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COLABORACIONES


De la forma correcta de escribir los nombres científicos

La sistemática clásica agrupa a los seres vivos en unidades taxonómicas denominadas especies. Desde la clasificación llevada a cabo por Linneo a mediados del siglo XVIII, toda especie tiene un nombre científico formado por dos palabras latinas (o latinizadas). Actualmente, estos nombres están regulados por diversas comisiones internacionales independientes entre sí (sobre todo, la de nomenclatura bacteriana o procariótica, la de nomenclatura botánica y la de nomenclatura zoológica).

A raíz de varias dudas surgidas al respecto, incluso de orden ortotipográfico, quizá sería conveniente recordar aquí algunas normas básicas:

  1. El nombre de la especie se escribirá siempre en letra cursiva (excepto, claro está, dentro de un bloque de texto en cursiva, en cuyo caso se escribiría en redonda).

Escherichia coli, Phoenix dactylifera, Ursus arctos

  1. El primer término del nombre de la especie (el «nombre genérico») irá siempre en mayúscula.

Bacillus anthracis, Echinostelium minutum, Rupicapra pyrenaica

  1.  El segundo término del nombre de la especie (el «epíteto específico») irá siempre en minúscula.

Anabaena variabilis, Sarracenia oreophila, Melopsittacus undulatus

  1. El primer término no podrá abreviarse nunca en la primera referencia en un texto, pero se permite abreviarlo (con inicial seguida de punto) en las demás referencias.

S. litoralis = Spirochaeta litoralis, A. nordmanniana = Abies nordmanniana, E. zebra = Equus zebra

  1. En caso de que exista alguna posibilidad de confusión (dos géneros que comiencen con la misma letra) se permitirá la abreviatura con dos letras: la inicial mayúscula y la siguiente letra diferenciadora minúscula, seguida de punto.

An. maculipennis y Ae. aegypti = Anopheles maculipennis y Aedes aegypti

  1. Ninguno de ambos términos admite tildes, diacríticos, guiones, apóstrofos, espíritus u otros signos, así como tampoco espacios, números ni letras de otros alfabetos.

Dactylorhiza okellyi [y no *o'kellyi], Euphorbia capsaintemariensis [y no *cap sainte mariensis], Leptinotarsa decemlineata [y no *10-lineata]

  1. Se admiten letras no originalmente latinas (k, w, y), pero no las formadas con signos diacríticos (como la ç o la ñ) ni las letras dobles (como la æ, la œ o la ß).

Epioblasma walkeri, Pecari tajacu [y no *tajaçu], Microcerberus nunezi [y no *nuñezi], Andreaea angustata [y no *Andreæa], Oenothera macrocarpa [y no *Œnothera]

  1. Si debe incluirse un subgénero, este se escribirá siempre en mayúscula, entre paréntesis, entre el nombre genérico y el epíteto específico.

Felis (Profelis) temmincki

  1. Si debe incluirse una subespecie, esta se escribirá siempre en minúscula, detrás del epíteto específico, sin insertar ningún añadido del tipo «ssp».

Gallinula chloropus chloropus

  1. Aunque el nombre completo de una especie incluye el apellido de su inventor (y, puestos a ser exhaustivos, hasta el año de la invención), no constituye falta alguna omitir esos añadidos (especialmente en publicaciones que no pertenezcan al ámbito estrictamente científico).

Pinus pinea L. = Pinus pinea, Quercus rotundifolia Lam. = Quercus rotundifolia

  1. Si se quiere incluir estos datos, ambos irán en redonda, sin coma antes del apellido (en su caso, romanizado o abreviado) y con la fecha entre paréntesis.

Agaricus sarcocephalus Fr. (1815), Ornithoptera priamus L. (1758)

  1. Los apellidos abreviados siguen unas reglas establecidas por el uso, que deben respetarse (es decir, puede omitirse ese nombre o puede escribirse completo, pero en caso de incluirlo abreviado es obligatorio ajustarse a esta norma).

L. = Linneo, Lam. = Lamarck, Juss. = Jussieu, Fr. = Fries, Rich. = Richard,
St.-Hil. = Saint-Hilare

  1. Si se aprueba el rebautizo de una especie con una denominación distinta (nomen novum), el apellido del inventor del nombre antiguo se incluye entre paréntesis antes del apellido del inventor del nombre nuevo.

Pyracantha crenatoserrata (Hance) Rehder, Corylus californica (A. DC.) Rose

  1. En caso de que se reconozcan simultáneamente dos inventores de la denominación de una especie, se pondrán los apellidos de los dos unidos por la conjunción latina «et» (escrita, de modo excepcional, en redonda). Si hay más de dos inventores, solo se pondrá el apellido del primero seguido de la mención «et al.» (también en redonda).

Didymopanax gleasonii Britton et Wilson, Lapeirousia erythrantha welwitschii (Baker) Geerinck et al.

  1. Todo lo antedicho se aplica exactamente del mismo modo en el caso de especies extintas.

Sigillaria scutellata, Australopithecus africanus Dart (1925)

  1. Las plantas cultivadas se rigen por un código distinto, pero las especies vegetales híbridas se reconocen mediante la inserción de un aspa antes del epíteto específico.

Mentha × piperita, Quercus × turneris

  1. Los taxa (o táxones) superiores (tribus, familias, órdenes, clases) pueden adaptarse a la ortografía y la fonética propias de nuestra lengua. De no hacerlo así, deberán escribirse en latín, con la inicial mayúscula, en cursiva en los casos regidos por los códigos bacteriano y botánico, y en redonda en los casos regidos por el código zoológico.

los cetartiodáctilos agrupan a los antiguos órdenes de cetáceos y artiodáctilos

Borrelia burgdorferi es una bacteria del grupo Spirochaetae

una nueva planta de la familia Rosaceae

el grupo Dyapsida incluye los Lepidosauria y los Archosauria; estos últimos, a su vez, se desglosan en Aves y Crocodilia

La preparación de dos nuevos códigos para sustituir a esta clasificación no afecta a estas normas, dado que no van a modificarse, al menos a corto y medio plazo, las denominaciones de los taxa inferiores (géneros y especies). En efecto, el objetivo de uno de los nuevos (el llamado «proyecto Biocode») es reunir los cinco códigos actualmente vigentes (el bacteriano, el botánico, el de plantas cultivadas, el viral y el zoológico) en una lista única que agrupe a todos los seres vivos y evite los problemas actuales de duplicación y homonimia. Al mismo tiempo, un grupo de científicos coordinados por la Universidad de Ohio prepara un código filogenético (conocido como «proyecto Phylocode») para reemplazar a la clasificación linneana gracias a los conocimientos actuales sobre la evolución de las especies: este código modificará todos los taxa superiores, pues se basa en la sistemática cladística, organizada en grupos homofiléticos (especies que tengan un ancestro común), lo que suprimirá las nociones clásicas de familia, orden, clase, etc., pues solo tendrá sentido una nueva magnitud: la distancia en el tiempo de la separación entre dos ramas.

Miquel Vidal
DGT, Comisión Europea
miquel.vidal-millan@ec.europa.eu
 

 

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