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Smart Impact: sentar las bases de un desarrollo urbano inteligente en Europa

  • 20 September 2020

A medida que las ciudades asumen el reto de volverse inteligentes, los ecosistemas y organizaciones ágiles desempeñan un papel crucial para garantizar que la tecnología pueda utilizarse con todo su potencial. El proyecto Smart Impact, financiado por el programa Urbact del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, agrupó a diez ciudades europeas asociadas a fin de analizar y desarrollar instrumentos de gestión de la innovación para los municipios que deben financiar, construir, gestionar y operar una ciudad inteligente.

Los miembros del grupo participaron en reuniones transnacionales, en las que se abarcaron temas específicos comprendidos en el proyecto. Tales conversaciones les proporcionaron ideas nuevas para mejorar la cooperación con las partes interesadas locales y llevar a cabo algunas actividades deseadas.

Anka Duric, jefa del Departamento de Mejora de Procesos Empresariales y Análisis de la Autoridad Municipal de Zagreb

El Ayuntamiento de Mánchester dirigió la red de planificación de la acción Urbact, en la que se dieron cita partes interesadas de Irlanda, Portugal, España, Croacia, Bulgaria, Rumanía, Hungría, Suecia y los Países Bajos. El principal resultado del proyecto fue una serie de planes, específicos para cada ciudad asociada, que definían medidas concretas que debían tomarse para garantizar un desarrollo urbano inteligente y sostenible.

Un enfoque con cinco vertientes

Aunque los programas para crear ciudades inteligentes a lo largo y ancho de la Unión Europea destacan cada vez más los avances basados en la tecnología e impulsados por los datos, se ha prestado poca atención a las estructuras de gobernanza, los procesos, la innovación de los modelos de negocio y la planificación integrada para respaldar la entrega de resultados. Este vacío deja a muchas ciudades en mala posición para aprovechar al máximo las oportunidades que se ofrecen.

Para abordar esta cuestión, el proyecto Smart Impact se centró en el aprendizaje y el intercambio de conocimientos en torno a cinco áreas temáticas:

Desarrollo organizativo: cómo pueden los municipios desarrollar nuevos procesos y estructuras para prestar apoyo a la ciudad inteligente; Finanzas y contratación: formas de financiar y adquirir innovación, así como el modo en que pueden las ciudades planificar, apoyar y monetizar nuevos modelos de negocio para ofrecer innovación; Reglamentación e incentivos: políticas y normativas inteligentes para respaldar una ciudad inteligente; Ecosistemas de innovación: cómo puede una ciudad sostener su propio ecosistema para proporcionar soluciones a los retos urbanos; Integración y gobernanza de datos: problemas y ocasiones para utilizar los datos, incluidos los datos abiertos, los mercados de datos, la titularidad y la protección.

En un proceso paralelo, cada uno de los diez socios del proyecto Smart Impact configuró un grupo local de Urbact para reunir a las principales partes interesadas locales. El objetivo de esos grupos era integrar el aprendizaje del proyecto: los participantes redactaron planes en los que se plasmaban las medidas necesarias para responder a los retos asociados a las ciudades inteligentes.

Aprendizaje colectivo

En el transcurso de los dos años del proyecto, las ciudades asociadas acogieron seis programas de dos días de duración. En sus talleres se ofreció la oportunidad de experimentar las soluciones en acción, cada una de las cuales abarcaba un área temática concreta. Se organizaron visitas guiadas y los expertos invitados dieron charlas sobre los retos de las ciudades inteligentes y las posibles soluciones.

La experiencia colectiva de las diez ciudades asociadas demostró ser un verdadero punto fuerte del proyecto. Las ciudades de mayor tamaño y con más experiencia —Dublín, Oporto y Mánchester— ofrecieron oportunidades de aprendizaje para las demás.

Las ciudades más pequeñas demostraron contar con conocimientos especializados valiosos en determinados ámbitos: por ejemplo, Guadalajara (España), en el uso de datos para la gestión municipal; Miskolc (Hungría), en el desarrollo del transporte; y Smolyan (Bulgaria) en la implicación de la alcaldía.

El proyecto contó con el apoyo del destacado experto Alanus von Radecki, jefe de una unidad de investigación sobre ciudades inteligentes en el Instituto Fraunhofer, uno de los principales grupos de investigación europeos.

Desarrollar planes

Durante el proyecto, los planes se sometieron a una minuciosa revisión interpares con el objetivo de aprovechar la considerable experiencia colectiva del grupo y de von Radecki.

Al finalizar el proyecto, cada ciudad ultimó su plan y se creó un sitio web del proyecto para exponer documentos y estudios de casos sobre las cinco áreas temáticas. Como resultado, las ciudades asociadas obtuvieron un plan rector para su transformación y otras podrán aprender del proyecto y comprender mejor cómo pueden volverse inteligentes.

El proyecto se puso en marcha como parte de Urbact, el programa de cooperación territorial europea que tiene como finalidad promover un desarrollo urbano sostenible e integrado en las ciudades de toda Europa. Utiliza recursos y conocimientos técnicos para fortalecer las capacidades que tienen las ciudades de efectuar mejoras en cuatro ámbitos: gobernanza, medio ambiente, inclusión y economía.

Inversión total y financiación de la Unión Europea

La inversión total en el proyecto «Smart Impact» es de 750 000 EUR, con una contribución del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea de 572 566 EUR a través del Programa Operativo «URBACT» para el período de programación 2014-2020.