Un nuevo informe del programa URBACT de la Unión Europea muestra cómo las autoridades de las ciudades pueden dar algunos pasos sencillos y prácticos hacia la igualdad de género a través de la recopilación de datos, la política y la consulta, y mejorar así la vida cotidiana de los ciudadanos de toda la Unión Europea. Ya sea rompiendo los estereotipos nocivos, cambiando la manera en que se asignan los presupuestos o apoyando más
Igualdad entre hombres y mujeres: qué pueden hacer las ciudades para situarse a la vanguardia
- 13 May 2019

Un nuevo informe del programa URBACT de la Unión Europea muestra cómo las autoridades de las ciudades pueden dar algunos pasos sencillos y prácticos hacia la igualdad de género a través de la recopilación de datos, la política y la consulta, y mejorar así la vida cotidiana de los ciudadanos de toda la Unión Europea.
Ya sea rompiendo los estereotipos nocivos, cambiando la manera en que se asignan los presupuestos o apoyando más decididamente a las emprendedoras, las autoridades de las ciudades cuentan con distintas posibilidades para situarse a la vanguardia de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Un nuevo informe del Programa de la Red de Desarrollo Urbano (URBACT) señala una serie de prácticas innovadoras de las ciudades de la Unión Europea (UE) y sugiere algunos métodos prácticos para que las autoridades marquen una verdadera diferencia en la vida de sus ciudadanos.
URBACT es un programa de cooperación territorial europea que tiene como finalidad promover un desarrollo urbano sostenible e integrado en las ciudades de toda Europa. Su misión es permitir que las ciudades colaboren entre sí y desarrollen soluciones integradas para los problemas urbanos comunes mediante la creación de redes, el intercambio de experiencias y la identificación de buenas prácticas.
Por ejemplo, en Estonia, la red Ciudades interactivas de URBACT permitió a la ciudad de Tartu impulsar la participación ciudadana en la planificación urbana, con especial hincapié en la movilización de los jóvenes, como parte de sus esfuerzos continuados hacia la digitalización de su administración. En Nápoles (Italia), la iniciativa Segunda oportunidad[1] insufló una nueva vida a un antiguo hospital militar abandonado para transformarlo en un popular espacio comunitario que se ha destinado a diversas funciones.
Ahora, el informe Gender Equal Cities (Ciudades en igualdad de género) de URBACT tiene por objeto mostrar a las autoridades de las ciudades cómo pueden poner en práctica iniciativas y políticas centradas en cuestiones de género que mejorarán la vida cotidiana de sus habitantes. Los autores esperan impulsar a escala local la concienciación sobre las desigualdades basadas en el género, mostrar cómo afectan estas cuestiones a los ciudadanos y poner de manifiesto lo que pueden hacer las ciudades para abordar las cuestiones planteadas.
Dar pie a las preguntas correctas
El informe Gender Equal Cities propugna que las autoridades locales impulsen el cambio positivo a través de priorización e integración de la elaboración de políticas basadas en cuestiones de género.
Según afirma la coautora del informe Sally Kneeshaw: «Por su propia naturaleza, la igualdad entre hombres y mujeres es un objetivo a largo plazo. Si bien este informe no es exhaustivo, proporciona una reflexión sobre las preocupaciones actuales, una perspectiva de las buenas prácticas y una evaluación de la situación actual. En lugar de ofrecer soluciones ya definidas, se trata de un punto de partida, un desencadenante para que se planteen las preguntas correctas para apoyar a todos los responsables de las políticas urbanas en la mejora de la igualdad entre hombres y mujeres en Europa».
El informe resalta iniciativas innovadoras y fáciles de replicar que ya se han aplicado en diversas ciudades europeas.
En Râmnicu Sărat (Rumanía), por ejemplo, las autoridades constataron la clara desproporción entre el número de hombres y mujeres que utilizaban las instalaciones deportivas municipales. Tras una serie de consultas a mujeres, la ciudad aplicó diversas medidas de bajo coste, como cambiar la forma en que se anunciaban los servicios y ofrecer sesiones solo para mujeres, con el fin de lograr que estas instalaciones fuesen más integradoras y aumentar así su uso por parte de las mujeres.
Por su parte, la ciudad de Bolonia (Italia) puso en marcha una campaña en los medios y reclutó, formó y empoderó a mujeres jóvenes para que actuasen como embajadoras con el objetivo de ayudar a contrarrestar la discriminación contra las comunidades romaní, sinti y caminanti. Con el fin de luchar contra el posible estereotipado, el consejo municipal de Cascaes (Portugal) formó a todo el personal de su departamento de comunicación sobre cómo evitar reproducir los estereotipos de género tradicionales y desfasados en sus comunicaciones digitales y a través de medios impresos.
Los líderes de las ciudades impulsan los cambios
A pesar de que representan más de la mitad de la población, las mujeres se encuentran infrarrepresentadas en prácticamente todos los niveles de la gobernanza de la UE: tan solo el 28,6 % de los miembros de las asambleas regionales y el 36 % de los consejos municipales son mujeres, mientras que el porcentaje de alcaldesas se sitúa en un 15 %. Las mujeres siguen recibiendo un salario un 16 % inferior al de los hombres, realizan más trabajos no remunerados y sufren violencia de género. El informe ofrece diversas propuestas para que las autoridades municipales marquen la diferencia en este sentido (véase la infografía).
Al trabajar con los líderes de las ciudades, organizar y participar en eventos de la UE y facilitar los intercambios entre expertos, el programa URBACT ha traducido los conocimientos existentes en recomendaciones claras y viables. Subraya la experiencia de la vanguardia europea impulsando la agenda para la igualdad entre hombres y mujeres, en estrecha colaboración con el Consejo de Municipios y Regiones de Europa.
Corina Creţu, comisaria europea de Política Regional, afirma en el prólogo del informe: «Aunque hemos hecho algunos avances durante las últimas décadas, todavía queda mucho por hacer para alcanzar de forma plena la igualdad entre hombres y mujeres. Los responsables políticos europeos tenemos la responsabilidad de impulsar unas ciudades que sean más justas y donde las personas no tengan que enfrentarse a injusticias ni a la violencia de género».
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