La estrategia, al alentar a las regiones ultraperiféricas a que rentabilicen sus atributos singulares, tiene la intención de respaldar a esas regiones para que se creen nuevas oportunidades, se fomente la innovación y el empleo en sectores como la agricultura, la pesca, el cambio climático y la economía circular, y se refuerce la colaboración con los países vecinos.
Transcurridos dos años, los principales avances en Martinica son:
- El apoyo a la economía azul, mediante programas de formación sobre la pesca y otros sectores azules en el centro de formación profesional especializado POLE MER y por medio de la creación de un instituto de acuicultura;
- Una economía circular más dinámica, mediante 14 proyectos, incluidos estudios sobre la reutilización de servicios y mobiliario médico e instalaciones móviles que prestan servicios de reparación; y mediante un plan de prevención y gestión de los residuos y de campañas contra el desperdicio de alimentos;
- La transición energética, con la instalación de paneles fotovoltaicos y estaciones de combustible con un 100 % de energía solar para vehículos eléctricos;
- Una cooperación mejorada con los países de la Organización de Estados del Caribe Oriental, en particular, en el campo de la prevención y gestión de riesgos, a fin de aprovechar las técnicas compartidas para afrontar fenómenos meteorológicos extremos.