La Agencia EFE, primera agencia internacional de noticias en lengua española, incluye en su Manual de Español Urgente (10º edición, Madrid, Cátedra, 1994) unas "normas sobre topónimos". Dicha publicación es producto del trabajo del Departamento de Español Urgente de la Agencia EFE, y está supervisada por el Consejo Asesor de Estilo, formado por miembros de la Real Academia Española (entre ellos su actual director), catedráticos de periodismo y periodistas.
Las "normas sobre topónimos" de nuestro libro de estilo son de obligado cumplimiento para todos los periodistas que trabajan en la agencia; con ellas pretendemos evitar la disgregación e impedir que se olviden los nombres tradicionales en español para referirnos a ciudades o países de otras partes del mundo. Es decir, siempre que exista un topónimo en español avalado por la tradición histórica, literaria y cultural, recomendamos que sea ese y no otro el que aparezca en nuestras noticias.
Normas:
Conviene distinguir entre tres clases de topónimos, a efectos de su escritura (y pronunciación en los medios audiovisuales).
a) Respetar la forma castellana del nombre extranjero cuando es tradicional.
b) Poner entre paréntesis su equivalente castellano, hasta que los lectores u oyentes se acostumbren a identificarlos: Dajla (Villa Cisneros), Bioko (Fernando Poo), Sri Lanka (Ceilán), Myanmar (Birmania), etc.
c) Sin embargo, mantener Pekín (no Beijing), Antioquía (no Antakya), etc.