La propagación del VIH y el incremento del consumo de drogas inyectables en muchos países de Europa del Este han dado lugar a nuevos grupos de riesgo ante la tuberculosis.
Los consumidores de drogas por vía intravenosa son vulnerables a la tuberculosis, pero no tienen fácil el acceso a la asistencia contra esta enfermedad y el VIH y pueden quedar sin tratamiento. Es esencial eliminar esas barreras y mejorar el acceso a la asistencia. La adicción y otros problemas pueden hacer muy difícil seguir un tratamiento de tuberculosis hasta el final, y los pacientes necesitan toda la ayuda que se les pueda dar.
A pesar de la mejora del diagnóstico y el tratamiento, la tuberculosis sigue ahí y los nuevos retos requieren una actuación coordinada de todos los interlocutores posibles, no solo la sanidad y los interesados tradicionales. Nuestro Instituto se esfuerza en aligerar la carga que representa la tuberculosis para los países y las personas y en reducir las tasas de mortalidad entre los pacientes.
Nuestros principales colaboradores son los servicios de salud pero, en años recientes, participan cada vez más las organizaciones comunitarias. La importancia del diagnóstico precoz y el tratamiento eficaz contra la tuberculosis vinculada al VIH y a las drogas inyectables no se puede exagerar, y estas organizaciones tienen oportunidades únicas de educar a los grupos de riesgo, identificar casos, establecer contactos con los pacientes y ayudarlos a seguir el tratamiento.
Para potenciar los sistemas sanitarios y las organizaciones e incrementar la cooperación entre los interesados, los participantes de varios países de Europa del Este van a poner en marcha un proyecto con ayuda del programa de salud 2008-2013 de la UE.