CABOS SUELTOSPhishing y pharmingSi términos del intrusismo informático como «gusano» (worm) o «troyano» (trojan) se traducen literalmente sin mayor problema, otros neologismos ingleses más difíciles de traducir suelen acabar incorporándose al español como préstamos crudos. Este parece ser el destino de phishing y otros términos de la misma familia (phisher, antiphishing):
Phishing, que ya está recogido en la última edición del Oxford Dictionary of English, es un neologismo formado, según algunas fuentes, por contracción de fishing (pesca) y phreaking (contracción a su vez de phone y freak, fraude informático que consiste en el pirateo de líneas y conexiones). El phishing es una actividad delictiva que consiste en el envío de mensajes electrónicos fraudulentos para la obtención de información confidencial (datos bancarios, claves y contraseñas de acceso, etc.). Carmen Ugarte, de la Asociación de Técnicos de Informática (www.ati.es), opina que la mejor fuente de información sobre estos términos es la versión inglesa de la Wikipedia1. Esta experta, que ha tenido la amabilidad de hacer un pequeño sondeo entre especialistas sobre el uso de estos términos o de sus posibles traducciones, nos comunica que, tanto en el Grupo de Lengua e Informática de ATI como en la lista Spanglish,parece haber un consenso sobre el uso de los préstamos crudos en español. La traducción que propone TERMCAT («pesca electrònica»), de uso restringido en documentos de la Administración catalana, ha propiciado una tímida propuesta en castellano: «pesca electrónica», solución que no parece suficientemente aceptada. Por sofisticación de las prácticas de phishing surge el también neologismo pharming2, práctica delictiva (gráficamente definida como phishing without a lure) que consiste en la manipulación de un DNS (Sistema de Nombres de Dominio) ―DNS poisoning en la jerga de los informáticos anglohablantes― con la intención de que las víctimas de este fraude proporcionen datos personales a sitios fraudulentos a los que han sido derivados con engaño cuando creen, en realidad, estar conectados a sitios fiables. Ante ambos casos, phishing y pharming, Carmen Ugarte opina que las peculiaridades ortográficas inglesas se deben, más que a las etimologías mencionadas, a lo que ella denomina «grafía hácker», distorsión ortográfica muy cargada de significado identitario (del tipo okupa), algo que Patrick O'Callaghan, irlandés afincado en Venezuela y uno de los miembros más activos de la lista Spanglish, ilustra humorísticamente:
Más allá de estas reflexiones, nuestra intención es plantear un problema terminológico ―con el que nos toparemos tarde o temprano en nuestros textos― y anticipar soluciones viables, sin descartar ninguna que esté o pueda estar suficientemente implantada. Grupo CCT
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