Arranca el mes de julio con el inicio de la Presidencia de España en el Consejo de la Unión Europea. El Consejo de la UE representa a los Estados miembros y es uno de los dos órganos colegisladores de la UE que, junto al Parlamento Europeo, negocia y da forma a las propuestas de nuevas directivas o reglamentos que presenta la Comisión Europea.
La última vez que España se hizo cargo de esta Presidencia rotatoria fue en 2010 y desde entonces, Europa ha vivido una crisis financiera, el Brexit, la peor pandemia del último siglo y la brutal invasión rusa sobre Ucrania, que ha provocado más refugiados y desplazados que la I Guerra Mundial.
Es por ello, que durante este semestre, la presidencia española se ha marcado las metas de impulsar la reindustrialización de Europa, avanzar hacia la transición ecológica, consolidar el pilar social y reforzar la unidad europea.
Para reindustrializar Europa y garantizar la Autonomía Estratégica Abierta, España apuesta por convertir Europa en un referente de producción de energía renovable, de electrolizadores, de servicios de conectividad digital, de robótica avanzada, de biofertilizantes, y de productos farmacéuticos de última generación.
En un contexto internacional marcado por la guerra en Ucrania, la Comisión Europea ha abierto los ojos a la necesidad de trabajar con socios de confianza y de diversificar sus cadenas de suministro. Por ello, la próxima cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se celebrará los días 17 y 18 de julio se presenta para la Comisión Europea como un “hito” para avanzar en la ratificación del acuerdo de asociación con el Mercosur.
Este encuentro, según remarcaba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen durante su reciente viaje al continente americano, además constituirá una oportunidad para avanzar en otros acuerdos con Chile, México y Mercosur e incluso para fortalecer la colaboración en la reforma de la Organización Mundial del Comercio, y para mejorar el funcionamiento del comercio mundial.
En este sentido, la Comisión ha trabajado intensamente en una nueva agenda para renovar las relaciones entre la UE y América Latina y el Caribe en la que el comercio y la inversión son una parte vital de la renovación. Cabe recordar que la UE es el tercer socio comercial de Celac. La UE tiene una red de acuerdos comerciales que cubre casi toda la región, y que ha permitido aumentar un 40% del comercio de bienes en los últimos cuatro años, en ambas direcciones.
De igual modo, la UE y Kenia han finalizado sus negociaciones para un Acuerdo de Asociación Económica (AAE) que impulsará el comercio de mercancías y creará nuevas oportunidades económicas, con una cooperación específica para mejorar el desarrollo económico de Kenia. Es el acuerdo comercial más ambicioso de la UE con un país en desarrollo en lo que respecta a las disposiciones en materia de sostenibilidad, como la protección del clima y el medio ambiente, y los derechos laborales.
Por otra parte, si echamos la vista atrás, vemos que el mes de junio ha dejado avances en materia económica y comercial, como recoge la Comunicación conjunta sobre una Estrategia Europea de Seguridad Económica. Este documento se centra en minimizar los riesgos derivados de determinados flujos económicos en un contexto de aumento de las tensiones geopolíticas y de aceleración de los cambios tecnológicos, al tiempo que preserva unos niveles máximos de apertura y dinamismo económicos.
En el ámbito comercial, esta Comunicación apuesta por la creación de asociaciones con el mayor número posible de países a fin de reforzar la seguridad económica, en particular mediante la adopción de acuerdos comerciales y la profundización de los ya existentes, el refuerzo de otras asociaciones, el refuerzo del orden económico basado en normas internacionales y de las instituciones multilaterales, como la Organización Mundial del Comercio, y la inversión en desarrollo sostenible a través de la Global Gateway.
Así mismo, plantea aplicar plenamente el Reglamento sobre el control de las exportaciones de la UE a los productos de doble uso y elaborar una propuesta para garantizar su eficacia y eficiencia; entre otros aspectos.
En otro orden de cosas, la UE y Japón han celebrado a finales de junio su tercer Diálogo Económico de Alto Nivel (HLED), para abordar la seguridad económica. Los Principios de Comercio Digital UE-Japón que se persiguen con esta negociación serán clave para el comercio y la inversión bilateral, ya que establecerá un entendimiento común sobre temas clave relevantes para el comercio digital y un compromiso conjunto con una economía digital abierta, libre de barreras injustificadas al comercio internacional.Por otra parte, la UE sigue avanzando en las negociaciones del Acuerdo sobre minerales fundamentales con los Estados Unidos, cuyo objetivo es fomentar las cadenas de suministro entre ambas partes de materias primas fundamentales necesarias para la producción de baterías para vehículos eléctricos.
La celebración de este acuerdo garantizará que, como aliado, se conceda a la UE un estatuto equivalente al de los socios que hayan celebrado un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos a efectos de la aplicación de la ley estadounidense de reducción de la inflación. De este modo, las empresas de la UE podrán competir en igualdad de condiciones con los Estados Unidos y los competidores de terceros países, como Chile, la República de Corea y Japón, en el mercado estadounidense.
También hemos conocido la decisión de la UE de extender los beneficios comerciales para Ucrania durante un año más, para ayudar a aliviar la difícil situación que enfrentan los productores ucranianos por la agresión militar injustificada de Rusia.
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