Durante décadas hemos hecho uso y abuso de los antibióticos que, en consecuencia, están perdiendo su eficacia a un ritmo alarmante. Además, se están obteniendo muy pocos antibióticos que puedan superar la resistencia. Las infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos se cobran ya por lo menos 25.000 vidas al año en la UE.
Varios países de la UE se han ocupado de diversos aspectos de la resistencia a los antibióticos durante sus presidencias. La Presidencia sueca organizó recientemente una conferencia sobre “Incentivos innovadores de antibacterianos eficaces” con el objetivo de encontrar los medios de incentivar el desarrollo de nuevos antibióticos, entre ellos la regulación y los instrumentos financieros innovadores para reducir el desfase entre la resistencia a los antibióticos y la obtención de medicamentos antibacterianos.
Para contener la aparición y propagación de bacterias resistentes es esencial el uso adecuado y responsable de los antibióticos. Una parte del problema está en las recetas inadecuadas de antibióticos para infecciones de las vías respiratorias por parte de los médicos de atención primaria. Recientemente, investigadores de la UE han creado la red de excelencia GRACE con objeto de estudiar las variaciones en Europa del uso de antibióticos para el tratamiento de problemas respiratorios y sus efectos en la recuperación. Se han observado grandes diferencias entre los países que no se justifican por razones clínicas.
Las recetas de antibióticos en la fase de atención primaria es una de las principales cuestiones del segundo Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos (18 de noviembre de 2009). En la cumbre UE-EEUU celebrada el 3 de noviembre se acordó asimismo establecer un grupo de trabajo transatlántico sobre los problemas urgentes de resistencia a los antomicrobianos. Es necesaria una respuesta mundial concertada para atajar el aumento de los índices de resistencia. Si no, volveremos a los tiempos anteriores a los antibióticos.