La editorial Alianza acaba de publicar un Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española, de Edward A. Roberts y Bárbara Pastor (Madrid, 1996), consistente en una recopilación de todas aquellas raíces indoeuropeas que pueden rastrearse en palabras españolas. Éstas aparecen dispuestas por orden alfabético, con sus correspondientes significados, derivados y evoluciones en las distintas lenguas indoeuropeas y sus resultados en el español, normalmente (pero no siempre) a través del griego y el latín. Las voces españolas se agrupan primero por palabras simples, luego por compuestas de preposición más raíz léxica y por último por palabras compuestas y derivadas y, dentro de cada grupo, por orden alfabético. Precede al cuerpo central de la obra un breve resumen explicativo de qué son las lenguas indoeuropeas, el nacimiento de una nueva disciplina -la lingüística indoeuropea-, una breve bibliografía y un diagrama de las relaciones de parentesco entre las distintas lenguas. Al final, una lista alfabética de los términos españoles citados remite a la raíz correspondiente. Del prólogo, en el que Cela se imita a sí mismo (con errata incluida en la cita en latín), mejor no hablar.
No se trata, según declaración de sus autores, de una obra para especialistas. Pese a ello, está compuesta con enorme minuciosidad y es bastante exhaustiva, y sin duda es bienvenida en la lista de obras lexicográficas en español, entre las que colma una laguna. La obra recoge antiguas etimologías y significados originarios, hoy perdidos en el uso y la conciencia del hablante, cumpliendo el cometido propio de los diccionarios históricos y etimológicos, que suplen lo que los diccionarios sincrónicos no hacen. Por tratarse de una obra divulgadora prescinde de los datos sobre la historia de la palabras: cuándo se registra su primera aparición o en qué contexto nace; según los autores, dichos datos sólo se hacen constar "en palabras muy particulares, como restaurante". El criterio se nos escapa.
Naturalmente, no está todo, como en ningún diccionario. Pero nos habría gustado que se incluyeran algunas clases de palabras que quedan fuera de los diccionarios de uso, como los gentilicios:¿hay relación entre sajón y saxum ("piedra"), entre eslavo (del mismo origen que esclavo, del griego sklavinós) y el término ruso (sláva="gloria")? ¿es Rusia un término sueco? También se ha deslizado alguna incoherencia, como incluir el término hidalgo ("hijo-de-algo") entre los derivados de quis y alius, pero sin decir en ningún sitio que "algo" viene, en realidad, de aliquod, un pronombre latino derivado de los dos anteriores. La concisión provoca a menudo saltos en la cadena de significados que dejan perplejo al lector. Valga un solo ejemplo: de la raíz *mer- deriva, en latín, mors ("muerte") y en griego amvrotos (que significa "inmortal", pero que no traducen), origen de la palabra ambrosía, traducida como "néctar de los dioses"; ¿qué tiene eso que ver con la muerte? Mejor habría sido traducir "néctar de los [dioses] inmortales". Tampoco habría estado de más explicar al profano los términos técnicos (qué es el "grado cero" de una raíz, por ejemplo) y el valor fonético de los signos usados para la transcripción. Pero lo más grave, creo yo, es que no se incluyan los índices de los términos pertenecientes a las demás lenguas citadas, aparte del español, que no estorbarían al especialista o al aspirante a tal y satisfarían la curiosidad del lector poligloto.
Pero poco más se le puede reprochar a este diccionario, una de esas obras que demuestran hasta qué punto es posible sistematizar uno de los frutos aparentemente más caóticos de la esencia humana, como es la lengua, y de la que el lector curioso podrá aprender que un viudo es lo contrario de un individuo y que son lo mismo un ombligo y una abolladura; que las orquídeas tienen forma de testículos; que hay más de lo que uno se imagina entre un druida y un pingüino, una boya y un quirófano, un mandarín y una moneda, e incluso que existe una Trinidad compuesta por Dios, Júpiter y Zeus menos Santa que Etimológica.
Beatriz Porres
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