La hipersensibilidad percibida a la exposición a campos eléctricos y
magnéticos se describe principalmente mediante síntomas subjetivos
(enrojecimiento, hormigueo, quemaduras y sequedad de la piel) así como con
fatiga, cansancio, dificultad de concentración, sensación de mareo, nauseas,
palpitaciones y alteraciones digestivas. Parece ser que la hipersensibilidad a
campos eléctricos y magnéticos es un problema de salud poco claro cuyas causas
siguen sin determinarse.
A menudo, se considera que la hipersensibilidad electromagnética es un efecto
nocebo, es decir, un efecto de la enfermedad causado por la creencia de que algo
—en este caso los campos electromagnéticos— es nocivo (un efecto placebo
negativo).