemas más demandados (y que también suelen ser los más costosos). De entrada, la adquisición y amortización de buena parte del software propietario suele exceder el margen de maniobra del traductor autónomo. No obstante, eso no debe significar un parón en la utilización de la informática aplicada. Puede que no dispongamos del programa comercial de referencia, pero siempre podremos crearnos nuestras propias memorias con alguna de las excelentes aplicaciones de código abierto y distribución libre disponibles en Internet sin desdeñar las ofertas más que interesantes de algunos desarrolladores de software comercial. Además de repasar brevemente el panorama tecnológico actual referido a la traducción, en este artículo mostraremos cómo se puede ser tecnológicamente competente sin que esta circunstancia suponga una merma considerable de los recursos económicos disponibles, centrándonos especialmente en los aspectos siguientes:
Partiremos de una situación básica lo más elemental posible:
El objetivo es conseguir un equipo profesionalmente eficiente sin sacrificios económicos, pero antes debemos analizar detenidamente nuestras necesidades profesionales y las características tecnológicas particulares de las áreas temáticas en las que estemos especializados: por poner un ejemplo, la traducción literaria o audiovisual destinada al doblaje rara vez necesitarán una herramienta TAO, pero sí será conveniente en aquellas áreas que utilicen lenguaje y estructuras formularias, en aquellas en las que la originalidad sea lo de menos y se recurra siempre a una serie determinada de expresiones estereotipadas, o en la traducción de software. En cualquier caso, sería recomendable que todo traductor contara con al menos un sistema de traducción asistida en su ordenador. A grandes rasgos, todo traductor necesita para trabajar en el ordenador:
Además, existen herramientas auxiliares más específicas o especializadas que complementan determinados aspectos del proceso de traducción:
Breve recorrido por el software libre Pero… ¿qué hay disponible? No hay más que buscar en Internet para hacerse una idea de que hay alternativas muy válidas a los programas comerciales más utilizados, que no por el hecho de ser gratuitas son esencialmente peores (de hecho, algunas están ganando cada vez más difusión en el gremio y se están convirtiendo en serias competidoras de los programas de todos conocidos). El software libre (o de código abierto) surge como proyecto opuesto al software comercial en respuesta a planteamientos más éticos y filosóficos que meramente económicos, y que viene a concretarse en estos cuatro puntos:
Paralelamente, el software no libre (comercial o propietario) está sujeto a la propiedad intelectual, que afecta a los derechos de modificación, duplicación y redistribución de las aplicaciones. En el campo de la ofimática, el panorama de código libre está dominado por OpenOffice (www.openoffice.org) y su bifurcación LibreOffice (www.libreoffice.org), ambos programados en Java, ejecutables en cualquier sistema operativo y prácticamente con las mismas prestaciones que los programas comerciales de referencia. La irrupción de estos dos paquetes no solo ha traído consigo la llegada de un nuevo formato de texto (el odt), ya aceptado en las listas de formatos en las últimas versiones de Word y cada vez más pujante en la creación de documentos y memorias de traducción, sino que también se convierten en piedras angulares de un amplio abanico de herramientas TAO especialmente versátiles por la cantidad de plataformas en las que son operativos y los numerosos formatos con los que pueden trabajar. La lista es muy amplia e incluye tanto programas de funcionamiento autónomo como basados en macros, que precisan de un procesador de textos para funcionar. Por ello ofrecemos una selección de los mejores programas en el apéndice que acompaña a este artículo. Tan solo adelantamos que los programas mejor posicionados en este momento son OmegaT y la extensión de OpenOffice, Anaphraseus. La necesidad de informarse bien Internet representa un
territorio demasiado vasto cuando se trata de buscar software libre; por lo
tanto resulta obligado informarse bien, no solo para elegir el sistema más
adecuado a nuestras demandas profesionales, sino también para mantenernos al día
sobre nuevos lanzamientos y actualizaciones. En estos casos, podemos contrastar
la opinión de otros traductores especialistas en este ámbito o que ya cuenten
con experiencia en este tipo de programas. Es esencial la consulta de blogs de
profesionales, entre los que podemos destacar (en español), en primer lugar, el
blog mejor informado sobre programas de código abierto, denominado Traducción y Mundo Libre (http://traduccionymundolibre.com/),
y su nuevo catálogo Wiki (en inglés) sobre software libre Foss4trans (http://traduccionymundolibre.com/wiki/Main_Page).
También son muy interesantes Melodía de
Traducción
(http://melodiadetraduccion.word Programas propietarios: demos y estrategias comerciales aprovechables Sabemos que la oferta en programas de código abierto es bastante amplia, por lo que se garantiza plenamente el acceso de cualquier traductor a una buena parte de las mejores herramientas en tradumática. Pero recordemos que el traductor de hoy tiene la obligación de conocer buena parte de la oferta global de sistemas de traducción asistida. Conviene estar al tanto, pues, de qué es lo que ocurre en el ámbito de los programas propietarios y hasta qué punto un traductor autónomo puede aprovecharse de las estrategias comerciales de los distintos desarrolladores sin que ello suponga una revisión del presupuesto. Las demos de todos los programas propietarios, incluidos los más conocidos y extendidos, suplen ese objetivo primordial que posibilita al usuario familiarizarse con su funcionamiento. La inmensa mayoría de las empresas especializadas en TAO (SDL, Atril, Metatexis, Star Group, etc.) siguen la misma política de otros fabricantes de software y ofrecen demos con un período de validez de un mes, transcurrido el cual el usuario deberá comprar la licencia (a menudo costosa) para desbloquear la aplicación. Son una buena opción para adquirir una destreza básica en estos sistemas de cara a, por ejemplo, una entrevista de trabajo, preparar un examen o analizar una actualización, pero, evidentemente, no se les puede pedir más ni confiarles trabajos de envergadura que lleven más tiempo del estipulado. Sin embargo, hay fabricantes que optan por otro tipo de estrategia y prefieren extenderse en el mercado ganando usuarios reales al permitir que los traductores trabajen con sus sistemas de forma efectiva a través de versiones demo de funciones limitadas pero operativas por tiempo indefinido: es el caso de los programas Wordfast (www.champollion.net; www.wordfast.com) y MemoQ (www.kilgray.com), con los que los traductores pueden llevar a cabo proyectos pequeños sin problemas (el caso de MemoQ es especial, ya que se descarga en su versión completa, pero transcurrido el mes se transforma en MemoQ4Free, más limitado aunque funcional por tiempo indefinido). Pero quizá la oferta más «radical» y ventajosa para el traductor autónomo sea la de la empresa Across (www.across.net), que permite la descarga gratuita del programa completo a traductores por cuenta propia tras rellenar un cuestionario en línea. Across representa una opción excelente para seguir avanzando en el conocimiento de las nuevas tecnologías y procedimientos, ya que el programa pertenece a una nueva generación de herramientas TAO multifunción que integran el trabajo autónomo fuera de línea y en la Red, conjuntamente con la gestión de proyectos de traducción, entre otras tareas. Es sin duda una opción inmejorable a la hora de posicionarse como usuario en las nuevas tendencias tecnológicas que parecen apuntar en el ámbito de la traducción asistida. Futuras tendencias: la computación en «la nube» Cuando en ocasiones anteriores me he referido a la necesidad del traductor de contar con información actualizada sobre sistemas disponibles, no solo nos referíamos a los programas, sino a las diversas tendencias en el área de las comunicaciones, los dispositivos y las modalidades de trabajo. En los últimos años, y especialmente a raíz de la crisis económica, se ha ido extendiendo progresivamente lo que ha venido a denominarse «computación en la nube» a través de los reclamos del aumento de la productividad y la reducción de costes. Pero, en primer lugar, veamos someramente qué es este relativamente nuevo concepto. «La Nube» es el nombre por el que últimamente se conoce a Internet. La idea básica consiste en proporcionar servicios informáticos según demanda a través de la Red, esto es, utilizar servicios y programas residentes en servidores remotos para llevar a cabo nuestro trabajo u obtener cualquier otro servicio. Todos estos servicios se presentan a los usuarios de una forma sencilla sin entrar en detalles de cómo se lleva a cabo. Dicha visión simplificada se denomina abstraction o abstracción. La combinación de distintos tipos de servicios y usuarios puede dar como resultado distintas clases de «nubes» según el ámbito de actuación y usuarios conectados:
Tradicionalmente, el usuario encendía su ordenador, accedía a los programas instalados en él y podía conectarse y comunicarse con su oficina o sus clientes a través de Internet. En la actualidad, y en un futuro próximo, el papel cada vez más importante de Internet, no solo en las comunicaciones sino también en la forma misma de trabajar, está modificando las funciones mismas de los programas, de modo que ya muchos de ellos permiten trabajar y gestionar recursos directamente en la Red. Por supuesto, hay modalidades. Podemos:
¿Y cómo afecta esto a los sistemas de ofimática y traducción asistida? Si bien el punto tercero está por desarrollarse (los resultados del sistema operativo Google Chrome aún están por verse), ya hay maniobras en lo que respecta a los puntos 1 y 2.
Centrándonos en ofimática, en la actualidad encontramos varias ofertas, algunas gratuitas, para la utilización en línea de programas propietarios de ofimática y de traducción asistida (en versión reducida) y que, en definitiva, pueden llegar a ser herramientas útiles en momentos puntuales de necesidad. Vamos a centrarnos un poco más en ellos, ya que, de entrada, no suponen ningún tipo de compromiso comercial previo por parte del usuario; tan solo disponer de una cuenta de correo electrónico de las empresas proveedoras.
Dentro del ámbito de la traducción propiamente dicha:
El segundo grupo está constituido por páginas de empresas que, mediante suscripción, facilitan al usuario software TAO de calidad y la gestión de proyectos con la Red como único vehículo de trabajo. Hoy por hoy, el servicio más reconocido es el de Wordbee (www.wordbee.com), que ya tiene en su haber diversos premios y reconocimiento dentro del sector. Ventajas e inconvenientes del trabajo «en la nube» Una de las cosas que más claramente se han manifestado es el hecho de que la tecnología se ha convertido en un elemento clave en la salvación de muchas empresas: estar al día en los nuevos métodos de comunicación es esencial a la hora de mantener la competitividad (como ejemplo ilustrativo, valga decir que recientemente se ha publicado en los medios el aviso de empresarios norteamericanos a las empresas españolas por su escasa presencia en las redes sociales, lo que les resta interés y hasta presencia en el mercado global). La marca Cloud Computing se está presentando en la actualidad como «una gran novedad tecnológica» capaz de reportar grandes beneficios tanto a desarrolladores como a usuarios. Por poner un ejemplo, para este año se prevé un aumento de tránsito en el servicio del 80 %. Pero para poner las cosas claras, debemos señalar sus ventajas e inconvenientes: Estos son los reclamos más habituales de las empresas del sector:
Por supuesto, todas estas premisas parecen muy atractivas, lo que no significa que haya una serie de inconvenientes que también han de tenerse en cuenta, especialmente en un trabajo como el nuestro. Tomamos como referencia las opiniones de Richard Stallman, principal valedor del software libre, sobre este tema en particular.
Otras herramientas: los nuevos dispositivos y apps especializadas Hoy en día, la gama de dispositivos y hardware está sufriendo una verdadera revolución desde que hace un par de años irrumpieran en el mercado los llamados smartphones y, sobre todo, las tabletas, que han supuesto una nueva alternativa en la gestión de documentos y datos. Paralelamente, los desarrolladores de software están supliendo las necesidades de los nuevos dispositivos mediante la creación de las conocidas apps, versiones de los programas más conocidos adaptadas a los nuevos sistemas operativos (iOS para los dispositivos Apple, Google Android para buena parte de los restantes) con funciones más limitadas, precios muy reducidos o incluso gratuitas. No obstante, y aunque esta nueva tecnología no ha hecho más que empezar y tiene aún mucho que decir, conviene reseñar que muchas de ellas no son más que meras vías de comunicación con sus respectivos fabricantes y solo funcionan cuando están conectadas con ellos en lo que claramente supone un paso adelante en la difusión de lo que podríamos denominar «modo nube». Dentro del área concreta de la traducción y la ofimática, las apps aún no son ni abundantes ni excesivamente interesantes, quedando casi reducidas al nivel de «juguetes»; casi todo el catálogo se reduce a sistemas limitados de ofimática para el tratamiento de textos, hojas de cálculo básicas y presentaciones, diccionarios (el usuario puede seleccionar las combinaciones de idiomas descargándose las apps correspondientes) y pequeños programas de traducción automática (TA) más o menos desarrollados o adaptados a los nuevos usos, pero incapaces de trabajar con documentos previos (hay que teclearlos en los paneles). En el apéndice incluimos algunas de las apps más destacables aparecidas hasta la fecha y que podrían ser de cierto interés para los traductores. El dominio informático es ya una de las características propias del traductor profesional. Además, y dado que la evolución en este campo es especialmente rápida, debemos tener un conocimiento sólido que nos permita mantener el ritmo. Estamos obligados a dedicarle un poco de atención a este tema ya que, además de facilitar nuestra labor y solucionar los requisitos esenciales de formatos, constituye la mejor vía para adaptarnos a los modos de comunicación de nuestros clientes y a sus modalidades técnicas de negocio. No debemos ceñirnos única y exclusivamente a los dos o tres programas comerciales más conocidos. También es importante tener experiencia en uno o dos programas de código abierto y, a medida que nuestro conocimiento de sistemas TAO aumente, nos daremos cuenta de que gran parte de ellos se podrían agrupar por sus características comunes, de suerte que en el futuro podremos afrontar la utilización de nuevo software con cierta dosis de tranquilidad. Ello y la consulta de información actualizada son suficientes para no quedarnos atrás y «adquirir el hábito». Ya hemos visto que la oferta no es precisamente pequeña y que tampoco hace falta una gran inversión para empezar a estar al día. Apéndice Traducción asistida y traductores autónomos:
alternativas y avances
1.
Aplicaciones de código abierto Las aplicaciones de código abierto especializadas en traducción son numerosas. En este apéndice señalamos las que consideramos más importantes o funcionales para determinadas modalidades de trabajo, conjuntamente con una serie de comentarios ilustrativos que podrían servir de orientación:
Y en alineación,
además del independiente CTexT (que trabaja con Autshumato ITE), Aligner y
Blinger son herramientas de OmegaT (están disponibles en su misma página).
2. Aplicaciones
para tabletas Estas son las apps
más interesantes que he encontrado hasta el momento. Las de ofimática (*) son
más funcionales. Las demás no pasan de ser herramientas de consulta instantánea
con resultados más o menos fiables.
María Ortiz Jiménez ![]() ![]() ![]() |