La innovación en materia de salud en línea, debidamente aprovechada, puede ayudarnos a salir de los viejos problemas fundamentales de los sistemas sanitarios europeos: la mayor demanda generada por el cambio demográfico, la mayor exigencia de calidad por parte de pacientes y ciudadanos más informados y conscientes de sus derechos, y mayor exigencia de eficiencia y viabilidad financiera.
Los mensajes que toda una serie de agentes viene lanzando en los últimos años a escala de la UE así lo confirman: la reciente Comunicación de la UE sobre la telemedicina reclama más coherencia entre las distintas políticas nacionales, más claridad jurídica, así como voluntad política para acelerar la creación de soluciones de salud en línea y la interoperabilidad de tecnologías y sistemas en toda la UE.
En lo que respecta a los pacientes, el elemento clave de la Comunicación probablemente sea la necesidad de crear confianza en las soluciones de salud en línea. El Foro Europeo de los Pacientes considera que las soluciones de salud en línea albergan un gran potencial en aspectos como la información de los pacientes, una gestión de la enfermedad centrada en los pacientes, el diálogo entre pacientes y profesionales sanitarios, una atención médica personalizada, la movilidad transfronteriza, la calidad y continuidad de la asistencia, así como la seguridad del paciente.
Para que las soluciones de salud en línea puedan cumplir plenamente su cometido, es indispensable que los pacientes estén asociados en su puesta a punto. Y estas soluciones sólo tendrán utilidad para las personas, la sociedad y la economía si se reconocen debidamente:
• los aspectos éticos de la salud en línea: dignidad, consentimiento, confidencialidad y privacidad
• las necesidades de "cultura de salud en línea" de los pacientes y profesionales de la salud.
Estos puntos figurarán sin duda entre los temas de debate preeminentes de la próxima Conferencia sobre Salud en Línea organizada en Praga.