Se entiende por radiación ultravioleta la radiación cuya longitud de onda es
menor que la de la luz visible pero mayor que la de los rayos x, es decir, varía entre los 400 y 100 nm.
La fuente más habitual de radiación ultravioleta es el sol, aunque también se
puede conseguir artificialmente mediante lámparas UV.
La radiación ultravioleta se divide en tres rangos: UVA, UVB y UVC. Todos
ellos están considerados como probables cancerígenos para el hombre.
UVA – Radiaciones de longitud de onda larga comprendida entre
los 315 y 400 nm. Apenas retenidos por la atmósfera. Al menos el 90% de las
radiaciones que llegan a la superficie terrestre son UVA. UVA se subdivide en
UVA-I (340 nm - 400 nm) y UVA-II (315 nm - 340 nm).
UVB – Radiaciones de longitud de onda media comprendida entre
los 280 y los 315 nm. Representan como máximo un 10% de las radiaciones que
llegan a la superficie terrestre.
UVC – Radiaciones de longitud de onda corta comprendida entre
los 100 y los 280 nm. Las radiaciones UVC son absorbidas en su totalidad por la
capa de ozono.