Este tiempo verbal, utilizado de forma habitual hasta el siglo XVIII, hoy ha caído en desuso en el lenguaje hablado (con la excepción de su empleo en algunas zonas reducidas o en algunos modismos como "sea lo que fuere", "venga de donde viniere" o refranes como "adonde fueres haz lo que vieres"), mientras que en el lenguaje escrito su uso queda reservado a documentos solemnes, frecuentemente disposiciones legislativas o administrativas. El futuro imperfecto expresa una acción hipotética no acabada en futuro ("Si el cielo diere fuerzas para tanto, cantaré ..."- Valbuena) o en presente ("Si ella fuere de tanta hermosura como significáis ... confesaremos la verdad"- Cervantes). Paralelamente, el futuro perfecto expresa una acción hipotética acabada con relación a otro futuro (si hubiere llegado mañana) o a un presente (si hubiere llegado ya).
A pesar de su corrección, afirmada por la Real Academia, se emplea poco, ya que puede expresarse la misma idea utilizando, bien el presente de indicativo (por ejemplo, en la frase "si alguien lo hiciere" ® "si alguien lo hace") o bien el presente de subjuntivo ("cuando alguien lo hiciere" ® "cuando alguien lo haga"). De la misma manera, el futuro perfecto puede sustituirse por el pretérito perfecto de indicativo ("si hubiere llegado" ® "siha llegado") o por el pretérito perfecto de subjuntivo ("cuando hubiere llegado" ® "cuando haya llegado"), aunque en cualquiera de los casos el futuro de subjuntivo añade un matiz de incertidumbre, de improbabilidad o de futuro. En las frases de relativo o temporales, el tiempo estudiado da un matiz de incertidumbre. Por ejemplo, al decir "cuando se transmita ...", se da por seguro que se va a transmitir (todo lo seguro que se puede estar de un acontecimiento futuro); sin embargo, en "cuando se transmitiere ..." no está claro que se realice la transmisión. En este caso el futuro de subjuntivo da un matiz de incertidumbre. En cambio, en las frases con "si", el tiempo estudiado da un matiz de futuro o de improbabilidad, dependiendo de que el verbo sea perfectivo o imperfectivo. Si el verbo es imperfectivo, se añade un matiz de futuro1. No es lo mismo "si tiene la nacionalidad, se inscribirá" que "si tuviere la nacionalidad, se inscribirá". Aquí no se observa la diferencia de certeza vista en el supuesto anterior, ya que en ambos casos se desconoce la tenencia o no de la nacionalidad, pero hay una diferencia de tiempo. En el primer caso la hipótesis se refiere al presente (si es nacional ahora). En el segundo caso la hipótesis se refiere al futuro (si algún día adquiere la nacionalidad). Si el verbo es perfectivo, se añade un matiz de improbabilidad. Obsérvense las frases "si el documento se presenta ..." y "si el documento se presentare ...". Desconocemos si el documento se va a presentar o no, por lo que no hay diferencia de certeza. Tampoco se aprecia diferencia de tiempo ya que ambas hipótesis expresan un acontecimiento futuro (si el documento se presenta ... se refiere, obviamente a algo que ocurrirá). Sin embargo, en el segundo caso ("si el documento se presentare fuera de plazo ..."), se añade un matiz casi imperceptible, se indica que lo más probable es que esto no ocurra así, mientras que en el primer caso ("si el documento se presenta fuera de plazo ...") no se emite ningún juicio de valor de este tipo. En los demás casos seguimos percibiendo un matiz de improbabilidad (en "aunque viniere ...", la hipótesis parece menos probable que en "aunque venga ..."). Todo lo dicho para las formas simples se podría decir también para las formas compuestas. Así pues, el futuro de subjuntivo añade unos matices, unas veces de incertidumbre, otras de improbabilidad y otras de futuro (los matices de este tipo que pueden expresarse en nuestra lengua, al unirse el tiempo propio del futuro con la hipótesis propia del subjuntivo), que determinan su uso. Si no queremos dar estos matices, tenemos a nuestra disposición los presentes y pretéritos perfectos de indicativo y subjuntivo, como ya hemos visto.
Si leemos los textos normativos españoles más importantes, veremos que el uso del futuro de subjuntivo es muy abundante en los antiguos, como el Código Civil (C.C), de 1889, todavía vigente (art. 2·.1.3 C.C: "Las leyes no tendrán efecto retroactivo si no dispusieren lo contrario"). En textos más modernos, como la Constitución española de 1978 (C.E.), el uso del futuro de subjuntivo se mantiene (art. 168.1: "Cuando se propusiere la revisión total de la Constitución ... se procederá ..."), aunque en menor medida, debido en parte a un uso abusivo e incorrecto del imperfecto de subjuntivo, como veremos más adelante. Se pueden ver otros ejemplos de futuro de subjuntivo en los artículos 57.4, 59.1, 59.2, 59.3, 78.2, 99.3, 99.4, 99.5, 102.2, 116.5, 128.1, 151.2.3, 155.1, 164.1, 167.2, y en la disposición transitoria segunda de la C.E. En las más recientes leyes españolas se sigue utilizando dicho tiempo, como en la Ley Orgánica del Código Penal de 1995 (art. 485.1: "El que matare al Rey ... será castigado ..."). La ley quiere dejar claro que dicho supuesto no tiene por qué ocurrir. En efecto, si el texto dijera "El que mate al Rey ...", parecería que se da como seguro que alguien le va a matar. El tiempo en cuestión se emplea también en los países hispanohablantes de América, tanto en los meridionales (art. 13 del Tratado constitutivo de Mercosur: "El grupo mercado común podrá constituir los subgrupos de trabajo que fueren necesarios para el cumplimiento de sus cometidos."), como en el resto (art. 306 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, del que México es parte signataria: "..., sea cual fuere su origen, ...").
Es frecuente en los textos modernos utilizar el imperfecto en lugar del futuro de subjuntivo (Apartado 2 de la disposición transitoria cuarta de la C.E: "Si la iniciativa no prosperase, solamente se podrá ..."). La hipótesis se refiere a un hecho futuro, por lo que el legislador podría haber escrito "Si la iniciativa no prosperare ..." o, sin complicarse la vida, "Si la iniciativa no prospera ..."
Resumiendo, hay varias razones para usar el futuro de subjuntivo en los casos vistos:
[1] No obstante, en muchas ocasiones se emplea también
para expresar improbabilidad, como en el ejemplo visto ("si ella fuere de
tanta hermosura como significáis ... confesaremos la verdad"-
Cervantes), donde se aprecia más incredulidad que en ("si ella es de
tanta hermosura como significáis ...").
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