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Diez años desde la firma del Tratado de Lisboa: ¿qué avances se han logrado en materia de cohesión territorial en la Unión Europea?

  • 01 December 2019
Diez años desde la firma del Tratado de Lisboa: ¿qué avances se han logrado en materia de cohesión territorial en la Unión Europea?

Hoy conmemoramos el décimo aniversario de la ratificación del Tratado de Lisboa, que introdujo una tercera dimensión en la reducción de las desigualdades entre las regiones de la Unión Europea (UE): la cohesión territorial. Diez años después, es un objetivo más importante que nunca para Europa.  Dado que la UE goza de una diversidad territorial increíble, debemos garantizar que los ciudadanos puedan aprovechar al m&a

Hoy conmemoramos el décimo aniversario de la ratificación del Tratado de Lisboa, que introdujo una tercera dimensión en la reducción de las desigualdades entre las regiones de la Unión Europea (UE): la cohesión territorial. Diez años después, es un objetivo más importante que nunca para Europa. 

Dado que la UE goza de una diversidad territorial increíble, debemos garantizar que los ciudadanos puedan aprovechar al máximo las características inherentes a las zonas en las que viven. Ningún ciudadano debería quedar rezagado ni en una situación desfavorecida, por ejemplo, en términos de acceso a los servicios públicos, la vivienda o las oportunidades de empleo, solo por el mero hecho de vivir en una región o en otra. Aquí es donde interviene la cohesión territorial, cuyo objetivo es lograr un desarrollo más equilibrado y sostenible, conforme al territorio en el que se vive. 

Por este motivo, el Tratado de Lisboa emplazó a la UE y sus Estados miembros a prestar una atención especial a la reducción de las diferencias entre los niveles de desarrollo de las diversas regiones y el retraso de las regiones menos favorecidas. Los Estados miembros acordaron prestar especial atención a las zonas rurales, las zonas afectadas por la transición industrial y las regiones que se enfrentan a dificultades naturales o demográficas graves y permanentes, como las regiones más septentrionales con una densidad de población muy baja y las regiones insulares, transfronterizas y montañosas. 

La presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen reafirmó la importancia de la política de cohesión en su carta de mandato a la nueva comisaria de Política de Cohesión y Reformas, Elisa FerreiraSu tarea durante los próximos cinco años será garantizar que Europa apoye e invierta en las regiones y las personas más afectadas por la doble transición digital y climática, sin dejar a nadie atrás a medida que avanzamos juntos. 

Con el objetivo de lograr la cohesión territorial, la UE respalda un enfoque integrado. Debemos mejorar la coordinación entre las políticas sectoriales a todas las escalas, desde la local hasta la europea. Además, se necesita una cooperación más estrecha de las autoridades locales, regionales y nacionales, así como el compromiso y la participación de los ciudadanos. Muchas cuestiones (como el cambio climático o la migración) traspasan los límites administrativos y pueden abordarse mejor mediante una respuesta más adaptada por parte de diversas autoridades locales, regiones o países. 

La financiación de la UE es el principal instrumento para fomentar el desarrollo territorial integrado en los Estados miembros y las regiones. Más de 3 800 estrategias territoriales, urbanas y locales reciben financiación europea. Además, la financiación de la UE también ayuda a los Estados miembros a aplicar medidas para atender las necesidades de territorios específicos como las zonas afectadas por la pobreza o la exclusión social, las regiones poco pobladas, las regiones montañosas, las islas y las regiones ultraperiféricas. Este enfoque adaptado se ha visto fortalecido por la propuesta de política de cohesión para después de 2020 de la Comisión, en concreto a través de una mayor atención a las iniciativas locales y los territorios funcionales (por ejemplo, las cuencas fluviales, las zonas costeras y las cordilleras, entre otras) a fin de eliminar los compartimentos administrativos. 

La próxima política de cohesión posterior a 2020 hace un nuevo hincapié en los enfoques integrados al introducir un objetivo político específico —una Europa más cercana a los ciudadanos—, al respaldar estrategias de crecimiento de gestión local y desarrollo urbano sostenible en toda la UE, y al empoderar a las autoridades locales en la gestión de los fondos.