El ruido puede resultar irritante. Si es alto o prolongado también puede resultar dañino para los oídos, ya sea temporal o permanentemente. La mejor forma de reducir el riesgo de daño a los oídos es eliminar o reducir el nivel de ruido en la fuente que lo emite.
Como esto no es siempre posible, disponemos de varios tipos de protecciones auditivas. Dichas protecciones están diseñadas para reducir la cantidad de ruido hasta un nivel que no dañe sus oídos.
Debe utilizar la protección auditiva siempre que exista la posibilidad de que se produzcan ruidos elevados mientras trabaja. La zona más evidente es una pista de aeropuerto, donde la exposición, por muy breve que sea, al sonido de un motor de avión puede provocar daños prolongados o irreversibles en los oídos. La exposición prolongada a niveles moderados de ruido también podría ocasionar daños permanentes.
En virtud de la legislación sobre salud y seguridad, algunas zonas son designadas como «zonas de uso obligatorio de protectores de oído». La señal que se muestra
aquí aparecerá siempre que sea obligatoria la protección auditiva.