Existe una gran brecha entre los beneficiarios potenciales con derecho a los sistemas de garantía de ingresos mínimos a escala regional y el número real de beneficiarios. El JRC estima que, en 2018, solo el 20 % de los beneficiarios potenciales estaba recibiendo prestaciones de ingresos mínimos a escala regional, con grandes disparidades entre regiones. Debido en parte a la escasa cobertura y a la insuficiencia de los importes de las prestaciones, estos sistemas tienen un impacto global limitado en la reducción de la brecha de la pobreza. No obstante, el efecto varía en función de las regiones: en la mitad de las regiones, estos sistemas no tienen ninguna repercusión, mientras que en otros, como Navarra, el País Vasco y Asturias, pueden tener una influencia significativa en la reducción de la brecha del riesgo de pobreza.

El análisis del JRC pone de manifiesto las deficiencias de algunas prestaciones familiares aplicadas en España, país que proporciona las prestaciones por hijos más bajas de la UE. El nivel del plan de pensiones individual de 31 EUR por hijo al mes es diez veces menor que el del Estado miembro con la prestación más alta. Además, la reforma de 2019 de la prestación por hijos dependiente de los ingresos tuvo un impacto insignificante en la desigualdad y en el riesgo de pobreza. En general, el apoyo a la renta familiar sigue siendo limitado, especialmente en lo que se refiere a las familias con rentas medias y bajas.