  
En la
sección «Cabos sueltos» se publican notas breves en que se exponen
argumentos o se facilitan datos para solucionar problemas concretos de
traducción o terminología. El carácter normativo o meramente orientador de
las soluciones aportadas se desprende de la categoría de las fuentes.
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RESEÑAS
Nuevo diccionario
jurídico-económico
(FR-ES, ES-FR)
Nicolás
A. Campos Plaza, Jesús Cantera Ortiz de Urbina,
María Dolores Espinosa Sansano, Antonio García Calero, Emilio Orteja
Arjonilla
Diccionario jurídico-económico francés - español / español - francés
Editorial Comares, colección «Interlingua», Granada, 2005, 455 páginas.
ISBN: 84-8444-994-7
Siempre es una buena noticia
para la comunidad de traductores al español que se publique una nueva obra
de lexicografía bilingüe especializada, pero la noticia es mejor aún
cuando detrás de la obra hay un equipo de profesionales motivados por su
labor, por ampliarla y perfeccionarla. Este diccionario se divide en tres
partes. La primera es una versión actualizada y corregida del
Diccionario económico-jurídico francés-español, publicado por la
Universidad de Castilla-La Mancha, obra colectiva, fruto del trabajo de
investigación de un grupo de profesores de Filología Francesa de la Universidad de Castilla-La Mancha,
la Complutense de Madrid y la de Murcia. Para
quien haya asistido a las clases de literatura provenzal de don Jesús
Cantera en las desvencijadas aulas de la Universidad Complutense, ver su
nombre en un diccionario jurídico-económico (al que sin duda ha aportado
parte de su enciclopédico saber) es una buena prueba de que la Filología
también puede «entrar en el mercado» y lo está haciendo, como no podía ser
de otra manera, por la vía de la traducción.
La segunda parte, a cargo de
Nicolás Campos, es algo más que el reverso de la primera: es un
diccionario jurídico-económico español-francés basado en la realidad
española, concebido como proyecto independiente, pero integrado fácilmente
en esta obra bidireccional que se ha centrado en la búsqueda de
equivalencias en francés, teniendo en cuenta las diferencias entre los
sistemas jurídicos y económicos de ambos países.
La tercera parte, a cargo de
Emilio Ortega, es un Anexo para traductores, acompañado de un
Glosario de términos jurídicos y judiciales de uso frecuente, basado
en un trabajo colectivo de investigación realizado en el marco del Curso
de Español Jurídico para jueces franceses del III Seminario permanente de
formación lingüística en el campo del derecho, organizado por el Consejo
General del Poder Judicial y la Comunidad Autónoma de Murcia en mayo de
2001. La participación de jueces y fiscales españoles y franceses en la
selección de estos términos es una garantía de su pertinencia. Es una
pena, por ello, que algunos términos de este Anexo no se hayan integrado
en el lemario o cuerpo central de la obra porque, por ejemplo, un término
como «indefensión», específico del lenguaje judicial español sin
equivalente directo en francés, aparece perfectamente «explicado» en el
Glosario («situation du plaideur sans moyen juridique ou matériel pour
se défendre»), pero no se encuentra donde primero lo buscamos, en la
segunda parte de la obra (diccionario español-francés).
La cobertura del ámbito
económico que hace esta obra es claramente de menor entidad que su parte
jurídica. Cabe esperar que las redes de cooperación que se han tejido para
elaborar este diccionario, con la implicación de especialistas de varias
universidades y profesionales del Derecho, sigan dando sus frutos. En el
ámbito académico hay dos grupos vinculados a este proyecto: el Grupo de
Investigación en Lingüística Aplicada y Traducción Jurídica de la
Universidad de Castilla-La Mancha y el Grupo Interuniversitario de
Investigación en Traducción, Comunicación y Lingüística Aplicada,
financiado por la Junta de Andalucía.
En su conjunto es una obra muy
útil para el traductor de francés, lengua que en la lexicografía bilingüe
sigue inevitablemente a la zaga del pujante inglés.
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